Reíllo - Cuenca

PREGÓN DE FIESTAS

REILLO 2005

Buenas tardes, señoras y señores. Señor Regidor de la villa, Comisión de Festejos, Reina y Damas de honor, vecinos y convecinos, amigos todos; como Vocero Mayor de estas fiestas en honor de San Roque, Patrón y dueño de cada uno de vuestros acogedores corazones, quisiera rendir homenaje a la historia de un pueblo sencillo que en tiempos alcanzase gloria y que ahora, recuerda entre sus piedras ese orgullo de un pasado que rindió culto al tiempo vivido. Todo pregonero que se precie, allá donde extienda su voz para abrir festejo no puede ni debe dejar de lado el retazo de una historia pasada. Esa clara convicción que me guía se acrecienta todavía más si de Reillo se trata, pues este lugar que acurrucado a los pies de ese singular Cerrito del Castillo, ha abierto siempre el horizonte entre la Dehesa de la Torre, los Vallejuelos, la Veguilla o cerca de esa Cabeza del Ciego buscando su identidad entre tradiciones populares mantenidas, definiendo honestidad en una tierra poco bondadosa y ha creído en su futuro al lado de esos pastos que buen ganado tuvieron que acoger por cañadas transhumantes a paso de ese famoso “Camino viejo de Reillo” que de vega a vega comunicaba. Situado, no muy lejos de la vega del Guadazaón, río moruno, abrió páginas a la historia un poco antes, pues como poblado de la Edad del Bronce en la sima de Zorreras le define origen incierto para luego dignificarle en aquel mundo romano que le dió el propio nombre de Regilium y que le coloca en esa vía secundaria de Antonino Pío abierta al mundo de un imperio universal.
Desde Iniesta, pasando por Arguisuelas cruzaba por Reillo y desde aquí a Cañada camino de Albarracín. El mismo paso que luego los ganados transhumantes recorrían por
esa Cañada Real, desde la Alta Sierra hasta tierras de la Alcudia, Jaén y la Baja Murcia. Riello, Reillo, Regilio, ¿cualquiera podría valer?. Nombre de río peculiar, tal vez Regajo o quizás Reajo, que le definió con personalidad suficiente para ser territorio de gente brava que luchó contra el romano a mano de ondas pastoriles diestras, que ganaron fama en tiempos de Reconquista con el moro invasor ayudando a las huestes del propio rey Alfonso VIII, ahí están esos restos de la Torre, entre pinares, en dehesa grande y gracias al valor de ese capitán que aquí, no muy lejos, colocase feudo en esa Dehesa de Cañizares y que después, dignificado por el valor demostrado de todos sus habitantes le hizo acreedor a ese rango de Señorío en manos de aquel D. José de Villaviciosa, aquí enterrado, Señor de Corte, arcediano de Moya y sobre todo, genial autor de una de las obras más insignes de toda la literatura del siglo XVII española: “la Moschea”. Esa obra de corte fabulesco que como poema épico y satírico hace una extraordinaria reflexión sobre la moralidad, la vida social y el libertinaje de una época, aprovechando esos versos en cuaderna vía y hablando de animales en pleno campo regado por ríos como el Júcar, el Huécar y el Moscas. Maravillosa composición de difícil lectura pero de gran profundidad en su pensamiento que hizo de su autor y de Reillo, feudo de reconocimiento universal para todos. Aquí se oyeron con estruendo los trabucazos carlistas de Cabrera en su ataque a Carboneras cuando destruyeron casi todo el pueblo quedando solamente la iglesia en pie y aquí, en Reillo, tras las piedras del Cerrito, las tropas isabelinas de Santa Cruz persiguieron con saña a cada uno de los que librarse pudieron. ***

