Valdeconcha - Guadalajara

Reportaje publicado en Nueva Alcarria

GUADALAJARA CONTRIBUYE A PALIAR EL HAMBRE DE LA INFANCIA SAHARAUI

“nuestra gratitud a Guadalajara por su esfuerzo…”
“soñar es volver a vivir”

La semana pasada representantes de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Guadalajara entregaban dos proyectos en los campamentos de refugiados del Pueblo Saharaui. Uno a la Media Luna Roja Saharaui, consistente en más de 7.000 kilos de leche infantil destinado a los lactantes saharauis que ha sido sufragado por el Ayuntamiento de Cabanillas (5.100 €) y de la Diputación Provincial (6.000 €). El otro, es una contribución para el equipamiento sanitario para el Hospital de Ausserd que se encuentra en esto momentos en reconstrucción y que ha sido subvencionado por el Ayuntamiento de Azuqueca.

AVELINO GONZÁLEZ VEGA.

Un grupo de alcarreños era portador de unas briznas de ayuda y esperanza hasta el desierto del Sáhara. Un lugar donde el agua, es más que necesaria, vital para los refugiados saharauis.

En el ocaso, la justicia del sol (que es la única que aplica a todos por igual) se va acostando lentamente sobre las dunas. En el horizonte, un inmenso disco anaranjado va tiñendo de tonos bermellones el cielo en derredor. La luna llena de estas fechas aparece diametralmente opuesta. Es el momento del día en el que los campamentos bullen de vida: se suceden los paseos, las visitas, las reuniones de amigos y familiares. Los niños juegan en medio de un griterío, igual que otros niños en otra parte cualquiera del planeta.

No hay parques, ni paseos, ni juegos recreativos, ni siquiera árboles, ni luces, ni canchas deportivas… sin embargo, lo que sí hay, y en abundancia, es polvo, arena y mucho calor, pero sobre todo, ganas de vivir con dignidad.

Estas manifestaciones vespertinas evidencian esas ganas de vivir. La dignidad, poco a poco entre todos, ellos por un lado y nosotros por otro, se va consiguiendo lentamente, a costa de mucho esfuerzo y gracias a la solidaridad de todos.

A pesar de las evidentes carencias, el Pueblo Saharaui se muestra relativamente alegre; sentimiento que contrasta con lo que pensamos los españoles, que nos cuestionamos: “…¿cómo pueden mostrarse alegres entre tanta precariedad y miseria, entre tantos sufrimientos y carencias? …” Se supone que es la capacidad de adaptación de hombre al medio, la necesidad de supervivencia y la ilusión de un ideal: regresar a la tierra de la que fueron expulsados hace 30 años, abandonados por España y condenados a huir o sucumbir a la Marcha Verde del fallecido rey de Marruecos, Hassán II y continuada por la represión brutal ejercida por su heredero, su graciosa majestad, Mohamed VI.

“El Pueblo Saharaui depende de nuestra ayuda”

En otras ocasiones, estas páginas, ya han recogido la situación de los campamentos de refugiados saharauis. Sin embargo ahora, después de un tiempo de espera más que prudencial, tenemos que añadir dos factores que influyen directamente en la vida de estos campamentos: el correspondiente aumento de población, que necesita de nuestra atención y el inconformismo natural de una generación que exige una solución pacífica a este conflicto en el marco de la legalidad internacional.

Hay otros factores que se deben de tener en consideración, porque inciden y agravan, la de por sí ya deteriorada situación del Pueblo Saharaui: el agotamiento moral, la situación de abandono, el sufrimiento de vivir dependiendo de la solidaridad, el ver pasar un día tras otro sin encontrar un camino esperanzador, y las recientes inundaciones que han vapuleado todas las infraestructuras, han reabierto cicatrices mal cauterizadas y han puesto de manifiesto la fragilidad de la vida de los refugiados del Pueblo Saharaui.

Karima Salem es psicóloga de un hospital y confirmaba: “…la urgencia de atención a los hombres por la desesperanza de este tipo de vida…”. En este mismo sentido, el doctor Mohamed Fadel del mismo dispensario afirma: “…hemos luchado durante años contra la mortalidad infantil, y es ahora, después de doce o quince años cuando logramos los primeros resultados positivos. Si consideramos que las carencias de medios, medicamentos y la alimentación es insuficiente es todo una logro…”.

Los testimonios de maestros, responsables del gobierno saharaui en el reparto de ayuda humanitaria, los responsables de los recursos hidráulicos, miembros del ejército, madres de familia, en realidad de todos los saharauis son comunes: “…sincera gratitud por la ayuda prestada y necesidad de que no nos olvidemos de ellos…”.

La situación sanitaria está al límite.

