CALIDAD La residencia de ancianos Atsobakar, reconocida por la calidad de su gestión El centro ha obtenido el certificado de calidad de AENOR La ubicación del centro ha sido uno de los puntos más valora LASARTE-ORIA. DV. La residencia de ancianos Atsobakar ha obtenido el certificado de calidad que concede AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación). Mediante este certificado se reconoce una gestión de calidad en el centro, una vez revisados todos los servicios que se dan en él, y la gestión del Ayuntamiento. Para llegar a conseguir este reconocimiento, en el año 2004 implantaron un Plan de Calidad como primer paso. El principal objetivo que tenían era la optimización de la vida residencial con el fin de mejorar la calidad de la misma en los residentes. De esta manera, se introdujo una nueva forma de trabajar en el centro y se comenzaron a centrar en la calidad en la gestión. Para ello ha sido necesario que todas las personas que participan en el día a día de la residencia se hayan involucrado en este proyecto. Nati del Hoyo, técnico de Bienestar Social, asegura que implantar un sistema de gestión «nos ha ayudado mucho porque nos hace revisar constantemente lo que hacemos y nos permite adaptarnos a las necesidades que van surgiendo». Y es que las cosas van cambiado y surgen nuevas demandas. «Cada vez son más dependientes las personas mayores», comenta Juan Luis Sanz, coordinador de los servicios socio-asistenciales de la residencia. Precisamente el intentar que los ancianos que viven en la residencia sean lo más autónomos posibles es uno de los objetivos que tienen en Atsobakar. Para ello, entre otras cosas, organizan talleres en los que se realizan trabajos de psicomotricidad para que puedan seguir valiéndose por sí mismos a la hora de realizar las pequeñas actividades diarias. Servicios de Atsobakar En la actualidad, en Atsobakar residen 51 ancianos y otros quince acuden diariamente al centro de día de 9.30 de la mañana a 18.00. Durante este tiempo, realizan diferentes actividades. En esta residencia de ancianos trabajan auxiliares, enfermeras, una terapeuta, una fisioterapeuta, limpiadoras y una peluquera que se encargan de cubrir todas las necesidades que pueden tener los residentes. Además, cada día acuden varias personas de la localidad como voluntarios de Nagusilan. Desde que en 1994 se abrieron las puertas de este centro, los servicios que se ofrecen también han ido cada vez siendo más completos según se han visto las necesidades e inquietudes de los ancianos. En estos momentos, por ejemplo, están habilitando un pequeño terreno dentro de la residencia para poner una huerta que cuidarán quienes lo deseen. En la residencia de Atsobakar además están muy abiertos al exterior y reciben visitas de jóvenes escolares o de grupos musicales como Alboka. Asimismo, aparte de todas estas actividades, gracias al lugar en el que se encuentra el centro, los ancianos pueden salir a pasear por la localidad fácilmente. De hecho, uno de los aspectos que valoró AENOR como «punto fuerte» de Atsobakar fue esa ubicación dentro del municipio.
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