Portbou - Girona

La Generalitat necesita captar 4.000 millones para llegar a fin de mes
Jordi Sacristán | 7:27 - 13/10/2010
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La emisión de bonos para particulares que aprobó la Generalitat de Cataluña el pasado lunes es insuficiente para cubrir la necesidades financieras de esta Aadministración autonómica en el actual ejercicio. Por el momento, el Departamento de Economía sólo ha conseguido la mitad de la financiación que presupuestó para 2010, unos 4.000 millones de euros. Según las previsiones del propio Departamento, serán necesarios otros 4.000 millones para cubrir las necesidades mínimas hasta final de año.

Ante la imposibilidad de acudir a los mercados de deuda para conseguir el importe que aún falta, la Generalitat ha aprobado una emisión de bonos para particulares por valor de 1.200 millones de euros a un tipo de interés anual del 4,75 por ciento. La emisión, que se ampliará hasta 2.000 millones en caso de interesar a los ahorradores, tampoco cubre las necesidades de esta Administración autonómica ya que, para alcanzar lo presupuestado, debería conseguir entre 2.000 y 2.800 millones adicionales antes del 31 de diciembre.

Los 1.200 millones que la Generalitat conseguirá a través de los bonos a particulares tienen como destino cubrir los pagos más inmediatos que debe realizar la Administración. Por el momento, sólo los hospitales concertados y las farmacias han denunciado el retraso en los pagos que tiene comprometidos la Administración autonómica. Sin embargo, otros proveedores del Gobierno catalán han empezado a quejarse del retraso en el abono de las facturas y, sobre todo, de los problemas que ponen los bancos para descontar las facturas de la Generalitat.
La banca cierra el grifo

De hecho, uno de los motivos de la emisión de bonos para particulares es que las entidades financieras han cerrado el grifo del crédito a la Generalitat. Según fuentes del sector, bancos y cajas se encuentran en el límite que fija el Banco de España en referencia a préstamos a las Administraciones Públicas. Al parecer, ese límite se alcanzó el pasado mes de julio, cuando un grupo de entidades financieras salvaron en el último minuto las finanzas catalanas.

El 31 de julio a media tarde, una nota de prensa de la Generalitat anunció la firma de un crédito sindicado por valor de 1.000 millones de euros con diez entidades financieras españolas. La Caixa y el BBVA lideraron la operación con 350 millones de euros cada uno. Las restantes entidades que cubrieron el préstamo fueron Caja Madrid, con 75 millones de euros; Banco Sabadell, con 70 millones; Banco Popular, 50 millones; Caixa Penedès, 35 millones; Caixa Galicia, 25 millones; Caixanova, 25 millones; Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, 10 millones y Unnim, otros 10 millones.

Tras el verano, cuando la Generalitat contactó de nuevo con La Caixa para liderar un nuevo crédito, la caja comunicó a la Administración que ya no era posible y que una alternativa sería la emisión de bonos para particulares. La emisión de bonos, con un valor de 1.000 euros cada uno, será comercializada a través de las redes bancarias que también obtendrán un comisión por la colocación.
Cita electoral

Otro de los factores determinantes de la emisión de bonos aprobada por la Generalitat es la cercanía de las elecciones autonómicas previstas para el 28 de noviembre. Ante la cercanía de los comicios, ya era imposible seguir esperando que los mercados financieros permitieran realizar una emisión de deuda. De hecho, la Generalitat sólo consiguió realizar emisiones de deuda a lo largo del primer trimestre del año, cuando colocó 2.150 millones de euros en los mercados internacionales. Desde el pasado marzo ya no ha existido ninguna oportunidad y la Administración catalana se ha financiado con el mencionado crédito sindicado y pequeñas emisiones de pagarés por un valor total de unos 850 millones.

El problema de los pagarés y de los bonos para particulares es que tiene un plazo de vencimiento muy corto. Los pagarés han sido emitidos a tres, seis y doce meses, mientras que la emisión de bonos que se comercializará durante los próximos días tiene un plazo de vencimiento de un año. Si los mercados de deuda no se abren de nuevo, el futuro Gobierno catalán que salga de las urnas tendrá un 2011 con serias dificultades ya que deberá afrontar el vencimiento de estos bonos.

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