Andoain - Guipuzcoa

La estrategia es disfrazar de derrota lo que es un acuerdo

El Gobierno espera que ETA anuncie una "tregua permanente verificable"

La 'izquierda abertzale' busca a la desesperada volver a las urnas

Alberto Lardiés, 09 de marzo de 2010 a las 13:10

La banda terrorista y sus secuaces anhelan con fervor regresar a las instituciones

La segunda edición de las negociaciones entre ETA y el Gobierno de Zapatero está más cerca de iniciarse. En estos momentos, el Ejecutivo espera que la banda asesina anuncie en un comunicado una “tregua permanente verificable”. Según las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por La Gaceta dicho anuncio está previsto para antes del verano y todo apunta a que llegará, como tarde, en el mes de mayo.

Ése será el primer paso. La idea de los dos negociadores es que el comunicado parezca una decisión de ETA, que, en teoría, se habría dado cuenta de que la senda de la violencia está equivocada. La realidad, según las fuentes referidas, es que el propio Gobierno ha puesto a ETA como condición la necesidad de ese anuncio a cambio de iniciar, después, otro proceso de paz. En suma, la estrategia es disfrazar de derrota de la banda, lo que, en el fondo, es un acuerdo tácito previo entre los terroristas y el Ejecutivo. Los participantes en las reuniones de esta negociación son, como ya adelantó este diario, miembros de segunda fila del PSE y de la izquierda abertzale.

En clave estrictamente política, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, necesita una baza con la que presentarse a las elecciones generales previstas para 2012. Incapaz de combatir la crisis económica, el jefe del Ejecutivo ve que su popularidad está por los suelos, que las encuestas apuntan con insistencia a una victoria del PP y que hasta en su partido, el PSOE, se cuestiona su liderazgo. Los socialistas son conscientes de que presentarse ante la opinión pública con la vitola de haber terminado con ETA sería una baza que podría desnivelar las elecciones. Como ejemplo al respecto, consideran, tanto en público como en privado, que Patxi López no sería hoy lehendakari en el País Vasco de no ser por su apoyo explícito al proceso de paz.

"BOMBAS O VOTOS"

La banda terrorista y sus secuaces anhelan con fervor regresar a las instituciones, con la vista puesta en los comicios municipales y forales de 2011. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo ha dicho en multitud de ocasiones: “O bombas o votos”. Si el brazo político de ETA quiere volver a disfrutar de los despachos y las subvenciones, sólo tiene dos posibilidades: convencer a la banda de que lo deje o desmarcarse de la misma. No por casualidad, Batasuna acaba de presentar las conclusiones de su debate interno, recogidas en el documento Euskal Herria en pie. Y, en el manifiesto, los batasunos dicen apostar por “vías políticas” para desarrollar un “proceso democrático” que debe llevarse a cabo “sin violencia ni injerencias”.

El Partido Socialista de Euskadi (PSE) también ha dejado claro, en numerosas ocasiones, que, para hablar otra vez con ETA y su entramado, la clave es que primero abandonen las armas. El muñidor del anterior proceso fue el líder del PSE en Guipúzcoa, Jesús Eguiguren, quien se reunió asiduamente con Arnaldo Otegi. En varias entrevistas recientes, Eguiguren ha repetido la misma cantinela: los socialistas antes pensaban que era necesaria una negociación para forzar el abandono de la violencia y ahora creen que primero se deben dejar las armas para después hablar de política. Esta argumentación no choca con la hoja de ruta que describen las fuentes de la lucha antiterrorista, sino al contrario.

Dichas fuentes aseguran también que los acuerdos alcanzados en la “mesa política” que se formó en el santuario de Loyola (Azpeitia, Guipúzcoa) durante el anterior diálogo siguen sobre la mesa. En aquellas conversaciones, el mencionado Eguiguren llegó a hablar de que, una vez finalizada la negociación, sería posible un Gobierno vasco sustentado por los votos del PSE y de Batasuna. El diario vasco Gara publicó los acuerdos de Loyola, que finalmente no fructificaron por las exigencias de ETA. Entre otras cosas, socialistas, batasunos y el PNV habrían acordado articular jurídicamente el reconocimiento de Euskal Herria como nación, incluso con la posibilidad de que se celebrase un referéndum acerca de la independencia del País Vasco.

Otro dato a tener en cuenta, al decir de estas mismas fuentes, es que la declaración que Zapatero presentó en el Congreso de los Diputados el 29 de junio de 2006 para justificar la negociación sigue en vigor. En aquel documento que el jefe del Gobierno leyó ante los medios, se incluía, entre otras, esta afirmación: “El Gobierno respetará las decisiones que los vascos adopten libremente”. Durante el anterior intento, los más esperanzados eran los viejos dirigentes de ETA, encarcelados durante años y con un horizonte poco o nada halagüeño: seguir más tiempo entre rejas. La ruptura del proceso de paz, propiciada por el brutal atentado en la Terminal 4 de Barajas, desmoralizó a estos sujetos, que, además, están hartos de lo que consideran una “deriva” de la ETA actual, repleta de inexpertos y que no para de recibir golpes por parte de las Fuerzas de Seguridad.

APOYO INTERNACIONAL

En las esperanzas de los terroristas, una de las claves es buscar apoyos en el extranjero a un nuevo proceso de negociación. Es la trillada “internacionalización” que ETA y sus secuaces siempre han demandado como condición indispensable para la “resolución” del mal llamado “conflicto”. Como ya informó este diario, varios personajes que se autodefinen como “mediadores internacionales” pedirán en breve públicamente a los terroristas vascos que abandonen las armas.

Estos “mediadores” que se presentan como adalides del diálogo político son, entre otros, el surafricano Brian Currin, el irlandés Gerry Adams y el italiano Francesco Cossiga. Todos ellos han tomado parte en las negociaciones políticas en otros países. La izquierda abertzale encuentra en ellos a unos aliados que sustentarían buena parte de sus tesis y que barnizarían de seriedad el proceso negociador. Ya durante el mal llamado proceso de paz, fue una constante que tanto los batasunos como el presidente del Gobierno invocasen la importancia de la labor de estos individuos.

A lo largo de su historia, ETA siempre ha negociado con el Estado en países extranjeros: Argelia a finales de los ochenta, Zúrich (Suiza) en los noventa y Oslo (Noruega) y otra vez Zúrich en la primera década del siglo XXI. Los proetarras también revisten una futura negociación con un halo internacionalista al argumentar que el diálogo debería basarse en los “principios de Mitchell”. George Mitchell es un senador norteamericano que tuvo un papel determinante en las negociaciones de paz de Irlanda. En la declaración de Alsasua, de noviembre de 2009, Batasuna cita esos principios. Unos principios que mencionó ETA en su último comunicado.

Desde hace semanas, rebosan ejemplos de búsqueda de apoyos en el exterior por parte de los proetarras. El pasado fin de semana, un miembro de la izquierda abertzale leyó una carta de Arnaldo Otegi en la asamblea anual del Sin Feinn irlandés. Currin y Adams han manifestado su apoyo al documento Euskal Herria en pie y han abogado por la necesidad de poner en marcha las vías democráticas.

https://ww.periodistadigital.com/politica/gobierno/2010/03/09/el-gobierno-espera-que-eta-anuncie-una-tregua-permanente-verificable.shtml