Quintanar del Rey - Cuenca

Hay una pregunta que todos los padres se han hecho alguna vez: “¿Qué hacen nuestros hijos cuando salen de marcha?”.
Y no me extraña, porque cuando los hijos salen por la puerta les dicen:
–¿A dónde vas, hijo?
Y el hijo: –Pues… Por ahí.
–¿Y con quién?
–Pues… con una gente.
–¿Y qué vais a hacer?
–Pues… dar una vuelta

¿Y saben por qué los hijos son tan inconcretos? Pues por una gran verdad que todos los jóvenes saben, pero ninguno se atreve a reconocer. Y como yo esto de la juventud lo estoy dejando, me da igual y lo digo: el 99,95% de las veces que sales de marcha es un coñazo. ¿Pero por qué seguimos saliendo?
Pues porque siempre pensamos: “¿Si no salgo… y luego pasa algo emocionante…? Y, sobre todo, ¿y si ligo?”. Sí, porque no falla: basta que un día no salgas, para que te digan tus amigos: –¡Tío! ¡Ayer fue la leche…! Acabamos con unas finlandesas bailando en un tren de lavado.

Y tú pensando: “J0der, y yo como un ¡mbécil en casa viendo el programa del Moreno… que me lo podría haber grabado”.
Así que, claro, el sábado siguiente, aunque pienses que va a ser un rollo, sales. Y esto es lo que realmente ocurre en casi todas las noches de marcha:

Diez de la noche: Quedas con toda la peña para cenar. Y siempre elige restaurante un tío al que yo llamo El Scotex.
Sí, porque es uno que se ha aprendido el truco de cenar en restaurantes caros y pagar a escote, es un chollo… y aprovecha para pedir lo más caro. Lo malo es que, para evitar que te time, te picas: ¿que pide bistec? Tú, solomillo. ¿Que pide gambas? Tú, centollo.
Y cuando llega el postre estás tan lleno, que te tomarías un cafelito, y ya está, pero El Scotex dice:
–Para mí una tarta de chocolate con salsa de frambuesa y láminas de menta.

Y tú piensas: “J0der, me va a salir el cafelito a 1.500 pelas”.
–¡Pues a mí una mouse… de jamón ibérico… y láminas de menta!

Al final el cafelito te sale por 6.000. ¡Que se j0da!

Doce de la noche: acaba la cena. Y siempre me surge la misma pregunta: ¿por qué no se decide el sitio adonde ir a tomar la copa durante la cena? Pues no, hay que decidirlo en la calle, muerto de frío:
–¿Y si vamos a Pingo’s?
–Uy, no, Pingo’s no, que estará hasta arriba.
–Bueno, ¿y si vamos a Funchi’s?
–Noo, Funchi’s no, que la música es muy mala…

¿Y al final cómo se resuelve esto? Pues como siempre, con indefinición.
De repente alguien tiene una idea brillante: –Oye, vamos al centro y allí vemos…
Y esta frase es mágica: convence a todo el mundo. ¡Yo creo que por eso el PP la copió: “Oye, vamos al centro y allí veremos…”.

Una de la mañana: Llegas al centro y hay que encontrar aparcamiento. Y vale cualquier sitio con tal de que quepa el coche: en un vado, encima de la acera, dentro de un contenedor… Y por primera vez en toda la noche, sientes que estás de marcha. Sí, porque tienes que andar cuatro kilómetros desde donde aparcas hasta la discoteca.

Las dos menos cuarto: Por fin llegas, y ya, tranquilamente, puedes..., ponerte a hacer cola. Las colas de las discotecas son las únicas que haces sin saber si al final te van a dejar entrar.

¿Se imaginan hacer cola en la frutería y que al final no te vendieran los kiwis? “No, a usted no le vendo kiwis, que lleva calcetines blancos, ¡el siguiente!”.
Pero si tienes suerte, a las dos y cuarto consigues entrar.
Y pasas de la marcha al rafting. Sí, porque en las discotecas, la gente se organiza en riachuelos. Y tú te colocas en uno, pensando que va a la barra y de pronto te ves en la puerta del baño: ¡mierd@! Y ves que todos tus amigos han cogido el que va a la barra. Así que intentas avanzar contra corriente, pero no puedes… y les gritas:
–¡Voy al baño, pero no os movááááis de ahíííí!

Pero no cuentas con que las discotecas tienen una capacidad de movimiento propia, como las mareas. Y cuando por fin llegas a la barra, tus amigos han sido trasladados a veinte metros. Y en ese momento empiezas a acordarte de lo bien que se está en tu camita... pero vuelves a caer en la trampa: no me voy, que deben de estar a punto de aparecer las finlandesas con una ficha para el tren de lavado.

