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Mezquitas garaje,bombas de relojería

2 comentarios DANIEL SERRANO

El yihadismo no ha renunciado a Al-Ándalus. Se descartan grandes atentados, pero no acciones individuales.

El peligro ya no es el terrorismo a gran escala, como el del 11-M, sino golpes individuales que pueden hacer mucho daño. El caso de los dos musulmanes detenidos esta semana en Murcia y Zaragoza hace sospechar a los expertos en terrorismo islamista que un eventual ataque puede venir bien de los llamados lobos solitarios, bien de células conectadas con Al Qaeda del Magreb, bien de inmigrantes de tercera generación, los llamados homegrown, algo así como hechos en casa.Desde el atentado de Boston, los expertos han redoblado su vigilancia sobre las llamadas mezquitas garaje, centros religiosos municipales, no registrados, que ocupan locales pequeños, como bajos comerciales o pequeños garajes, y que difunden consignas yihadistas. No todas esas mezquitas son potencialmente peligrosas, pero desde que el CNI detectó hace dos años que 100 de las 900 mezquitas difunden mensajes radicales, las Fuerzas de Seguridad tienen bajo la lupa ese tipo de centros. La gran dificultad es contabilizar estas mezquitas garaje, debido al secretismo y hermetismo de los radicales que allí se congregan.

Según Óscar Pérez Ventura, experto en terrorismo yihadista y analista del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), se barajan tres posibles escenarios de actuación islamista. El más remoto es un golpe similar al 11-M; más probable, pero de menor impacto, es un actor individual sin preparación militar y sin vínculos con organizaciones terroristas; y el escenario aún más probable: un actor vinculado a un grupo yihadista.

La clave es el humus cultural o religioso de donde se pueden nutrir esos actores individuales o homegrown. Luchar contra ese humus es misión casi imposible.

Pequeñas células

La guerra santa pos-Bin Laden tiene una peculiaridad inquietante: las células, pequeñas células, dispersas por todo Occidente crecen como hongos y son potenciales focos de terrorismo. La matriz sigue estando en Oriente (los saudíes y los iraníes), pero las franquicias se clonan por Francia, Inglaterra o España y terminan actuando de modo autónomo.

Esos focos pueden encontrar el terreno abonado en los países occidentales, gracias al humus religioso y cultural que se ha sedimentado durante décadas. Es sighificativo el caso de España, donde la inmigración procedente del Magreb ha llegado a generar una población de 2 millones de musulmanes.

Esa población es, en su inmensa mayoría, pacífica y lo único que pretende es trabajar, vivir y dejar vivir. Pero un sector, sobre todo los más jóvenes, son carne de cañón para el influjo de los predicadores más radicales de ciertas mezquitas. Ese es el gran peligro que vislumbran analistas y expertos en terrorismo.

Movimientos como Justicia y Caridad, corriente de origen marroquí pero ilegalizada por Rabat; los Hermanos Musulmanes, conectada en España con la Unión de Comunidades Islámicas; o los llamados tabligh son caldo de cultivo del yihadismo o de focos sueltos e incontrolados.

Algunos de estos movimientos defienden sin el menor complejo “la instauración del califato universal o su particular consideración de la mujer o de la moralidad pública”, afirma Óscar Pérez Ventura. Es el caso de Justicia y Caridad, aunque postula la no violencia, es contrario a la integración del mahometano en la sociedad española. En algunas mezquitas, los imanes no reconocen la legitimidad de las autoridades políticas.

Por desgracia, esta actitud la comparten estos movimientos con una parte significativo de la población musulmana de España. Un sondeo realizado por Interior en 2010 señala que el 60% está a favor de la existencia de “tribunales islámicos en países no musulmanes”.

Elemento importante de la inculturización es la presencia de medios de comunicación musulmanes en España. De influencia relativa, pero a la larga focos propagandísticos. Existen dos: Córdoba TV, promovida por el jeque saudí Al Fwazan, quien posee unas naves en San Sebastián de los Reyes (Madrid) a nombre de la Fundación para el Mensaje del Islam que él preside.

La otra es Hispan TV, vinculada a los iraníes. El presidente del IRIB, organismo del que dependen las televisiones públicas iraníes, o sea, todas, Ezatolla Zarqami, ha declarado que Hispan TV, que así se llama el canal, “tendrá un papel fundamental a la hora de reflejar la legitimación ideológica de nuestro sistema político en el mundo”, ya que la América hispana es otro de sus escenarios. La emisión de Hispan TV, cuya emisión fue clausurada a principios de año a instancias del Gobierno central, se centran en noticias con contenido político, ideológico y religioso. No esconden su antiamericanismo, antijudaísmo y antisaudismo. Prentenden mostrar una imagen positiva de Irán, como un país tolerante y abierto a otras religiones. Muestran también posturas favorables hacia otros países como China, India, Rusia, Corea del Norte o Turquía. Y muestran cierto tono tendencioso en noticias relacionadas con la OTAN.

El gran problema es que quienes quieren volar trenes, poner bombas en aviones o provocar masacres en supermercados no necesitan ni complejas infraestructuras ni tampoco conexiones con el cuartel general de Al Qaeda. Los llamados homegrown, es decir “hechos en casa”, los cachorros solitarios nacidos en Occidente actúan como franquicias de sus matrices en Afganistán, Pakistán o el Magreb.

https://ww.intereconomia.com/noticias-gaceta/sociedad/mezquitas-garajebombas-relojeria-20130430