Almonaster la Real - Huelva

¿Qué quiere decir el PSOE cuando habla de los ricos? Slim, amigo de FG, el más rico del mundo

jueves, 11 de marzo de 2010

La noticia es sencilla: El magnate mexicano de las telecomunicaciones Carlos Slim, con una fortuna valorada en los 53.500 millones de dólares (unos 39.250 millones de euros), ha arrebatado la corona del hombre más rico del mundo al fundador de Microsoft, Bill Gates, según la lista Forbes de 2010. O sea, que el amigo de, según otros, asesorado por, Felipe González, durante muchos años alma máter del socialismo español, es el hombre más rico del mundo. Y cabe la pregunta de si cuando el PSOE se refiere al capitalismo malvado y asqueroso se refiere a gente como Slim y González o si se refiere al capitalismo malo de verdad, que no es otro que el de la derecha. Pero, ¿cuál? ¿El de Botín atizándole millones a Garzón? Ah, ya. Parecen referirse al capitalismo y al capital que aún no controlan pero que están en ello.

Slim y el socialismo español: distanciamiento de Felipe González

Lean este nforme de la revista Tiempo es hoy: "La vida de Felipe González ha cambiado mucho en los últimos años. En sus relaciones con el continente iberoamericano vive una separación formal de su amigo de siempre, el multimillonario mexicano Carlos Slim. En España, y desde el punto de vista estrictamente político, los grandes cambios coinciden, y no por casualidad, con la legislatura y media que lleva como presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

En Iberoamérica, los cambios han sido más que notables en las formas y algo menos acusados en el fondo. Su evolución tiene mucho que ver con el proceso de mutaciones políticas que sufren numerosos países de la zona.

En España, tanto el fondo como las formas no tienen nada que ver con lo que eran hace ocho años, y los desencadenantes han sido la nueva estructura de poder en el PSOE y el mandato de un ZP que maneja el aparato del partido con mano de hierro.

Durante años la relación entre Felipe González y Carlos Slim Helu, el hombre más rico de Latinoamérica y tercero del mundo (se le calcula una fortuna de 25.000 millones de euros), fue tan estrecha que cuando el ex presidente acudía a algún acto en México la gente le preguntaba: “¿No viene Slim?”.

Felipe no necesitaba avisar para presentarse en la mansión del millonario, era invitado a sus bodas y vacaciones e incluso se especuló, allá por 2001, con que pudieran ser consuegros cuando hubo rumores de boda entre su hijo Pablo y Soumaya, la hija de Slim.

Una relación atípica, pues si es normal que los ex presidentes asesoren a multinacionales, no hay muchos casos de tal sintonía entre un billonario y un político socialista.

Pero ahora, quizá por lo peculiar de la relación -y los problemas que ha provocado-, esta vieja relación de once años entre los dos parece haber entrado en una nueva etapa. Siguen siendo amigos -al menos eso aseguran las fuentes consultadas-, pero se ha producido un cierto alejamiento entre ambos, sobre todo en los últimos dos años.

De puertas para dentro, Felipe González nunca ha sido partidario de una presencia sistemática de los ex presidentes del Gobierno en la vida pública interna.

Personas cercanas a su entorno político más próximo aseguran que, en el fondo, no sólo no le hubiera importado, sino que le habría gustado ser el primer presidente europeo que no lo es por serlo de un país socio, sino por la entrada en vigor del nuevo Tratado de Lisboa. Al final no ha podido ser, a pesar de que hubo movimientos hasta el último momento, y de ello saben mucho en el palacio de la Moncloa.

¿Qué hacía Felipe González en Bruselas el 19 de noviembre pasado?

Oficialmente atendía su cargo de presidente del comité de sabios que prepara un informe sobre el futuro de la UE.

Pero ese mismo día y en la misma ciudad los jefes de Gobierno de los 27 tenían la misión de elegir los nuevos cargos de la UE que establece el flamante Tratado de Lisboa: un presidente estable y un ministro de Exteriores.