Así que continúas la expedición, y después de media hora consigues llegar hasta ellos, con la copa en lo alto, como si fuera un trofeo, y te dicen: –Bébete eso rápido, que nos vamos a otro sitio.
–¡¿A otro sitio?!
–Sí, ¿a dónde te apetece a ti?
–A mí, con lo que me ha costado conseguir la copa, ¡a la Cibeles a celebrarlo!
Pero salta uno:
–Vamos a Cunclis: cierra a las 10 de la mañana. Así que después de estar toda la noche por ahí, sudando, bebiendo y fumando, acabas en un sitio lleno de gente sudada, bebida y fumada. Sí, porque no es muy difícil saber qué tipo de gente vamos a un sitio que cierra a las 10 de la mañana: los que no hemos pillado en toda la noche y vamos pensando: “Me quedan dos horas para pillar, voy a machete. Me vale lo que sea, si pesa más de 30 kilos y se mueve... Ahora, si es aquí donde pillaron mis colegas a las finlandesas, no me extraña que las llevaran al tren de lavado”.

Al final sales de allí a las 10 de la mañana, sin haberte comido nada. Y de pronto ves en la puerta... un puesto de bocatas de jamón. Que no es ibérico, que no es de bellota. Yo creo que ni siquiera es jamón, pero a esa hora te comerías un guarda jurado.

En fin, que si no sabían lo que es salir de marcha, yo se lo resumo: dos horas peleándote con El Scotex, media hora discutiendo con tus amigos, hora y media aparcando, 45 minutos caminando, hora y veinte haciendo cola, y media hora vomitando.

Copio y pego

Me ha gustao muscho lo que has escribío.
Yo para eso no tengo parabras. A veces tengo referencias...:

Sería divertido contar experiencias. ¿Quien se anima?

Yo tuve una experiencia en Cuba.

Me llevaron allá por un viaje de empresa.
Filmé todo lo que pude. Cuando llegué a..., empece a visionar una y otra vez, una y otra vez..., y me di cuenta de una cosa.
Al final llegué a una conclusión:

Que poco hace falta para ser feliz!!

Me iba a la cama ya, pero me ha detenido tu mensaje. Es cierto lo que dices, se puede ser feliz con muy poco.

Otro día tocaremos este tema si te apetece, ahora me tengo que ir.
Buenas noches y felices sueños.

Jo!! desde que hace que no salgo de marcha, total me quedaron pocas ganas y es que mis marchas son muy especiales, contare una de ellas que seguro gustara

Hace unos años me invitaron unos amigos a su pueblo un fin de semana, bueno recuerdo que era el puente de semana santa, ademas no se me olvidara jama pues era un mes de marzo, lo recuerdo por el frio que pase, bueno total que dije vale!! vamonos no tenemos otro sitio donde ir que mejor que el pueblo, total!! que al llegar alli cual fue mi sorpresa, que no habia ni calefacion ni servicio, goteras, las puertas no ajustaban bien, bueno un desaste, pero!! no queda aqui la cosa, estos amigos no estaban muy bien de la cabeza, dado que no se les ocurre otra cosa, que comentarnos que en su pueblo hay jabalis, buenooo, bueno para que queriamos más,
Venga que si
que no que hace frio
Te garantizo que los ves
pero como puede ser eso?
Veras hacemos una especie de guarida, y alli nos escondemos, eso si por favor no lleveis olor a coloniaa ir camuflados, y ssobretodo abrigaros que luego a la noche os recojo.
continuara

La noche llego!! y antes de lo previsto, no dio tiempo a bañarse y quitarnos el olor a perfume, claro!! que no habia baño, y el frio en la casa era de pena ¿que hicimos? a toda prisa nos pusimos el chandal encima de las ropas , la verdad que no apetecia quedarse en pelete, por el frio, yo"" que no creia que era tan importante el no hacer ruido,enseguida cogi unas galletas, chocolate, y pipas, por si acaso tardaba el jabali en salir, no queria morir de aburrimiento, total, que suena la puerta y ya estaban alli esperandonos para ir en busca del jabali, habia que vernos pareciamos a los Indiana jones pero a lo fino

Continuara

Otra vez que vayais a un sitio d'esos, ir cerca de un rio.
Y llevaros cámaras!!

... Si acaso no me llaméis para llevar el equipo de sonido, que la mochila me hace daño en la espalda, y no sé además dónde poner la vela que me colocáis en las manos...


Salir de marcha... ay, qué tiempos aquéllos, en los que uno bebía de tó y apenas dormía, y no le pasaba ná...

pa-qué-pa-qué, mejor no "meneallo", que ya se ha pasado el arroz.

Eh, que aun no termine mi marcha que pasada pa una vez que salgo eso si que es para haberlo grabado ya terminare la e xperiencia

¿Tienes una cabeza de jabalí en casa, por casualidad?

