Ayamonte - Huelva

A un año de las municipales, el PSOE se ampara en el temporal para intensificar el subsidio agrario

viernes, 19 de marzo de 2010

Cuenta hoy ABC que el Consejo de Ministros, que se reúne hoy en Sevilla, tiene previsto aprobar diversas medidas «extraordinarias y excepcionales» para hacer frente a la elevada pérdida de empleo en el sector agrario. Una de esas medidas es la de reducir a casi la mitad el número de jornadas necesarias para cobrar el Aepsa (Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agraria), en las comunidades de Andalucía y Extremadura. El recorte situará el nuevo mínimo de jornadas para el cobro de subsidio en cerca de 20. Está fuera de toda duda que el PSOE ha utilizado el PER como instrumento electoral y que este hecho es clave cuando las encuestas ponen por delante al PP en Andalucía. Pero la reforma de este subsidio servirá también para que el Gobierno siga sacando de las listas oficiales del paro a decenas de miles de agricultores andaluces y extremeños y maquillando las cifras.

CC.OO. y UGT calculan que son más de 221.403 los trabajadores andaluces y extremeños que se podrán beneficiar de esta reforma. Otras fuentes, en este caso de Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), elevan el número de potenciales beneficiarios por encima de las 300.000 personas. En Andalucía se realizan unos 46 millones de peonadas al año en la agricultura y el año pasado las juntas andaluza y extremeña destinaron 174 millones de euros a ese subsidio.

Cabe recordar que con los datos de febrero, el número oficial de parados registrados en las oficinas públicas de empleo (antiguo Inem) era de 4.130.625 personas. Sin embargo, a esta cifra habría que sumar los 260.250 que cobraban el Aepsa y que participaban en cursos de formación y los 208.083 que demandan empleos específicos o con disponibilidad limitada. Es decir, que el número real de parados al acabar febrero era de 4.598.958, pero no se refleja así en los datos oficiales.

Resulta curioso recordar que fue la propìa organización patronal agraaria ASAJA Andalucía la que pidió el año pasado un PER extraordinario por la crisis económica y no fue aceptado por la Junta andaluza. Así, subrayan que el Aepsa «tiene que ser racionalizado y despolitizado». Esta asociación está a favor de reducir el número de jornadas necesarias para cobrar el Aespa, «siempre que sea una medida puntual, no algo indefinido».Pero esta reforma es sólo «para la galería». La medida nace «coja» porque «no contempla los daños del temporal en la agricultura», según un portavoz que subraya que el 50% de la superficie está dañada, por lo que «debe haber medidas para generar empleo: no se puede dar dinero por no hacer nada».

La relación del voto socialista con el subsidio agrario: periodismo de precisión

Considerado una buena prueba de este tipo de investigación estadístico-informática fueron los artículoa que Juan Carlos Escudier y Pedro de Tena escribieron para el diario El Mundo sobre uno de los temas de clientelismo electoral más mencionados en los últimos años de la realidad española y nunca suficientemente demostrado. Se trataba de mostrar la supuesta conexión entre el subsidio agrario o plan de empleo rural de Andalucía y Extremadura y el voto mayoritario al PSOE en dichas zonas (Juan Carlos Escudier y Pedro de Tena), "En los pueblos donde hay más subsidio agrario el voto al PSOE es superior al resto de Andalucía", El Mundo, 26-XII-90, e ibid., "El PSOE obtuvo apoyos electorales más altos en los pueblos más subsidiados", El Mundo, 8-V-l991): cruzando los datos del INEM sobre dicho subsidio agrario con los datos también oficiales de los resultados electorales en las mismas localidades donde se da mayor concentración de personas subsidiadas, estos periodistas llegaban a la conclusión de que existía una coincidencia demostrada entre la tendencia mayoritaria socialista y la recepción mayoritaria de subsidio agrario en las localidades analizadas. Aunque algunos profesores de periodismo creen que podía haber otras variables, las conclusiones del trabajo siguen abiertas a la reflexión.

El artículo en cuestión relativo a Andalucía 1990 fue el siguiente:

"El Partido Socialista ha obtenido apoyos electorales muy superiores al resto de Andalucía en aquellos pueblos en donde existe un mayor número de trabajadores eventuales agrarios subsidiados, según un estudio realizado por EL MUNDO. Este periódico ha seleccionado 83 pueblos andaluces que, según los datos oficiales disponibles del Instituto Nacional de Empleo (INEM) tienen un mayor número de beneficiarios del subsidio agrario y ha efectuado un análisis comparativo entre los sufragios obtenidos por el PSOE en las últimas elecciones autonómicas andaluzas y los votos favorables a dicho partido en los mencionados pueblos. Según los resultados de esta investigación, el Partido Socialista, en estos 83 pueblos afectados por el subsidio agrario, consiguió superar ampliamente el porcentaje de votos alcanzado en cada una de las provincias andaluzas, así como en el cómputo total andaluz.