Las fuentes consultadas por Tiempo aseguran que hubo propuestas hasta el último momento para elegir a González como nuevo presidente de la UE, pero el Gobierno español, o, para ser exactos, Zapatero, no dio su visto bueno.

Pocos días después, Felipe González cambiaba de aires en el Caribe dominicano. Una visita navideña y privada, nada parecida a las que ha protagonizado durante sus años de amistad visible con Slim.

Esa menor repercusión pública de sus viajes a Latinoamérica coincide, además, con un notable descenso en sus desplazamientos a la zona. Así, por ejemplo, a lo largo de la década González ha hecho unos 50 viajes con contenido público al continente iberoamericano (la mitad a México) sin contar los privados.

Su presencia allí fue especialmente intensa entre 2003 y 2007, año en que hizo nueve viajes públicos, que bajaron a cinco en 2008 y a tres en 2009. Lo mismo ha pasado con sus visitas oficiosas a México, que pasaron de cuatro o cinco al año a sólo dos en 2008 y otras tantas en 2009.

Desde el entorno de González se admite, en efecto, que “hace tres o cuatro años iba más a Latinoamérica. Era más requerido que ahora”.

También Francisco Garduño, editor del diario mexicano Milenio reconoce: “Hubo un tiempo que parecía que vivía aquí. Ahora ya no se le nota tanto”.

Cada vez menos encuentros

Las apariciones públicas y conjuntas de los dos también han bajado a partir de 2008 y de forma súbita. Si en 2007 acudieron juntos a actos en al menos siete ocasiones, en 2008 sólo fueron vistos dos veces. Igual que en 2009. Y desde marzo último no se les ha vuelto a ver juntos.

¿Qué ha ocurrido? En medios periodísticos y políticos mexicanos se cree que los dos amigos tratan de bajar el perfil público de una relación no siempre bien entendida y que dio lugar a un torrente de chascarrillos y hasta críticas públicas de dirigentes políticos o económicos.

Añádase a esto que “a partir de un determinado momento, los posibles servicios de González al empresario ya no le eran tan necesarios como antes”, comenta un profesor mexicano de Ciencia Política, que ha escrito sobre Slim.

En España ha ocurrido lo mismo, pero en algunas ocasiones justo al revés. Aquí es el actual presidente del Gobierno el que no quiere que se le vincule con una etapa del PSOE que cree superada por la Historia.

A Felipe González tampoco le gustan muchas de las decisiones del ahora secretario general socialista y prefiere mantenerse en una situación de alejamiento que sólo se ha roto esporádicamente en actos de campaña electoral.

Pero a Rodríguez Zapatero, celoso guardián de su poder interno en el partido, sólo se le escapaba de las manos el prestigio internacional de González y su reconocida vocación europeísta, que llevó a Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, en diciembre de 2007, a presionar para que el ex presidente español llevara las riendas del grupo de sabios de la UE.

Ahora a Zapatero no le interesa que nadie le haga sombra en Europa y mucho menos alguien de su propia formación política con el que no se lleva ni bien ni mal, simplemente no se lleva.

El presidente del Gobierno no quiere polémicas y el futuro le anunciaba una, puesto que el famoso grupo de sabios va a presentar, coincidiendo con el final de la presidencia española, unas conclusiones demoledoras sobre lo mal que lo hacen todos los dirigentes europeos a la hora de montar una auténtica Europa.

El protagonismo de González no le venía, pues, muy bien a ZP en estos momentos y la cosa ha llegado al extremo de que para iniciar la presidencia de turno de la UE convocó el día 5 al propio Felipe, pero no solo. Quiso que en la foto apareciera con Jacques Delors y Pedro Solbes, dos históricos europeístas ya jubilados.

Agendas ocultas

Al igual que a Zapatero le asusta en parte la larga agenda de contactos internacionales de González, lo que más polémica ha provocado históricamente en Latinoamérica de la relación de Felipe con Slim ha sido el hábito de visitar juntos a mandatarios de la zona, eventos que en ocasiones coincidieron con favores económicos al empresario mexicano.

