Experiencias en Alajar El 28 de Marzo de 1994, visité Alajar, pero esta vez con plena conciencia. Mis padres y hermanos mayores ya me habían traído a este precioso pueblecito con anterioridad; pero yo era aun pequeño para valorar, aunque sin duda pude disfrutar del entorno maravilloso que sigue ofreciendo Alajar. Así lo comprobé, es cierto que han pasado años; aun así recuerdo como con mi novia buscamos un lugar para comernos los bocadillos al borde una roca que colgaba al borde de la carretera, frente a la estampa rústica de este pueblo blanco de cal y arena. Poco después subimos a la ermita acompañaddo de un perro que rondaba la zona. Una vez arriba disfrutamos desplegando los 5 sentidos. Y para prolongar la experiencia nos llevamos meloja, polen y otros productos típicos de la Sierra. De la ermita recuerdo la talla pequeñita de la virgen de la Peña y la humedad del entorno que estaba regado por fuentes de aguas naturales. Inolvidable. Un fuerte abrazo al pueblo de Alajar de parte de un Triguereño. Darmaur2@hotmail.com
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