ECLESALIA 2009. Soy un enamorado, lo siento con fuerza. Estoy enamorado de ti y de las palabras que me traen y me llevan a ti, como un columpio de brisas. Hoy me angustia no poder inundarte de palabras que lleven toda mi ternura a tu regazo, como pétalos de rosa, como mariposas multicolores, como chispas de luz que me iluminen tu rostro, tu verdadero rostro -tu fondo preciosísimo-. Tú y yo estamos en plena madurez, amando la luz y los senderos de la plenitud. ¿Por qué nuestros miedos congelan las palabras? ¡Cómo espero que me ayudes a sembrar un jardín de palabras que nos identifiquen, que nos unan, que nos ayuden a trenzar esos lazos de ser que, hace tantos años, tú intuiste y siempre has confirmado! Te aseguro que en este momento estoy sobreviviendo de esperanzas. Te espero, te espero con un ramo de palabras verdes mientras te quiero en silencio >>.
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