Desde Chile a Colombia o Costa Rica, los medios locales, alertados a menudo por filtraciones de los propios gobiernos, la oposición o grupos empresariales rivales, no ahorraron esfuerzos a la hora de informar sobre estas visitas y las presuntas agendas ocultas que las movían.

Las visitas de González a Hugo Chávez en 2005 y 2006 fueron tachadas allí como una labor de intercesión del ex presidente a favor de Slim, y en Colombia ocurrió algo parecido con la compra de Telecom, el operador telefónico más grande del país, parecida a la que ya había tenido lugar tras la visita guiada de González con Slim a Argentina en 2003.

Algunas de las operaciones protagonizadas por Slim, con el presunto apoyo de González, provocaron denuncias ante la opinión pública (Costa Rica) y los tribunales (Panamá).

El ex presidente español tuvo que desmentir las acusaciones: “Slim es un buen amigo, pero nunca he pedido favores para él”, dijo. “Pese a que ambos se han hartado de negar que les uniera algo más que la amistad –comenta el director de un diario de Colombia–, nadie aquí se lo cree”, y ello a pesar de que Slim ha colgado una entrevista en su web personal en la que reitera esas afirmaciones.

Fuentes de la zona señalan que estos dimes y diretes les hicieron más prudentes. Si bien siguieron acudiendo juntos a actos públicos, prácticamente dejaron de hacer visitas conjuntas a mandatarios políticos desde 2006. La última conocida fue a Marruecos, en enero de ese año, a ver a Mohamed VI.

Aun cuando muchos de estos episodios no tuvieron repercusión pública en España, sí han sido criticados en privado. Los presuntos apoyos de González a Slim para hacerse con operadoras de telecomunicaciones en Latinoamérica crearon malestar en Telefónica.

Ejecutivos de la compañía mostraban su malestar con el ex presidente por “ayudar a nuestros adversarios a ganarnos terreno en la zona”. Fue muy sonado en México el fracaso de Slim en hacerse con Auna, grupo que fue dividido y comprado en partes después por France Telecom y ONO. “Lo interpretamos allí como un boicot de Telefónica”, asegura Alejandro Gutiérrez, corresponsal de la influyente revista Proceso.

“Lo que era lógico –prosigue–, ya que Slim también hizo valer su influencia para vetar el crecimiento de Telefónica en México. Por eso la operadora española fichó a Francisco Gil Díaz, que fue secretario de Hacienda con Fox”. Tampoco a las constructoras les gustó su supuesto apoyo a Ideal, que compite con ACS, FCC o Sacyr. Claro que en México no lo ven así. “Le estamos muy agradecidos a González por haber apoyado a Slim”, comenta Garduño, de Milenio.

Autoridad política

Estas polémicas, unidas al bloqueo buscado por el equipo de Zapatero, han influido en la forma de comportarse de Felipe González, blanco además de feroces críticas en privado de Alfonso Guerra y su entorno.

“Tampoco resulta muy estético –comenta un dirigente socialista retirado– que un ex líder socialista participe en esas reuniones de billonarios que celebra Slim”. Se refiere a los llamados Encuentros padres e hijos que el empresario celebra cada año en distintas capitales latinoamericanas.

Unas reuniones a las que acuden magnates como el colombiano Mario Santo Domingo, el venezolano Gustavo Cisneros (amigo de González), el chileno Andrónico Luksic o el brasileño Roberto Marinho, y que fueron ideadas, según ha explicado Slim, para fomentar la responsabilidad social del gran empresariado latinoamericano, lo que justifica la presencia de González, considerado el mentor de la estrategia social del empresario mexicano.

Una de las fechas clave en todo este proceso de cambios fue el 14 de diciembre de 2007, día en el que González aceptó el cargo de presidente del comité de sabios de la UE. Fuentes consultadas aseguran que una parte del alejamiento de Felipe González de sus actividades latinoamericanas tiene que ver con la vuelta de su mirada hacia España y Europa.

