Villa de Otura - Granada

El recorrido político del PP de Ignacio Fernández en Otura, está marcado por unas líneas de actuación que no ha abandonado desde el comienzo de esta legislatura.

En primer lugar un despilfarro de dinero público. Los elevados sueldos de alcalde y concejales, así como el mantenimiento de su administración paralela, son una prueba palpable y continua de la constante merma de las arcas municipales y los servicios básicos a la ciudadanía. Ni qué decir tiene que la lista de actuaciones del alcalde, que han perjudicado a nuestro municipio, es extensa. Recordamos en este punto la “magnífica gestión” del servicio municipal de basura, los problemas con los pagos a proveedores, la falta de liquidez para hacer frente a las nóminas, gastos desproporcionados en fiestas, viajes, árboles… En definitiva, una extensa lista.

La segunda línea de actuación que marca la legislatura del PP de Ignacio Fernández es la falta de transparencia en sus actuaciones públicas. Actitud que ha sido denunciada por el PSOE, y que impide un correcto funcionamiento de las instituciones.

Con estos precedentes, los concejales del grupo municipal socialista no se sorprendieron al enterarse por la publicidad del Ayuntamiento de la colocación de la primera piedra de la ciudad deportiva.

Pero el hecho de tenernos acostumbrados a su particular gestión del dinero público y a su oscurantismo en el proceder político, no significa que el PSOE deba dar la callada por respuesta. Nuestra obligación como oposición es vigilar el cumplimiento de la legalidad y velar por el interés general de nuestro pueblo.

El proyecto de la ciudad deportiva del Granada CF nos parece, como no, un proyecto que puede resultar beneficioso para Otura. La máxima de “cuanto peor, mejor” que el PP, como oposición, aplica a la política nacional no es la que nosotros aplicamos a nuestra política municipal.

Pero para que un proyecto se convierta en realidad tiene que nacer desde la legalidad, con solvencia económica y con perspectiva de futuro. En este caso estamos hablando, según cálculos del alcalde, de una inversión aproximada de dos millones de euros, que no saldrían del Ayuntamiento de Otura, sino de la generosidad de un empresario. No tenemos por qué dudar de las buenas intenciones de este último porque, entre otras cosas, desconocemos quién es. Pero el alcalde olvida que se está refiriendo al patrimonio municipal, y esto son palabras mayores. Todos los vecinos y vecinas de Otura tenemos derecho a saber qué se hace con nuestro patrimonio y cómo se hace. Para ello existen procedimientos que se deben cumplir y funcionarios de carrera en el Ayuntamiento que deben vigilar ese cumplimiento. Y hasta ahora no hemos visto ningún documento oficial que nos garantice esos trámites.

Prometer riqueza y empleo no da vía libre a un alcalde para tomar decisiones. Aquí sí se está jugando con el futuro y las ilusiones de familias. Debemos evitar decisiones que no se basen en los intereses de la ciudadanía otureña, desesperados actos electoralistas con graves consecuencias que nos hipotequen en el futuro.

Aquí no se trata de manchar la imagen de un alcalde, ni de echar por tierra un proyecto, se trata de garantizar a todos los vecinos y vecinas que las inversiones que se hagan con nuestro patrimonio repercutirán en beneficio del pueblo asegurando su correcta financiación y su permanencia en el futuro.

https://ww.psoeotura.es

Los otureños no somos tontos y no nos amarga un dulce: Por descontado que queremos ,ciudades deportivas, piscinas municipales, polígonos industriales, grandes empresas, nos gustaría que en Otura se establecieran las empresas mas importantes del mundo incluso que en Otura se ataran los perros con longaniza o que pasara el Guadalquivir por la puerta del Ayuntamiento.
Lo que no nos gusta a los de Otura son LAS ACACIAS DE ORO, que nos vendan mentiras, que nos engañen, que nos manipulen, que nos roben, y que nos tomen por tontos y que nos amarguen con falsas promesas.
En estos días próximos a las elecciones, el Gominas nos ha preparado, con gastos superfluos a cargo del pueblo, y exclusivamente para su propaganda y si ningún pudor. Falsas esperanzas, nuevos engaños con montajes de película, que nadie se puede creer.
El Gominas, señor de MIL PROMESAS. Para ser creíble debería de recuperar la fama que tiene de ser, vicioso, tramposo y lioso. Cumplir con las promesas que hizo a Haití. Pagar sus deudas y no solo las del Ayuntamiento que pasan de los CATORCE MILLONES de euros (mas de DOSMIL TRECIENTOS MILLONES de pesetas), sino también las deudas que a titulo particular, debe y que no son pocas
Y.