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Villaescusa de Haro - Cuenca

Poblacion:
España > Cuenca > Villaescusa de Haro
13-03-08 12:22 #752574
Por:luz gonzalez

Historias. El plan Marshall llega a Villaescusa
El plan Marshall llega a Villaescusa
¿Os acordáis de aquel queso amarillo que nos daban en la escuela para merendar? Venía en latas grandes, redondas y también amarillas. La maestra lo cortaba y nos daba a cada una de las chicas de la escuela un trozo, que algunas guardaban para llevárselo a casa y otras, la mayoría, poníamos, allí mismo, sobre el pan y la azúcar que nos habíamos llevado de casa. ¡Qué rico estaba!
Un día, viendo la película de Berlanga “Bienvenido Mister Marshall”, me acordé del queso y con el recuerdo vino la asociación de ideas. Ese queso que llamábamos “Americano” debía formar parte de la ayuda norteamericana a la reconstrucción de Europa de los años cincuenta. Un poco tarde, pero ya se sabe, las cosas a los pueblos llegan con un poco retraso. A Villaescusa llegó tarde, pero llegó. Marsahll. En Tuvimos más suerte que en Villar del Río. En ese pueblo, todos los vecinos decoraron las calles para recibirlo, se vistieron sus mejores galas y fueron, con el alcalde a la cabeza, a esperarlo a la carretera Menudo chasco se llevaron todos cuando la caravana de coches americanos pasó de refilón, sin parar siquiera….Menudo desprecio. A nosotros no, a nosotros en cambio, sin pedírselo nos mandó aquel queso tan rico y la leche en polvo que estuvimos tomando cada día durante muchos años. Nos llevábamos nuestros vasos, que les daban en la tienda a nuestros madres por el Tu-Tu que compraban o por el chocolate, y nuestra cucharilla. Al recreo, nos poníamos en la fila y la Carmen de Dionisio nos echaba la leche caliente y con espuma. Para batirla tenía un batidor de aluminio como el que se usa para hacer tortillas. Primero deshacía los grumos en agua fía y luego le iba echando agua caliente y batiéndola a mano. Todo un arte. A veces, cuando la Carmen no estaba, lo hacíamos las chicas ¡y te llevabas cada grumo a la boca! Pero estaba bueno. A mí me gustaba, y a mi amiga Sole, no digamos.
Las había más delicadas, como mi prima Adela que no se la podía beber sin su Cola Cao y su azúcar. Pero la mayoría la tomábamos sola, porque aunque nuestras madres nos dieran el Cola Cao, cuando llegaba la hora del recreo ya no lo habíamos comido a palo seco. Y lo mismo pasaba con el azúcar.
Aquel Cola Cao lo traían los negritos del Áfríca Tropical. Eso era lo que oíamos en la radio, en los descansos de las novelas de la tarde. Y antes y después de “Matilde Perico y Periquín” en Radio Intercontinental. Además , entonces, era la única vitamina que tomábamos. Nuestras madres nos lo daban porque
“lo toma el ciclista y se hace el amo de la pista,
lo toma el boxeador y boxea que es un primor.
Es el Cola Cao, desayuno y merienda sin par……

Después de tomar nuestra leche, con Cola Cao o sin él, cada una se iba a lavar su vaso al arroyo que corría enfrente de las escuelas. El agua bajaba clara y cristalina, lavábamos los vasos y bebíamos de ella. Nadie nos dijo si era potable o no, pero nadie se puso enferma nunca por haber bebido de esa agua. A veces, también caía alguna al arroyo y se mojaba los pies. No se lo decía a nadie para que no la castigaran y aguantaba todo el tiempo con ellos mojados, hasta que era la hora de ir a comer a casa.
Detrás del arroyo había una colina verde en primavera sobre la que nos arrojábamos a rular desde lo alto. Allí cogíamos flores, sobre todo las que se comían como la pan de pastor, que era una flor amarilla, las del cardo de la que nos comíamos los tallos después de pelarlos, y las que servían para hacer tinta, a la que llamábamos la sangre de Cristo porque era morada como la sangre. Y bueno, hay más leyendas que explican el nombre, pero nos estamos desviando del tema: que gracias a los americanos los chicos y las chicas de Villaescusa somos un poquito más altos ahora.

Somos más altos y ni siquiera sabíamos quien era el señor que nos daba la leche y el queso. Yo confieso que, hasta que no vi la película, ni siquiera sabía que se llamaba señor Marshall.
(Ahor ame dicen que el Palna Marsahall fue anterior a m época, que a naosotros el queso americano y la leche en polvo nos la dio el presidente Eisenhawer a cambio de oner las bases norteamericanas en Torrejón de Ardoz. Qué ingrata he sido, yo que iba cada año a protestar para que se las llevaran y gritaba ante las rejas: “Yanquis largaros, estáis acorralados” Pero bueno, a nadie le pidieron permiso para hacer el cambio leche y queso por bases. En esa época ni siquiera se podía votar )
Puntos:
13-03-08 13:24 #752726 -> 752574
Por:Thomas

RE: Historias. El plan Marshall llega a Villaescusa
Esta es buenisima,(cuantos y cuantos recuerdos)me he reido un montón.Luz muchas gracias.
Puntos:

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