“Todos los meses tiene que pasar dos días en Bruselas”, apuntan desde su entorno. Y luego está la fundación Progreso Global, que también preside, pero a la que no dedica demasiado tiempo. “No viene mucho por aquí”, explican en la fundación.

Ninguna de esas actividades le roba, pues, mucho tiempo y Zapatero prefería ver a Felipe González más volcado con Latinoamérica que con Europa. Sólo así se explica, según las fuentes consultadas por Tiempo, que a pesar de las críticas internas en el partido y en el propio Gobierno, ZP se propusiera reforzar la cara americana de González y le nombrara embajador extraordinario para las celebraciones con motivo del bicentenario de la independencia de los países latinoamericanos, actos que comenzarán este próximo verano en la capital mexicana.

El calendario estaba hecho a medida. Tras la presentación del informe del grupo de sabios, en junio, Felipe González encadenará una larga lista de actividades al otro lado del Atlántico, con celebraciones por muchos países de la zona.

El famoso veto

Será, por tanto, un año de tranquilidad para el equipo de Zapatero, que habría quedado roto si González hubiera ganado poder en Europa con su nombramiento como nuevo presidente de la UE.

El veto de Zapatero al laborista Tony Blair tenía una doble consecuencia en términos prácticos: obligaba a compensar al Reino Unido dándole el otro puesto en disputa (el cargo de ministro de Exteriores, que acabó recayendo en la británica Catherine Ashton) y eliminaba de un plumazo todas las candidaturas de izquierdas para el cargo de presidente, que debía ser para alguien de derechas, como así fue (resultó elegido el belga Herman van Rompuy).

Zapatero se cargó así las aspiraciones de González y también las de Javier Solana, que hasta entonces era el encargado de la Política Exterior y que a poco que España lo hubiera pedido podría haber renovado su mandato. A cambio, el presidente consiguió que Joaquín Almunia fuera ascendido en la Comisión Europea desde la cartera de Economía hasta la de Competencia.

Respecto a Latinoamérica, los próximos meses de González no van a ser ya como antes. Las circunstancias políticas de la zona han cambiado. Hace años que sus amigos no están en el poder. En su época de esplendor, cuando era presidente del Gobierno de España además de dirigente de la Internacional Socialista (IS) y patrocinó muchos de los procesos de transición en la zona, su agenda estaba llena de contactos. Ahora, de su época apenas queda Óscar Arias.

“Sus amigos han pasado ya su etapa”, reconoce Garduño. Son ex y están en la misma situación que él, descolgados, participando, con González, en órganos como el Grupo de Reflexión, integrado por personajes como Ricardo Lagos (ex presidente de Chile) o Julio María Sanguinetti (ex presidente de Uruguay), o en el Círculo de Montevideo, en el que participa Fernando Henrique Cardoso. En la zona se asegura que sí mantiene una relación cordial con los Kirchner y “bastante pasable” con Álvaro Uribe, de Colombia, o Felipe Calderón, de México.

También ha jugado en su contra el alejamiento de González de posiciones de poder en la Internacional Socialista, donde desde el año 2000 no desempeña ningún cargo, lo que le ha distanciado también de la izquierda mexicana. A pesar de ello, con el tiempo González llegó a mantener una relación fluida con el ex presidente mexicano Vicente Fox, inicialmente próximo a Aznar, pero que acabó teniendo mejor química con Felipe.

A Fox le molestó la amistad de Aznar con Bush y que le intentara convencer para votar a favor de EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU con motivo de la guerra en Iraq. “Ahí viene el chaparrito”, solía decir Fox cuando Aznar iba a México. Ahora, con el actual presidente, Felipe Calderón, la relación es más distante. Periodistas de la zona aseguran que “Calderón come en casa de Aznar cuando va a Madrid, todo lo contrario de Fox, que le rehúye y prefiere verse con Felipe”. Slim, ni aparece.

