Lloret de Mar - Girona

"Si no restringimos las prácticas islámicas, convertiremos Cataluña en una segunda Palestina"

Laura Casarramona.- En 2007 se produjo una escisión en Plataforma per Catalunya de la que surgió el Partit per Catalunya (PxCat) que lidera Mateu Figuerola i Niubó (Bellpuig, 1955). Durante la entrevista concedida a Alerta Digital culpa de la ruptura al "personalismo enfermizo" de Josep Anglada. "Llevaba el partido con ausencia de los mínimos principios democráticos", señala. No fue sin embargo la única razón. Figuerola dice estar convencido de que su partido vivirá un momento de plenitud electoral en las municipales del próximo año y que terminará siendo la referencia política para todos los catalanes preocupados por la inseguridad ciudadana y el aumento de la inmigración musulmana. Cree también que Plataforma per Catalunya (PxC) terminará agotándose a espaldas de quienes en sus orígenes le dieron su apoyo.

El líder de PxCat propone poner fin a los "inmigrantes extracomunitarios provenientes de civilizaciones abiertamente hostiles a Occidente" y vincula a muchos de ellos con organizaciones terroristas islámicas. Mateu Figuerola reivindica la vocación española de su partido, defiende su ADN liberal y nos desgrana algunas de las claves sociales e ideológicas que, en su opinión, hacen indispensable la presencia antiséptica de PxCat en el escenario corrompido de la política catalana. Mateu Figuerola es consejero comarcal de Segarra y concejal en Cervera (Lérida).

-¿Por qué abandonó Plataforma per Catalunya?

Era un partido que no tenía definida una línea ideológica. Su ideología cambiaba según las circunstancias. Además, el personalismo enfermizo de Anglada era incompatible con cualquier ideario político. Anglada es una persona que no sabe delegar y cuyo ego obsesivo-compulsivo generaba tensiones continuas e innecesarias.

Dirigía el partido sin arreglo a los mínimos principios democráticos. Escondía la información y solía no dar la cara frente a las reclamaciones de los juzgados, como en el caso de los ex trabajadores de Plataforma por Madrid. La contabilidad era un asunto que sólo conocía él. Nunca rindió cuentas mientras yo formé parte de ese partido. Luego contará lo que quiera contar, pero la verdad tiene sólo un camino. Si estoy mintiendo, le reto entonces a que me saque los colores en el transcurso de un debate; sólo entre él y yo, dónde, cuándo y cómo quiera.

-¿Qué diferencias destacaría entre su partido y la formación que dirige Anglada?

Anglada está encallado en el pasado y no dice públicamente cuál es su ideología; eso lo deja para la intimidad o las cámaras ocultas. Su plataforma puede abarcarlo todo; es como el camarote de los hermanos Marx o como un puzzle de muchos colores. Según el momento y el lugar se saca unas piezas u otras.

En cambio, el Partit per Catalunya es un partido de futuro, con unos principios ideológicos y programáticos muy claros. Unos principios que además de transparentes son los mismos en Cervera que en Barcelona. Nosotros no cambiamos de discurso en función del día y del lugar. Nunca votaríamos en favor de la autodeterminación de Cataluña o de las selecciones deportivas catalanas, como hizo Anglada en un Pleno de Vic. Tenemos unos ideales y por ellos trabajamos los 365 días del año.

-¿Están claras las cuentas de Plataforma?

Hoy no lo sé. Mientras estuve dentro eran un papel en blanco. Lo que sí puedo decirle es que, durante mi etapa en Plataforma, el dinero que recibía el grupo municipal estaba embargado por un juzgado de Madrid. Cuando se pedía información sobre este tema, nunca se nos contestaba y siempre se posponía la respuesta para mejor ocasión. En cambio, las cuentas de PxCat son transparentes y no tenemos nada que esconder.

Por cierto, ¿ha leido usted ya el libro 'Sin mordaza y sin velos'?

No, no me interesa saber lo que escribe Diego donde Anglada dice digo.

-Ustedes se declaran centristas y liberales, ¿implica eso una mayor contemporización con los fenómenos migratorios?