La verdad que simas o menos ademas habla y todo no cknsegui disecarlo

Me tengo que ir a la cama. Hoy soy yo quien da cabezazos en el teclado.

Ya nos contarás el resto de la historia.

Buenas noches y un besito a tod@s.

Ok, yo tambien sigo madrugando , a si que tambien me marcho a dormir saludos

Buenas tardes.

A partir de ahora tendremos que tener mucho cuidado cuando vayamos de marcha o cuando lo hagan nuestros hijos. Es lamentable que hechos como el ocurrido en Madrid se sigan produciendo y ahora todos se quieran lavar las manos. Y lo más triste, lo que acabo de escuchar de boca del abogado de la empresa organizadora.
Al final tratarán de que paguen el pato los jóvenes que lanzaron la bengala. ¡Vergonzoso!

Voy a dejar mi opinión aquí.
Y es laa de que no deberían hacerse lugares que puedan albergar tanta gente.

En un caso como este, aunque las diez mil ó las quince mil personas hubieran estado debajo de una carpa de circo, abierta por todos los lados, en una reacción de huída de unos pocos causada por el motivo que fuere, la avalancha se habría producido igual. No hay espacio suficiente entre persona y persona.

Tendemos a masificarlo todo en esta sociedad. Curiosamente, los lugares para vivir cada vez se han ido haciendo mas pequeños, y todo lo demás, grande: centros comerciales, deportivos, salas de fiesta, centros de congresos... todo a lo "bestia"...

Así es, Mercedes, después de la desgracia, todos se lavan las manos. Me parece increíble que unas simples bengalas hayan causado esa barbarie. Como bien dice unoquemira, los lugares tan masificados tendrían que tener una seguridad superlativa, a lo grande, como corresponde a esos macroespacios. Esperemos que no se repitan esos hechos nunca más, aunque lo dudo.

No queria entrar en el tema. No obstante estoy en principio con unoquemira.

Tambien estoy conmigo mismo y mis circustancias, que aplico a todos los padres y madres:

¿Sabeis donde van vuestros hijos cuando salen?
¿Los teneis lo suficientemente tutelados?
¿Hablais con ellos al respecto?
¿Asumen vuestras sugerencias?
¿Os hacen caso?

Bueno, no quiero salirme del tema principal.

Mi opinión es la siguiente: UN ACCIDENTE. Un accidente que puede suceder en cualquier otro sitio masificado. Que como comentó creo unoquemira, puede pasar hasta en un super d'esos que abundan tanto para joder al tendero de toda la vida.

Ante todo mi respeto y mi corazón por las victimas y por sus familiares.
Ese dolor solo lo siente aquel a quien le toca semejante suceso.
No debe de repetirse, pero se repetirá.

Es posible que si leéis las cinco, analiceis el asunto desde otro prisma.

Todos estamos de acuerdo en que estas cosas pueden pasar y, lamentablemente, seguirán pasando. Lo que me llena de indignación es el que nadie se sienta responsable cuando está muy claro que se estaban incumpliendo varias normativas.
Cuando mis hijos salen a algún concierto en los que se supone va a haber muchísima gente, me preocupo. Tampoco a mi me han gustado nunca las aglomeraciones, pero los jóvenes salen a divertirse y no piensan nunca en que pueda suceder nada malo.
No se si algun@ de vosotr@s llegásteis a escuchar algo sobre el incendio de la discoteca Alcalá 20, en Madrid. Yo frecuentaba esa discoteca (incluso antes de cumplir los dieciocho años) y nunca me di cuenta de que no había salidas de emergencia. ¿Quién, a los dieciocho o veinte años, piensa en esas cosas?.
Y los padres, ¿qué podemos hacer?. Yo creo que si alguno de mis hijos se empeña en ir a algún lugar, por mucho que nosotros le digamos, harán lo que les apetezca, que será ir donde ellos quieren -hablamos de jóvenes mayores de 18 años.

Yo me acuerdo del incendio de Alcala 20, de echo alli murio un vecino mio, que aparte de la desgracia que causo en su familia, la mujer de este vecino pensaba que estaba trabajando fuera y resulta que murio pasandoselo bien, hoy dire que nos estamos combirtiendo,salvese quien pueda en unos desalmados incumpliendo toda clase de leyes por el simple echo de hacer dinero, solo digo que lamento esta desgracia, que lamento y doy mi pesame a estas familias, y que por desgracia podian haber sido nuestros hijos, pues como bien dices Mercedes, a cierta edad no vemos peligro en nada, pero es normal todo va con la edad yo no juzgo a estos jovenes, todos lo fuimos y nunca pensabamos si donde ibamos iba a causar problemas en casa

mi mas sentido pesame