A todas las madres, con afecto. Quiero con este modesto poema, mi especial dedicatoria a todas esas sufridas mujeres que rodean nuestras vidas, y a todas las madres. También un especial homenaje a Joaquina y para Josefa Con todo mi más sincero cariño. A TI MADRE Todo el día en la cocina encerrada pasas Llega la hora de comer, ni gracias De lo rica que salió la comida No me acorde, no dije ni palabra. A ti madre, que siempre tienes una sonrisa Una palabra de esperanza Ni un reproche, en mis meteduras de pata A ti madre, que siempre estas dispuesta a todo A cambio, nunca pides nada. A esa madre, sufrida y callada Que por todo, sufre quejas De agradecimientos nada de nada Del amor desinteresado, eres reina Sus quejas, ella calla Nadie tiene tiempo de escucharlas. Madre que tu vida entregas Y que no esperas nada Tú que siempre oyes y callas Que me entiendes y comprendes y… hablar, no hace falta Esa mujer que trabaja sin trabajar Sin cuota en la seguridad social Nomina, no remunerada ¿Las vacaciones? ¡Si, no estoy cansada! Días de libre disposición ¡No conoce esa palabra! Ni una escapada, de fin de semana. Siempre al pie, del cañón ¿Oras? Siempre, más bien largas Su entretenimiento una canción De su radio cansada Su Sueño, un beso Sobre su frente mojada. Llego el tres de febrero Fecha, por todos olvidada El teléfono permanece mudo ¡Quizás! Se les haya olvidado Sus labios, una sonrisa dibujada Sonríe, sabe que están bien Sabe que no necesitan nada. |