En Madrid, las cosas sin embargo no cambiarán mucho. Continuará pasando la mayor parte del tiempo en su despacho privado. Dará conferencias por las que, según aseguran fuentes del sector, seguirá cobrando del orden de 30.000 euros por cada una.

De sus actividades empresariales poco o casi nada se sabe. En 2001 fundó una empresa, Ialcon, para gestionar sus negocios privados, que facturó nada menos que 2,4 millones de euros entre 2002 y 2005. Después no hay rastro, ya que dejó de enviar las cuentas al registro.

Y en cuanto a la actividad política, 2010 no va a ser un año en el que Felipe González deba hacer un especial esfuerzo. Los trabajos del grupo de sabios tocan a su fin, aunque las fuentes consultadas aseguran que durante los próximos meses todavía puede incordiar un poco al equipo de Zapatero.

Una de las cosas que necesitará para elaborar su informe es ver cómo funcionan las instituciones europeas con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa. La nueva presidencia fija de la Unión no está rodada, con lo que una parte importante de la documentación será reclamada a la presidencia de turno, es decir, al Gobierno de España.

Zapatero ya ha anunciado que quiere mantener reuniones periódicas con sus tres particulares sabios europeos (González, Delors y Solbes) durante la presidencia de turno, pero en círculos cercanos al entorno político del ex presidente estas reuniones son vistas más como una forma de autopromoción del propio Zapatero y de la presidencia de turno española que como una manera efectiva de afrontar los problemas de Europa, donde las instituciones no serán capaces de aunar criterios.

Esta falta de posturas comunes será uno de los puntos negros del informe del grupo de sabios de la UE que, según personas que conocen algunos de los documentos, va a ser “demoledor”.

La mansión de Marruecos

La villa marroquí del ex presidente Felipe González está primera línea de playa, en Tánger. Es una mansión valorada en 2,5 millones y edificada con el visto bueno del amigo Mohamed VI. González veranea allí desde su época como presidente del Gobierno. Gracias a sus excelentes relaciones con la Casa Real de Marruecos Procisa, propiedad de Luis García Cereceda —íntimo amigo del ex presidente (de hecho, su actual novia, María del Mar García Vaquero fue pareja de Cereceda años atrás)—, pudo comprar el terreno a la Casa Real marroquí y construir en primerísima línea de playa.

Cuando esté terminada la lujosa mansión, contará con 2.200 metros cuadrados (recuerden los 30 metros cuadrados de la ministra de las "kelis") de construcción repartidos en una casa principal de 600 metros, otra casa para el servicio, garajes, patios, porches y piscina. Todo ello, en una parcela de más de 5.000 metros cuadrados en la playa de Jbila. El proyecto marrroquí lo firma el estudio A-Cero, del televisivo Joaquín Torres, conocido como 'el arquitecto de los ricos'.

https://ww.porandalucialibre.es/actualidad/actualidad_general/%bfque_quiere_decir_el_psoe_cuando_habla_de_los_ricos?_slim%2c_amigo_de_fg%2c_el_mas_rico_del_mundo.html

como dicen esas cosas por dios

la llanera solitaria

No he leido mucho, ya desde el principio se ve que no merece hacerlo, solo dire qué en Marrueco las casas están tiradas de precio, por 20 ó 30 mil e. te compras un chalet adosado a estrenar, con eso digo más o menos todo.....

mexico esta mejor o si no deciselo a felipe gonzalez

oju,oju,oju, como está el patio, menos mal que nació UPyD y con cosas como estas y aun peores cada día que pasa va ganando Votos, y el pzoe perdiéndolos, natural como el tomate,¿o no?
saludos socialistas updianos
Manuel Cózar Báñez

os voto con la condición que se miren algunos nombramientos y lista de enchufado a costa de subvenciones publicas

lallanera solitaria

El PSOE ha sido siempre el mejor banquero del capital, No descubres nada nuevo.

YA LO SE COMPAÑERO Y SOBRE TODO REPARTIENDO