Figueres - Girona

De la cola de toro a la butifarra

«No se trata de invocar el tópico del excesivo apego catalán por el dinero, pero uno tiene la impresión de que si la industria taurina reportase dividendos considerables a las arcas de la Generalitat, la movilización contra la fiesta nacional no hubiese encontrado tantas facilidades»

MANUEL CONTRERAS

Día 31/07/2010 - 23.20h

Me pregunto si la creciente y exitosa movilización antitaurina catalana tendría el mismo arraigo si se criasen toros al norte del Ebro. Es decir, si el toro dejase en Cataluña una parte sustancial de los 2.500 millones de euros anuales que mueve el sector en España, según los interesantes datos que recoge hoy Mercedes Benítez en estas páginas. No se trata de invocar el tópico —probablemente injusto— del excesivo apego catalán por el dinero, pero lo cierto es que uno tiene la impresión de que si la industria taurina reportase dividendos considerables a las arcas de la Generalitat, la movilización contra la fiesta nacional no hubiese encontrado tantas facilidades y sus legítimas reivindicaciones no hubieran tenido ese eco desmedido que ha terminado por acallar para siempre los clarines en esta comunidad autónoma. O realidad nacional, como gusten.
Si, como dicen sus promotores, la furibunda movilización antitaurina carece de connotaciones políticas y su objetivo no es eliminar un símbolo de españolidad que no aporta beneficio económico significativo a Cataluña, existen otros ejemplos de abuso animal que pueden convertirse en nuevos objetivos para encauzar este encomiable amor hacia las criaturitas de Dios. Por ejemplo, todo el sector cárnico, que genera cinco millones de toneladas anuales en España, la mayor parte —el 60%— proveniente del porcino. Cinco millones de toneladas de animalitos indefensos que son criados en condiciones deplorables, engordados artificialmente y ejecutados con crueldad sin otorgarles una mínima opción de superviviencia.
Se da la circunstancia de que Cataluña, con gran diferencia, es la mayor productora de carne de España, hasta que punto de que provee del 30 por ciento del porcino, el 30 por ciento de las aves y el 22 por ciento del vacuno que se consume en todo el territorio nacional. Asimismo, la industria del sector está mayoritariamente concentrada en la comunidad catalana, hasta el punto de que el 44 por ciento de la maquinaria se vende a empresas catalanas. Los beneficios, por tanto, repercuten muy mayoritariamente en Cataluña.
Ya que han conseguido erradicar las corridas de toros y se han quedado sin objetivo, propongo a estos defensores de la vida animal que se movilicen ahora contra la butifarra catalana. Ya verán la gracia que le hace a Montilla.

https://ww.abcdesevilla.es/20100801/opinion-columnas/cola-toro-butifarra-201007312320.html