Pero los tiempos pasan y con ellos, los recuerdos se agolpan en nuestras mentes buscando aprovechar el momento para salir a la luz. Si aquí, por allá en el siglo XIII época de repoblación, vinieron apellidos del norte peninsular a buscar hogar y asentar vivienda, tal vez de Navarra, Burgos o Logroño como los Muñoz, Alarcón, Navarro o Gómez, lo cierto es que enrazaron linaje con los que ya habitaban, Martínez o Herráiz y de esta manera, salieron generaciones como las vuestras, capaces de entender la vida con la honradez y honestidad como bandera. Está claro que los tiempos de Manolo Caracol, Juanito Valderrama, Imperio Argentina, Estrellita Castro o la Lola Flores con baile de pasodobles sin derecho a roce en el salón de baile de , dieron un poco después paso a Camilo Sesto, Rafael, Marisol, la Pantoja, los Bravos o los Pequenikes que en discotecas sin luz nos servían de excusa clara para arrimar “el ascua” en lo posible y afortunado era, el que tras el rulo de la era manchaba el pantalón a golpe de revolcón, para llegar, ahora, a los Mojinos Escocíos, No me pises que llevo chanclas, Bisbal, la Chenoa o el Bustamante y en “rollo duro” con escote al bies y minifalda sin tela, tatuaje en la entrepierna, pircins en el ombligo buscar pareja sin preocuparte de si, macho o hembra, en cama enembra. ¡Son, sin duda, otros tiempos¡ ¿Mejores, peores?, ¡qué más da, otros y punto, pues a cada uno lo suyo¡, ya que el valor no está en la moda sino en el respeto y eso sí que hay que tenerlo sea cual fuere el momento, el gusto, la afición o la costumbre.
Ya pasaron los tiempos de comer migas rurelas, de mijas, tajás o salón y ahora llegan los tiempos de hamburguesas, sanwiches o patatas de plástico; los mismos tiempos en que Julián el Chiflas daba martillazos al yunque o el tío Faustino entretenía a los mozalbetes con sus chismes, contando en el bar aquellas constantes anécdotas de su
propia vida. Quizás, alguno recuerda aquella vez que yendo al campo perdiese su chaqueta en tiempo de invierno y en lugar de buscar otra bien dijo: “...pues que se joda el tiempo”, a tal vez, cuando la tía María Josefa se desvivía por enseñar a los danzantes del paloteo a base de toque y toque de aquella pequeña acordeón. Eran tiempos de penuria pero no por ello, de poca alegría, pues en cada corazón de un reillano se revivía el esfuerzo del mendrugo, el canto de las músicas, las seguidillas o las jotas de las bodas y en buen recuerdo quedan y quedan personas, más ilustres por humanidad que por título, pues en tiempos de Jesús Gómez, el padre de Jesusete como alcalde se cantaba la canción del Colacao, desyuno y merienda se oía en la radio la voz de Chiriveches y con recuerdo añorado asistía cada guacho a aquella escuela de estufa atendida con buen leño que cada uno aportaba atendiendo a Don José, el alcalde Mondejar, con esmerada y depurada técnica de paleta, mimbre o buen tirón de patillas por no saber los reyes godos o poner la v en burro y no la be de bestia, de pantalón con raja atrás, calzoncillo de felpa y vaquero roto, bombacho de flores o tanga a la vista ¡aunque esto último es una gozada, verdad amigos¡ y eso no lo puede evitar el tiempo. Es cierto que cada momento debe tener su valor pero quizás generaciones que supieron sufrir época de postguerra, que tuvieron que cantar el Cara al Sol, llevar Flores a María en el mes de mayo o comulgar en domingo debían haber merecido más en este otro tiempo de holgura, de derroche, de divertimento, de comodidad y de hondo consumismo.
Tiempos de atrás, con historia vivida o sentida, intensos, llenos de esfuerzo pero luego bien disfrutados, sin el temor de las nuevas lacras sociales basadas en la envidia y el egoísmo que ahora nos engloban y que en el juego tenían el significado de un buen ambiente. ¿Quién no recuerda la dola en la plaza o el chinchimonete, el repalotó o el guá, agachado y ojete al aire mientras enfocabas al agujero?, y no me refiero a ese agujero que ahora algunos de mentes rebuscadas estáis pensando. Pero no hay mal que por bien no venga, dice uno de tantos buenos refranes de la abuela, o de la buena de Alberta Consolación y ahora recordamos con nostalgia aquellos momentos que tanto regocijo provocaba y que los jóvenes, futuro de nuestra sociedad, agradecen evocar en palabras de nuestros queridos ancianos, experiencia viva y sentimiento profundo en cada una de sus palabras y miradas. Las tradiciones son el alma del pueblo. Mantenerlas en el tiempo eleva el espíritu y abre, si cabe, más los corazones. Pero ese tiempo también las hiere: ya no hay aquél San Blas, patrón y mozo, con la lucha de moros vencedores en la plaza de arriba y la de cristianos en la plaza mayor o la de abajo; ya no se escuchan aquellos paloteos de fuerte y hondo sentimiento en ese mismo 3 de febrero; ya no se ve al animero de botarga en tiempos de carnaval que tanto juego de niño nos daba; ya casi ni se come el rico tostón ni el calabazate, en el recuerdo quedan las hojuelas y la frita en sartén que tan bien preparaban nuestras abuelas, no sé si las de la tía Justa eran las mejores; apenas oímos en la lontananza aquellas músicas tan bien celebradas y que Laureano Pérez o el mismo Julián el herrero tanto esmero pusieron para mantenerlas :
Desde tu puerta a la mía
Me he pegado una carrera Por ver si podía ser Mi coplilla la primera Y es que las mujeres de Reillo fueron, son y serán el sentir de nuestra hermosa tierra. Galanas, sencillas y altaneras a la vez, bravas y hacendosas, Esos son tus ojos
Luceros del alba
Que cuando los abres La noche se aclara Porque los mozos, al compás de la acordeón, bandurria y guitarra expresaban su sentimiento contenido, abrían el alma a una música sentida como ninguna y expresaban sutilezas de bella expresión: Esos son tus pechos Son dos fuentes claras
Donde yo bebiera
Si tú me dejaras Y es que Reillo ha hecho historia, tanta como su propia gente, esclavos sufridores de un terruño ingrato “sacando pan de las piedras” y ese sabor agridulce de tanto trabajo creó “buenas gentes” que desde niño yo recordaba, al compás de un campanillo después de beber algo de vino de esas vinajeras, siempre a escondidas, y que siempre tan llenas tenía el bueno de Carlos, aquel cura yeyé que tan cariñoso recuerdo me trae. Por la calle, el vozarrón de Víctor el secretario me causaba espanto: “Guacho, hostia, no te asomarres y toca el badajo ya” y es que tenía peor leche que pavo al trote como decía Casto el tratante, siempre tan locuaz el puñetero.