Mohamed Fadel es doctor en el Hospital y lo encontramos supervisando cursos de primeros auxilios de una enfermera española, una cooperante madrileña a la que las alumnas y alumnos llaman Chusa. Vemos como la mayoría son chicas jóvenes y se entregan ante un muñeco para hacer las prácticas de resucitación. La clase se imparte en castellano y resulta curioso como con mucha paciencia todos realizan la práctica coordinados para la respiración “boca a boca” y el masaje cardiaco. Mohamed Fadel asiente cuando ve los progresos de los alumnos.

Mohamed Fadel nos muestra las dependencias del centro sanitario. Nos habla de cómo se pasan las consultas, como se atienden a los niños, las embarzadas, o a los mayores. Los archivos donde se recogen los historiales de los más pequeños para comprobar por ejemplo su evolución en el desarrollo o las vacunaciones. Asegura: “…desde hace un tiempo nos hemos volcado en el capítulo de la prevención y en concienciar a la población de los campamentos de la importancia de este campo para evitar males mayores…”

El doctor M. Fadel asegura: “…nuestro mayor problema sigue siendo la desnutrición y la falta de agua. Son dos factores determinantes en la calidad de vida de cualquier persona. Las múltiples carencias nutritivas acarrean un sinfín de enfermedades y patologías que a la larga son difíciles y costosas de tratar. A todo esto se debe añadir la carencias de medios: somos 46 medícos para todos los Campamentos de Refugiados (una media de unos 5.000 pacientes por doctor), nuestro equipamiento e infraestructuras son pésimas. Hay unas frases de ustedes, los españoles que son muy elocuentes: “más vale no ponerse enfermo aquí” o “si caigo aquí enfermo…prefiero no pensarlo”. En este sentido El Dr. Fadel añade: “Son simples dichos. Aquí curamos a todos, a los españoles también, pero no hay que negar la evidencia que muestran las imágenes nos hacen falta medicamentos, equipamientos sanitario a todos los nioveles y una mejora de todas las infraestructuras de sanidad”.

A la pregunta de cómo se pude afrontar la sanidad con la escased de medios solo hay una respuesta: “redoblar todos los esfuerzos y optimizar los escasos recursos, concienciar a la población en materia sanitaria y luchar en el campo de la prevención”.

Tras la lluvias torrenciales del mes de febrero hubo que poner en marcha todos los mecanismos de alerta y de prevención de enfermedades. “Nuestra mayor preocupación era las aguas fecales. Las inundaciones afectaron a todas las fosas sépticas. Como sabéis hay una por cada familia, aquí no existen las redes de saneamiento y alcantarillado. Tras mucho trabajo se controló todo en la primera fase y todo salió bastante bien, pues la incidencia sanitaria aunque fua mucho mayor no hubo que lamentar desgracias personales”.

Hemos apreciado que se está tendiendo una acometida de agua al hospital desde una depósito colocado en una duna cercana y la pregunta es ¿se ha estropeado la red de agua del hospital? El doctor esboza una sonrisa al manifestar: “No teníamos agua en el hospital, por duro que parezca. Desd hace un par de años llevamos solicitando con insistencia que se dote a los hospitales de agua, porque es fundamental y ahora, merced a una proyecto de ayuda de una asociación de Vascongadas se ha llevado a cabo, en unos días estará funcionando. Es todo un logro, y para mí cumplir un sueño: porque soñar es volver a vivir”.

ENTREVISTA AL RESPONSABLE DE LA MEDIA LUNA ROJA SAHARAUI.

Nayib Mohamed Said es el responsable de la Media Luna Roja Saharaui que se encarga de gestionar la ayuda humanitaria que llega a los Campamentos de Refugiados Saharauis y sus almacenes y oficinas se encuentran centralizados en Rabuni, la capital de los refigiados saharauis por llamarlo de algún modo.

¿Cómo funciona a grandes rasgos la Media Luna Roja Saharaui?

La Media Luna Roja gestiona todos los productos que llegan como ayuda y solidaridad de todas las partes del mundo y que tiene como destino los Campamentos de Refugiados Saharauis. Una vez que se registra la entrada en nustros almacenes se contacta con los responsables de cada departamento ministerial que corresponda para llevar a cabo los proyectos en campo y acercarlos a la población, que son los beneficiarios. En el caso de los emdicamentos son entregados en la Ministerio de Sanidad que se encarga de repartirlos por los dispensarios, centros sanitarios y hospitales. Y en el caso de los alimentos se gestionan desde el departamento de cooperación con el que trabajamos extrechamente.

¿Qué bienes o productos se gestionan desde aquí?

