Maranchón - Guadalajara

Me gustaría hacerle llegar esta carta de una paisana - que ya hace mucho que no vive en su tierra-

¿Se imagina que no supe de Bujarrabal hasta hace unos pocos años?

Pues mi padre , después de conciliarse con su pasado , me lo contó.

Cuando oigo historias de la guerra , de muchas crueldades que han pasado, y que en nuestra tierra , no. Por lo menos , no de esa manera, tengo que decir, "Bendita tierra , que no lo has permitido".

La historia es muy larga , pero la resumiré. Resulta que cuando acabó la guerra, mi abuelo se tuvo que ir , y los motivos ,creo que no eran los mismos que en otros. Creo firmemente en la decisión de mi abuelo. Acabar de una vez con España. Porque lo trataron fatal, fatal después de haber sido tan buen hijo. Y él se quería ir ya definitivamente a Francia , a buscar a sus hermanos y cuando hubiera podido, volver a por los suyos. Pero no pudo ser y nunca mas volvió. Lo que si , es que dejó una consigna al marchar a mi abuela : No dejes a los niños en ningún sitio, y cuídalos que voy a volver. Pero no volvió.

La madre se fue con los niños al campo. Dejó su casa y a vagar . No había pan. Le habían quitado la casa los nacionales, a cambio del pan consumido durante la guerra. Los panaderos de Anquela del Ducado lo cobraron muy caro y se quedaron con la otra casa que no habían destruido los nacionales, antes de estar acabada , pues se les ocurrió meter en ella a los caballos. Y la hundieron.

Total que los niños ,muy niños entonces , a trabajar donde fuera. Todos y sin excepción con su madre por el campo a buscar algo que comer en aquellos días tan funestos. Y el campo les dio abrigo y cobijo. Unos , trabajaban en las vías del tren , otros, resinando, y el penúltimo , mi padre , se dedicaba a coger cangrejos para ponerlos con patatas o con lo que fuera.

Estaba mi padre muy orgulloso, pues los demás , con ser mayores no se atrevían , y él cogía todos los que podía y pensaba en su valentía cuando a su hermano mayor le asustaban. Lo curioso es que no se murieron de hambre, y nadie les hizo ningún daño. A mi abuela , por ser su marido de izquierdas ,no le dañaron, sino que la ayudaron. Cuando en otros sitios, igual le hubieran hecho mil maldades. Creo que es la gente y la bondad natural en algunos. Mi abuelo era un ángel y siempre lo recordaré así. Pero lo he analizado, y creo que fue por cuestión de arte que yo así lo haya recordado, y por todo lo que mi abuela nos trasmitió de él. Otro día más.
EL campo de acogida de esa madre con sus niños, uno de ellos, un bebé,fueron los alrededores de Bujarrabal.Mi padre habla muy bien de los vecinos que los ayudaron en aquellos días tan crueles para todos.

Saludos cordiales