Nos situamos en una posición de centro, pero teniendo en cuenta en primer lugar los intereses de la inmensa mayoría de la población, que son los trabajadores, los estudiantes y las familias. El centro político no es nunca geométrico, sino que viene determinado por las características económicas de la sociedad, que actualmente no son igualitarias, porque todavía quedan muchas injusticias por corregir. Somos liberales reformistas, pues el liberalismo es una corriente de pensamiento filosófico y económico y también de acción política, que propugna limitar al máximo el poder coactivo del estado sobre los seres humanos y la sociedad civil.

Del ideario liberal forman parte la defensa de la economía de mercado y, en general, la libre circulación de personas, caudales y bienes; el mantenimiento de un sistema monetario rígido que impida su manipulación inflacionaria por parte de los gobernantes, etcétera. Sin embargo, entendemos que el capitalismo comete muchas veces abusos criminales y, a tenor de que nuestra finalidad es la defensa de las personas, creemos que las grandes empresas, monopolios y multinacionales han de ser controladas por unos poderes públicos basados en el concepto de democracia popular participativa. Lo mismo cabe afirmar en relación a la libre circulación de mercancías y personas, que no se puede gestionar en perjuicio de los intereses mayoritarios de la población, como se está haciendo ahora en nombre de la globalización.

Por este motivo, nos consideramos unos liberales críticos y reformistas, de tendencia libertariana, una escuela liberal que subraya la libertad política del ciudadano frente a los grandes poderes económicos. Finalmente, entendemos que el monetarismo no puede ser un dogma ciego, porque la actual crisis inmobiliaria ha generado un colapso financiero a escala mundial. Por tanto, no descartamos el recurso a las recetas keynesianas cuando el bienestar de la gente esté en juego.

También quiero resaltar que nos identificamos con el sistema de valores reflejado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de procedencia ilustrada y cristiana, entendiendo que constituyen la identidad de Occidente y la fuente axiológica, jurídica y política del sistema democrático, al que no queremos renunciar frente a posturas reaccionarias de ningún tipo.

-¿Qué soluciones aportan al problema de la inmigración islámica?

El principal problema de la inmigración islámica es el integrismo islámico. Las creencias islámicas configuran el perfil de un régimen teocrático de contenido ideológico totalitario, y por tanto, incompatible con la democracia. Esta misma naturaleza totalitaria del islam, patente en los preceptos que justifican la inferioridad y el maltrato de la mujer, la emigración conquistadora, la guerra santa o el asesinato de los ateos, lo que genera al final son prácticas violentas y, en último término, esa forma extrema de violencia organizada que es el terrorismo.

La religión islámica es algo así como un proyecto político y se engañan los que piensan que puede permanecer limitada al ámbito de las creencias privadas de los fieles o dentro de los muros de las mezquitas. En el mejor de los casos, lo que podemos esperar de la implantación del islam en Cataluña será la existencia de dos comunidades separadas, la catalana y la musulmana, y por tanto de una cultura paralela donde las normas, valores y leyes occidentales no sean respetadas, lo que evidentemente no podemos tolerar. Esta cultura impermeable a los derechos humanos y la democracia buscará cómo expandirse y utilizará en contra nuestra el campo abierto que la falsa tolerancia de los políticos y el sistema de libertades políticas ofrecen a todas las ideologías totalitarias.

Cuando la cultura islámica se haya hecho un hueco en Cataluña, se convertirá, aunque no participe directamente en el ejercicio de la violencia o del terror, en el marco donde el terrorismo islamista se habrá convertido en una lacra, una enfermedad social crónica tan difícil de extirpar como la subcultura abertzale y el terrorismo etarra en el País Vasco. En definitiva, debemos ser conscientes de ello a la hora de definir una política de inmigración alternativa a la actual.

-¿Se mostraría entonces dispuesto a restringir las prácticas islámicas en Cataluña?

Lo creo imprescindible y necesario por el bien común. Porque si no queremos convertir Cataluña y España en una segunda Palestina, las medidas deben ser sobre todo preventivas. Y aquí el PxCat será inexorable. Para nuestro partido, efectivamente, no se trata sólo de reducir a cero el contingente islámico dentro de una política racional de inmigración, sino de favorecer la repatriación de los inmigrantes musulmanes y de impedir a cualquier precio que el islam llegue a ser en nuestro país una realidad cultural con entidad propia.