De esta forma, el PSOE sumó en el conjunto de Andalucía un 47,25 por ciento de los votos en las elecciones autonómicas de 1986, mientras que en los 83 pueblos seleccionados obtuvo un resultado favorable del 51,26 por ciento. Es de destacar que en 1982, antes de la aplicación del subsidio, el apoyo al PSOE en estos pueblos era inferior a la media andaluza (51,7 por cien frente a 52,3 por cien). En las elecciones autonómicas de 1990, los datos confirman esta tendencia. El PSOE consiguió el 49,25 por ciento de los sufragios de toda Andalucía mientras que en las mencionadas localidades alcanzó la cifra del 55,98 por ciento, es decir, más de seis puntos por encima de la media porcentual andaluza. En 1986 eran 193.700 los trabajadores eventuales agrarios que recibían el subsidio, lo que representaba un 4,01 por ciento del total de electores. En 1990, el número de subsidios asciende a 296.600 (media computada de 1989), un 5,94 por ciento de los electores. En cuatro años, el incremento de trabajadores subsidiados fue del 53,12 por ciento. En la actualidad, según los datos oficiales, un 6 por ciento de los electores andaluces tienen como medio de subsistencia las ayudas concedidas por la Administración bajo la fórmula del subsidio agrario. Por sí mismos, los electores afectados por estas ayudas -296.600 en 1989- representan un 92,26 por ciento del total de electores de la provincia de Huelva y un 91,06 por ciento de la Almería. Podría decirse que constituyen la novena provincia de Andalucía en lo que a impacto electoral se refiere.

La relación entre los votos socialistas y el número de beneficiarios de estas ayudas demuestra que a medida que el Plan de Empleo Rural (PER) y el subsidio se han extendido a un mayor número de trabajadores agrarios, desde su implantación en 1984, el apoyo electoral al PSOE también lo ha hecho. Por provincias, son los municipios sevillanos seleccionados los que apoyan más decididamente al PSOE, con porcentajes del 57,9 por ciento en 1986 y del 60,6 por ciento en 1990. Como prueba de la importancia electoral del subsidio agrario, el porcentaje de votos socialistas en la provincia de Sevilla fue del 48,6 por ciento en 1986 y del 50,34 en 1990. Estos porcentajes representan una diferencia del orden de diez puntos, si se comparan con los que el PSOE obtuvo en los pueblos objeto de este estudio, en ambas convocatorias electorales. Sevilla es, curiosamente, una de las provincias en la que los trabajadores subsidiados tienen mayor peso específico respecto al número total de electores. Según los datos del INEM, 77.200 personas percibieron en 1989 ayudas del subsidio agrario, lo que representa un 6,70 por ciento del total de electores en 1990 (1.152.288 personas). Los municipios onubenses analizados ocupan el segundo lugar en lo que se refiere a apoyo electoral al PSOE en 1990, con un 58,6 por ciento de promedio. En Huelva, se registra la tasa más alta de beneficiarios del subsidio agrario de Andalucía. Uno de cada trece electores onubeneses percibía en 1989 subsidio agrario. Córdoba, la segunda provincia con mayor cantidad de beneficiarios del subsidio (40.400 en 1989), es la provincia en donde el apoyo al PSOE ha crecido más espectacularmente desde 1986. En ese año, el PSOE obtuvo el 35,6 por ciento de los votos y cuatro años más tarde pasó al 47,23 por ciento.

Este aumento del apoyo electoral fue paralelo al registrado en los municipios con mayor número de trabajadores subsidiados. El análisis efectuado por EL MUNDO confirma el intenso componente rural del voto socialista en Andalucía. Mientras que la media de las ocho provincias andaluzas se sitúa en el 47,25 por ciento, en 1986, y en el 49,95 por ciento en 1990, el porcentaje de voto en las capitales de provincia fue, respectivamente, del 38,0 y del 39,07 por ciento.

La diferencia se acentúa aún más si se compara estos últimos resultados de las capitales con la media porcentual de los 83 municipios contemplados en este análisis. En estos últimos, el PSOE alcanzó el 51,26 por ciento en 1986 y el 55,98 por ciento en 1990, lo que refleja una diferencia de más de 13 puntos. La provincia de Córdoba es la que manifiesta un componente rural más acentuado en el voto socialista. La diferencia entre el voto de la capital y el de la media provincial asciende en 1990 a 15 puntos. Si se atiende al porcentaje medio del voto de los pueblos cordobeses más afectados por los subsidios agrarios, la diferencia es casi de 23 puntos. En las elecciones autonómicas de 1990, la diferencia entre el porcentaje de voto de las capitales y la media porcentual provincial superó los diez puntos. El PSOE es la fuerza política que ostenta el gobierno municipal de 66 de los 83 pueblos incluidos en este análisis.

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