feria de tendilla La Feria de las Mercaderías de Tendilla, que se celebra el fin de semana mas cercano al 24 de febrero, es fiesta de Interés Turístico Provincial desde 1998 y de Interés Turístico Regional desde 2013. En Tendilla existieron en el siglo XV dos Ferias: la de San Mateo (de caracter local, ganadera y a finales de septiembre) y la de San Matías (finales de febrero), que fue la más importante. La Feria de Mercaderías de San Matías se creó en tiempos de Juan II (inicios del siglo XIV) aunque no hay prueba documental de ello. En 1484 fueron confirmadas por los Reyes Católicos, según consta en un documento del Archivo de Simancas. Eran Ferias "francas", es decir que tenían que pagar a las Haciendas Reales unos impuestos nulos o muy reducidos sobre las transacciones mercantiles que allí hubiera, como en las Ferias de Medina o Valladolid. musicos caballos cartel99 Según se cuenta en las Relaciones Topográficas de Felipe II (1580) "venían a Tendilla muchos mercaderes trayendo paños de todas las clases y de muy buenas calidades ya que era la primera feria del año y en ella se ponían a la venta los paños elaborados durante todo el invierno. Los paños venían de toda Castilla, Aragón, paños extranjeros, terciopelos, rasos y damascos. También había tiendas de joyería, mercería, mercadería de Flandes, lienzos traidos por vizcaínos y mercaderías extranjeras. Venían portugueses con hilos y lienzos así como especias, drogas y conservas de la India. Asimismo había plateros, se vendía cera y se podían comprar pescados de todas clases". Esta Feria de San Matías de Tendilla se menciona en los libros sobre la historia de España en el siglo XVI tanto en español como en inglés o francés. Y ha vuelto a ser de mencionada en textos de varios Catálogos de exposiciones con motivo del centenario de Felipe II. La Feria de San Matías ha perdurado unos setecientos años. Con la Feria de Mercaderías de Tendilla, los condes ganaban, sólo con un impuesto del 3% de alcábala, unos 1200000 maravedíes en los 15 días que duraba la Feria (Siglo XVI). Semejaba "una Alcaicería Granadina" tanto por la concentración de aborígenes y forasteros como por la variedad de mercaderías contratadas. Se vendían especias, lana, plata, telas y artesanía, siendo comparable a la de Medina del Campo. |