Carataunas - Granada

Vamos a intentar satisfacer el deseo de Antonio de la Rosa y hablar de política, en medio de las vacaciones.
Hemos tenido dos meses para empezar a analizar el comportamiento y expectativas que nos plantea el nuevo alcalde.
Para empezar ya ha cobrado dos sueldos íntegros y supongo que parte proporcional de la paga extra y aún no hemos visto ningún movimiento que nos indique que algo cambia. Que llegan nuevas ideas a Carataunas y que el pueblo va a poder empezar a vivir por sí mismo.
Ni una muestra de algo mas.
Lo cual, y aunque aún es poco tiempo para seguir negándole una oportunidad al hombre, me hace pensar en otras posibilidades sobre los hechos ocurridos en las pasadas elecciones.

En primer lugar el cambio de cabeza de lista de Antonio de la Rosa, hombre que si tenía ideas para Carataunas, que también publicaba por delante que se pondría sueldo, pero que, y al parecer éste es su principal problema para el partido que iba a representar, es honrado.
Dadas las circunstancias y buscando el análisis de ellas mismas llego a pensar que el principal problema de Antonio era su honradez.

El partido que iba a representar no se podía permitir un hombre honrado al mando del ayuntamiento, necesitaba un hombre de paja. Da igual que no tenga ideas y que no sirva para progresar, Carataunas no necesita progresos, según ese partido necesita silencios.
No se puede llegar a sacar a la luz qué ha pasado en el catastro entre su jefe provincial y el anterior alcalde, ni entre obras públicas y su anterior alcalde, ni entre la diputación y su anterior alcalde, incluso entre los juzgados y su anterior alcalde, ni en la notaría etc etc etc
Al anterior alcalde había salpicado demasiados organismos oficiales y puestos de alturas como para que todo pudiera ser desmantelado de un plumazo, si eso llegaba a Madrid y a los Ministerios correspondientes muchos jerifaltes granadinos caerían en el escándalo mayúsculo, y aunque estamos todos acostumbrados a estas situaciones ninguno quiere que sean públicas y notorias y menos jugarse cercanas jubilaciones con loas y banquetes, como si hubieran sido leales y honrados servidores de los ciudadanos estado.

Era necesario quitar de en medio a Antonio de la Rosa para empezar, y anular a la otra lista, que también tenía muchas ideas para intentar hacer de Carataunas un pueblo próspero pero también eran honrados y no estaban dispuestos a ocultar pruebas.
La otra lista ¿Cómo quitarla de en medio?
Con la ayuda de un tercero, otro cabecilla que rompiera la unidad de los que se presentaban, no hacía falta que tuviera ideas solo que se presentara y dividiera los votos.
Listo el asunto, ya tenemos Hombre de Paja al frente del Ayuntamiento que asegure a todos esos señores, cómplices del antiguo alcalde, su impunidad y su jubilación “honorable” al menos de cara al público general.
Así que éste es el análisis de la situación tras los hechos acaecidos y veremos si la historia no nos da publica y notoriamente la razón.