¡¡Cómo está la Educación!! ¡Qué tal! Saludos amigos. Y cuando digo amigos, me refiero a todos ¡eh!; si fuera político y comiera del cuento de la buena pipa debería decir amigos y amigas, jóvenes y jovenas, miembros y miembras, señoras y señores, damas y caballeros, andazules y andazulas, todos y todas, etc.,etc.,y etcétera; pero como no lo soy ni como de ello y lo políticamente correcto me la rechifla, pues no tengo por qué hacer el carajote, así pues, con un “saludos amigos“ quedan todos ustedes saludados. El que quiera, y el que no, también. Asomo el hocico una vez más por este espeso bosque donde los humanos se meten cizaña –territorio comanche, zona hostil para un lobo solitario y tranquilo- hoy que tengo toda la tarde y no hay prisas, que no tengo nada más que hacer y estoy relajado. ¡Adooo, adooo, adooo! ¡…oño que me duermo con tanta relajación! A estas horas de la tarde seguro que a ustedes lo que les apetecería sería un cafelito, pero como yo no soy el Juan Valdés con la burra cargada de sacos, y tampoco soy aquel negrito del África Tropical, pues lo siento mucho, ¡ni cafelito ni cola cao!, a lo mejor una cervecita, pero es que tampoco soy el Gambrinus de la Cruzcampo ni el representante de la Heinekken, yo vengo con otro cosa. Hay muchos temas para hablar, pero yo he venido a hablar… ¡de mi libroooo, y si no hablo de mi libro me vooooy! - decía Umbral ¡Que noo, que nooo! Que yo no tengo libro. Yo traigo a comentario el tema de la Educación. ¡Ojú, la que vamos a liar! Dicen que la educación en esta Andalucía nuestra -¡la Andalucía imparable! ¡La locomotora de Europa! ¡La Andalucía de la 5ª Modernización!- ¡¡está mu mal!!, ¡Qué digo mal! ¡¡Peor!!, según el informe Pisa, que cada vez que sale nos saca los colores, que nos pone la cara colorá vamos, pero miren ustedes por dónde, que al parecer no estamos tan mal, ¡Al loro! ¡Qué no estamos tan mal hombre!, que no estamos solos quiero decir, que en los Madriles también anda la cosa que pega bocaos. ¿Quién lo iba a decir? , con la fama que tenemos los andaluces de catetos, y ahí están los maestros opositores a una plaza de Educación Primaria e Infantil de los Madriles haciendo exámenes y dejando constancia de que lo de los catetos andaluces es un tópico, cosa de las malas lenguas, ¡que sí hombre, que en Andazulia zemos catetos!, pero visto lo visto, a ver quién es el guapo que tira la primea piedra y abre la boca por allá arriba. Un artículo de opinión leído hoy me ha traído la noticia al recuerdo. En la Comunidad de Madrid, en los Madriles para los castizos, se presentaron a exámenes 14.110 maestros para acceder a una plaza fija en 2011, y aprobaron 1.913. Un número muy escaso de aprobados, diría cualquiera. Cualquiera lo diría y yo también lo digo. También dice la noticia que ese mismo año se necesitaron 4.000 maestros interinos, y que 3.700 de ellos no habían pasado la prueba y estaban impartiendo clases. El examen de oposición a maestro de Primaria se dividía en dos partes: una prueba de conocimientos en la que se incluían preguntas con un nivel al de un niño de 12 años y la exposición de un tema, y aun así, el 86% no pasaron las pruebas. Cuando uno lee las variopintas respuestas que dieron algunos de estos opositores a maestros no puede más que echarse las manos a la cabeza y tomar aire, y reirse. ¡Cómo está la Educación, por Dios! Mucho nos metemos aquí con quien comete faltas de ortografía, o se come alguna letra, o se expresa inconexamente, o tiene mucha belborrea , y es verdad que hay comentarios que tienen tela, pero al fin y al cabo, eso no es preocupante, lo preocupante de verdad es que quienes tienen que enseñar a nuestros hijos, a las generaciones futuras, no sean capaces de aprobar un examen sin tener faltas de ortografía graves, o responder preguntas que respondería un niño de 12 años. Si quien tiene que enseñar y formar a mis hijos, es capaz de escribir ortográficamente incorrecto: Conpetencias / Deriban / Anbito / Veverlo / Adsequible / Nabarra / Incapie / Conduzta / Aprendizage / Gerarquia / Bolcán / Hurano / Valladoliz. O contesta que un Escrúpulo es una “Salida del sol” o un “Atardecer”; o que el adjetivo basta: “Se refiere a una persona que es muy basta, incluso mal educada”; o que una disertación es “Dividir una cosa en partes más pequeñas”, “irse por las ramas”; o que extasiar es “Agobiar a alguien”, “Dejar a alguien sin aliento”. Si hay algún maestro que cree que el Duero, el Ebro, y el Guadalquivir pasan por Madrid (allá él), o que Soria es una Comunidad Autónoma, y Albacete Ciudad Real y Badajoz son provincias andaluzas (fíjate tú); si a mis hijos le quisieran enseñar que el caracol es un crustáceo y la gallina un mamífero, y el gato es un astuto, y la serpiente es peligrosa (que me lo digan a mí, que por culpa del Adán que se comió la manzana llevo toda la vida castigao y trabajando), y un gavilán es un viajero (y la paloma también es una viajera mensajera ¿o no?); pues que les voy a contar yo a ustedes, que cambio a mis hijos de clase o de colegio y les busco otros maestros. ¡Pero ya! Y si alguno piensa que soy más chulo que un ocho y voy de listillo, pues no miren ustedes, el Guadalquivir me coge cerca y sé que pasa por Sevilla, y a lo mejor pudiera ser que no me acordara por dónde pasa el Duero o el Ebro porque me coge lejos y no tiene por qué ser importante para mí saberlo (nunca pasé por Zaragoza a ver la Virgen del Pilar, aunque más de una vez he pasado por Valladolid) pero es que yo no soy maestro de Primaria ni tengo que enseñar a niños, ni me presento a exámenes, ¡y sí! , ya sé que hay un montón de faltas ortográficas en este texto. Y dicen que la Educación en Andalucía está mal, pero vaya tela cómo anda por ahí arriba. Y esta es la respuesta más chula entre todas, si es que parece hasta un chiste ¡tojones! Problema. Unas gafas cuestan 185 euros más que su funda. Las gafas y la funda cuestan 235 euros. ¿Cuánto cuestan las gafas? “Las gafas cuestan 235 euros porque siempre se regala la funda”. ¡Ole y ole! Y el que no diga ole…… |