Cuevas del Campo - Granada

Aparece mi tranquilidad
y se me aligera el corazón,
mirando por la ventana
hallo la paz y el sosiego.

Estoy muy vivo
si ella no estuviera junto a mí.
El mundo entero
carece de atractivo.

Despejada tengo
mi jubilada cabeza,
y todos mis sentidos
funcionan coherentes.

Si miro por la ventana,
sólo a ella mis ojos buscan.
Únicamente por encontrarla
salgo fuera al jardín.

Su caminar altivo,
su noble figura,
la sonrisa de su boca
y el fuego de su mirada.

El fluir encantador
de sus palabras,
la caricia de sus manos,
¡Oh! ¡Y sus besos cándidos!

Mi pecho hacia ella se enarca
en poderoso impulso.
¡Si pudiera cogerla,
retenerla junto a mí,

y besarla,
hasta saciar mis deseos,
hasta quedarme extasiado
bajo sus labios! desde el caño J...