Quintanar del Rey - Cuenca

Chicos-as.
Ante semejante y ameno personaje: lo lo. Prefiero dejar el foro para el solo.

Hasta el Sabado.

Borrado por un Moderador.

Hola, buenas noches.

¿Aburrimiento?, ¿dónde? Yo os veo muy entretenidos, pero voy a leer y a ponerme al día y después os contaré.

¿Aburrimiento? ¡Qué va! Vamos, me lo paso pipa copiando y pegando en el traductor de GOOGLE

Un saludo,Mercedes.

Dile al moderador que te devuelva tus puntos ,y le comentas que te hacen falta para la muñeca chochona.

¿La chochona? la mía es la Mariquita Pérez. ¡Qué jovenzuel@ eres!


Ya me han vuelto a pasar la goma de borrar. Pues nada, me voy.

Follonero,¿tienes preparado el confeti para la fiesta?

Unoquemira, el patio está para pocos títulos nobiliarios Me conformo con ser la única heredera de la casona

Evelyne, vamos a preparar unas buenas tortillas de patatas con y sin cebolla, que hagan resucitar a los vivos

Mercedes, LLévate unos zapatos de gamuza azúl, que son cómodos y elegantes, y nunca se sabe lo que aguantará el cuerpo y los callos (al menos los míos)

Y tod@s l@s demás que vayan aportando, que aquí no se libra nadie.


Saludos.

¡pero vamos¡ ,a mi no me asignas nada?. ¡Ah si¡ yo llevare el champagne y las copas y al final nos reiremos así.....



Pero tened cuidadito que tampoco es muy bueno reir tanto ,os puede doler la barrigota.

Maruja o Maria.

Hay muchas formas de ser antipático-a.

Esto es cosa de mi padre...

¡Guauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! Ya estoy calentando al ritmo del Rey, pero nada de gamuza azul, con mis zapatitos nuevos de bailes de... -esperad, que me toca el salto-...... salón.

Este baile cansa, ehhhhhh?. Sin aliento me he quedao, así que ahora seguiré con otra cosa más suave

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha
Miguel de Cervantes Saavedra Página 181
presencia de Camila, la gravedad de su rostro, la compostura de su persona era tanta, que ponía freno a la lengua de Lotario. Pero el provecho que las muchas virtudes de Camila hicieron poniendo silencio en la lengua de Lotario, redundó más en daño de los dos, porque si la lengua callaba, el pensamiento discurría y tenía lugar de contemplar, parte por parte, todos los extremos de bondad y de hermosura que Camila tenía, bastantes a enamorar una estatua de mármol, no que un corazón de carne. Mirábala Lotario en el lugar y espacio que había de hablarla, y consideraba cuán digna era de ser amada; y esta consideración comenzó poco a poco a dar asaltos a los respetos que a Anselmo tenía, y mil veces quiso ausentarse de la ciudad, y irse donde jamás Anselmo le viese a él, ni él viese a Camila; mas ya le hacía impedimento y detenía el gusto que hallaba en mirarla. Hacíase fuerza y peleaba consigo mismo por desechar y no sentir el contento que le llevaba a mirar a Camila; culpábase a solas de su desatino; llamábase mal amigo, y aun mal cristiano; hacía discursos y comparaciones entre él y Anselmo, y todos paraban en decir que más había sido la locura y confianza de Anselmo que su poca fidelidad, y que si así tuviera disculpa para con Dios como para con los hombres de lo que pensaba hacer, que no temiera pena por su culpa. En efecto, la hermosura y la bondad de Camila, juntamente con la ocasión que el ignorante marido le había puesto en las manos, dieron con la lealtad de Lotario en tierra; y, sin mirar a otra cosa que aquella a que su gusto le inclinaba, al cabo de tres días de la ausencia de Anselmo, en los cuales estuvo en continua batalla por resistir a sus deseos, comenzó a requebrar a Camila, con tanta turbación y con tan amorosas razones, que Camila quedó suspensa, y no hizo otra cosa que levantarse de donde estaba y entrarse a su aposento, sin respondelle palabra alguna. Mas no por esta sequedad se desmayó en Lotario la esperanza, que siempre nace juntamente con el amor; antes tuvo en más a Camila. La cual, habiendo visto en Lotario lo que jamás pensara, no sabía qué hacerse; y, pareciéndole no ser cosa segura ni bien hecha darle ocasión ni lugar a que otra vez la hablase, determinó de enviar aquella misma noche, como lo hizo,