Cuevas del Campo - Granada

El azar me ha permitido descubrir la existencia de este foro y he apurado hasta la última palabra vertida en él.
Hace más de medio siglo que marché de Cuevas del Campo, mi pueblo, y me he encontrado como si estuviera sentado en uno de los bancos del paseo, o en la media luna, detrás del kiosko, cambiando impresiones con mis convecinos. Aunque, naturalmente, hay que matizar.
Internet, entre otras cosas, nos ha permitido eliminar fronteras espaciales, pero también exponer públicamente nuestra condición de iletrados y -lo más grave- enorgullecernos de ello. Lo digo porque se observa en el foro, como por otra parte suele ocurrir en la vida diaria, que las voces que más se alzan son aquellas que en otro tiempo con humildad reconocerían su ignorancia y su afán de aprender, mostrando respeto por aquellas otras que consideraban con autoridad
-por su cultura, su ética, su moralidad, y, ¿por qué no?, también su estética- y hoy, por el contrario, se nos presentan casi como poseedoras de la verdad, en todo caso excluyentes, menospreciando a las que realmente deben ser escuchadas por sus propios méritos.
Pero, en todo caso, debemos alegrarnos de tener un lugar donde exponer nuestras opiniones (me gustaría que siempre con respeto) desde el rincón más recóndito del mundo en que nos encontremos.
¡Cómo celebro comprobar que Cuevas del Campo tiene su espacio en el Universo, algo inimaginable a mitad del siglo pasado, y que, a pesar de todo, existe vitalidad en el pueblo, como lo demuestra la actividad del foro, superior en mucho a la de los pueblos de alrededor!
Invito, pues, a todos los cueveños y cueveñas -como absurdamente se dice ahora, por desconocimiento del lenguaje, sin duda- que, como yo, estamos diseminados por la Tierra, a que se unan al foro y, entre todos,
hacer de él el ágora de nuestra convivencia.



Saludos cordiales.