Toda la ayuda internacional que llega para los refugiados saharauis. Desde placas solares, bombas hidráulicas, medicamentos, alimentos, productos de higiene, material escolar, ropa, y los más diversos proyectos que sería largo de enumerar, comprensores, maquinaria, generadores diesel, hornos de pan…

¿Cuáles son los principales productos que llegan hasta aquí?

Con mucha diferencia y dada su importancia, sin duda el primer lugar los ocupan los alimentos. Hemos de tener en cuenta que es la base de la vida junto con el agua. Todo nos hace mucha falta, porque aquí se estropea todo por las condiciones de desierto con gran facilidad, la temperatura elevedásima (como la de ahora) el aire, el viento y la arena son elementos que juegan en contra del ser humano.

¿Cómo se puede vivir dependiendo de la ayuda externa durante 30 años?

Sobreviviendo. Agradeciendo siempre a todos los que se acuerdan de nosotros. En este sentido, el agradecimiento a los españoles, y en este caso, a la provincia de Guadalajara es sincero. Su ayuda y solidaridad desde hace tiempo llega hasta nosotros, los saharauis, convertida en placas solares para las familias, leche, en este caso para los niños, legumbres, azúcar y harina, bombas para el agua, que son fundamentales para la vida en este desierto… En definitiva, nuestra gratitud a Guadalajara por su esfuerzo. Quiero remarcar que puede que haya gente que dude de la honestidad de este proceso entre Guadalajara y el Pueblo Saharaui, que cada lata de atún o cada kilo de arroz que ha dado una guadalajeño en su colegio ha servido para atenuar el hambre de varios niños saharauis, lo que en España se entrega se reparte entre los refugiados saharuis equitativamente. Esa es la base por la que se mantiene 30 años esta situación, de lo contrario sería imposible la convivencia aquí.

¿Cómo se distribuye la ayuda?

Como ya he indicado de forma justa y equitativa. Existe una racionamiento. Y hemos de decir que los alimentos son escasos, a pesar de todos vuestros esfuerzos, que agradecemos mucho y de verdad. La base es la siguiente: a cada familia se le entrega por mes y por persona 13,5 kilos de harina, 1 kilo de azúcar, 2 kilos de lentejas y un litro de aceite. Estos productos proceden de la grandes donantes el ACNUR, La Cooperación de la Comunidad Europea, o la Cooperación española. Las caravanas humanitarias que llegan desde las asociacones españolas, como la vuestra de Guadalajara, son de gran ayuda porque supone que a cada familia se le surta de algo más, como arrroz, pasta, conservas, otras legumbres, y otro tipo de productos que son imprescindibles para los saharauis.

En España se tiene la impresión de que la ayuda al pueblo saharaui está consolidada ¿Qué hay de cierto en esa afirmación?

Lo único que aquí está consolidado es nuestra calamitosa situación. La ayuda, a pesar de vuestros grandes esfuerzos, que insisto y no me canso de agradecer, resulta insuficiente para el total de refugiados saharauis. Tenemos que hacer muchos sacrificios para que los repartos sean justos, porque las necesidades son a todos los niveles muy importantes. No quería decirlo, pero se pasa hambre y sois testigos de la realidad de los saharauis.

¿Qué solicitaría como ayuda fundamental para el pueblo saharaui?

En primer lugar que nadie se olvide de nuestra situación. Que la comunidad internacional reconozca nuestros derechos y los respete. Que el Gobierno español se posicione del lado de la justicia y no del interés económico y que se esfuerce por sonseguir una solución justa y dialogada para el Pueblo Saharaui. Y por supuesto, que miestras dure esta situación que mantengáis por favor vuestra solidaridad, ya que la ayuda que nos enviáis es fundamiental para nustra vida aquí. Muchas gracias por vuestro apoyo, Guadalajara.

Cuando visitamos diferentes familias vemos algunos de los productos que comparten con nosostros: todo es ayuda internacional. Las temperaturas de estos días han sido elevadas: muchos españoles han sido atendidos por las servicios sanitarios saharauis, ellos mejor que nadie darán fe de el tratamiento que han recibido. También se ha celebrado el Festival Internacional del Sáhara en el Campamento de El Aaiún y se han visto por la tele alguna caras de actores españoles muy conocidos. La tele muchas veces distorsiona y desenfoca la realidad y da una pobre idea de la realidad de la vida en los campamentos de refugiados saharauis cuando sólo muestra lo que parece que es folclore y alegría colorista. La realidad supera la ficción y las calamidades de este pueblo, que nos recibe con una hospitalidad admirable, es bien diferente. El hambre, la enfermedad, el desierto, el dolor y el sufrimiento son lo cotidiano, no los bailes y las manifestaciones alegres, que las hay, por supuesto. Así ¿hasta cuándo?. La justicia debe de prevalecer frente al dios económico esgrimido por Marruecos y la comunidad internacional que veladamente le apoya.