A los políticos del sistema les ha llegado la hora, de buen grado o por la fuerza, de que asuman sus propias responsabilidades. Y entre estas responsabilidades está la de restringir las prácticas islámicas en Cataluña.

-Usted es de Lérida y esta provincia aporta a PxCat su principal cantera de militantes. ¿Cómo valora que el de la capital leridana haya sido el primer Ayuntamiento español en prohibir el burka en los espacios públicos?

Permitame que atribuya a las campañas de concienciación de PxCat una parte del éxito. Tienen miedo al crecimiento de PxCat en la provincia y han querido ocupar nuestro espacio político con una medida que retrata la hipocresía de los partidos tradicionales. Mire. yo presenté en un Pleno del Ayuntamiento de Cervera una moción idéntica a la que ahora ha sido aprobada en Lleida. Los partidos que han votado en contra del burka en la capital de la provincia son los mismos que rechazaron mi moción. Supongo que ahora no tendrá ningún sentido que consideren malo para Cervera lo que creen necesario para Lleida. En ese sentido, volveré a presentar la misma propuesta, aunque sinceramente, no tengo demasiada confianza en la coherencia de esos hipócritas que votan una cosa o la contraria en función de sus propios intereses electorales y no del interés general de Cataluña y España.

-¿Cuáles son sus previsiones para las elecciones autonómicas?

Nosotros tenemos un voto oculto y, por consiguiente, se hace muy difícil hacer pronósticos. Estoy convencido de que sacaremos unos resultados que nos consolidarán políticamente de cara a las próximas municipales. Contamos con más de un millar de afiliados en las cuatro provincias. Eso nos permitirá elegir a candidatos con un importante bagaje político y profesional a sus espaldas.

-¿Podría adelantarnos la identidad de los candidatos para el Parlament por las cuatro provincias catalanas?

Seguimos una hoja de ruta y usted me permitirá que sean los órganos internos del partido los que hagan públicas nuestras listas siguiendo el procedimiento normal de los partidos democráticos. Lo que sí le adelanto es que el candidato por Tarragona será una persona de un gran prestigio, originaria de El Vendrell. Presentaremos a alguien mejor y más presentable que un travestí teñido.

-¿Se consideran ustedes identitarios?

Tengo claro que defendemos un modelo de sociedad diferente al que quiere imponerme el islam y me identifico plenamente con la identidad de Occidente. Si sentirse orgulloso de nuestras raíces es ser identitario, PxCat lo es más que nadie.

-¿Tienen ustedes ya perfilados los detalles de la campaña electoral? ¿De qué medios disponen?

Tenemos perfilado el eje de nuestro mensaje. Un mensaje que girará en torno a la inmigración como eje prioritario, Sin olvidarnos de la crisis, la precariedad laboral, la inseguridad ciudadana, la sanidad, la educación y, en definitiva, todos los aspectos que afectan a la sociedad. De hecho ahora estamos centrados en la campaña: "Especialistas en inmigración y mucho más...". Una campaña que va desgranando los problemas de nuestra sociedad para darles solución.

Respecto a los medios que los que disponemos, por suerte, están en aumento. Cada día se suma más gente a nuestro proyecto. Un proyecto de futuro y que defiende a los trabajadores, a los mas perjudicados por las políticas tradicionales. También nos anima mucho el que hayan querido comprar nuestra no presencia electoral con una millonaria suma. Se olvidan de que nosotros somos un partido de principios e ideales y no el refugio laboral para un puñado de incapaces.

-Para terminar, volvamos a su anterior partido. ¿Habrá desbandada en Plataforma per Catalunya si los resultados electorales no son los que ellos esperan?

Para haber desbandada debería existir antes una banda. De momento sólo vende humo. De hecho, muchos de los que allí están, simultáneamente militan también en otros partidos. Dudo que ninguna otra formación política en el mundo tenga tanta doble afiliación como el partido por el que me pregunta. Lo que sí le puedo asegurar es que, independientemente de los resultados que obtengamos, PxCat seguirá defiendo sus ideas y programas en la Cataluña del siglo XXI.

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