De vez en cuando, nos quedábamos en la fuente junto al abuelo Julián que tantas historias nos contaba al compás de liar un cuarterón: “Hay si yo os contara lo de la Fuente de la Tinaja o lo de la Plaza del Arao...” mientras Domingo el alguacil pitaba y pitaba sin parar para decir que el camioneto de Casto, el tratante, había llegado a la plazuela y mientras apenas se le entendía pareciéndose a Gapo y su lengua de trapo. Pero yo he venido a abrir unas Fiestas. En ellas debe haber el deseo de olvidar aquellas rencillas que atrás limaron buenas relaciones; debe haber refuerzos amorosos en encuentros ya consumados y flechazos nuevos que hagan rechinar los cascabeles del corazón; debe enjugarse el llanto en raudales de alegría; debe beberse de la pócima del buen rollo, del roce amigable, del beso juguetón, de la carcajada airosa junto a un buen vino y, cuidad siempre el mal trago del calimocho que a veces empapa y deja dormido...¿no se qué? .......¡qué más da si en fiestas todo es posible¡. Por ello, sed fieles a vosotros mismos, huid del advenedizo que mal trago tiene, sentir en vuestro corazón el emblema de vuestro Patrón, para que endulce hogares, enfrentamientos, disputas y ahora, traigan alegrías, jolgorios, aceptar a los de aquí y a los de allá, a los que crean en las bondades y a los huidizos, olvidarse de trabajos, de sinsabores y buscar la buena diversión, el aire mágico, el estrenar noviazgo, amistad, baile..........

Mi agradecimiento sincero a quienes me dieron esta oportunidad de conoceros un poco más, de ofreceros mi amistad, de expresar mi mensaje, de sentirme aunque sea por unos días, tan paisano como cualquiera de vosotros y hagáis un ramillete de mi corazón en lazos de amistad y, cómo no, a vuestra Reina, ¡tan bella¡ y no menos, su Corte de honor, acertada representación de vosotras mismas y, por extensión a mis amigos aquí presentes y a todos vosotros que habéis tenido tanta paciencia en escucharme, un fuerte abrazo desde el estrado y una súplica tenaz, que vuestro Patrón San Roque que también es el mío os ayude, os colme de bendiciones y os conceda la mayor felicidad que merezcáis y deséis. ¡¡Viva San Roque¡¡ ¡¡Viva Reillo¡¡

Pregón de Miguel Romero Saiz

HOLA
GRACIAS POR ESTA INICIATIVA ¿TIENES LOS DE OTROS AÑOS? ME PARECE INTERESANTE PODER LEERLOS DETENIDAMENTE.

UN SALUDO Y GRACUAS DE NUEVO

hola buenos días,

Los de otros años me ha sido imposible localizarlos. Si quieres bajarte este pregón en formato pdf te dejo aquí la dirección:



un saludo