Casas de Guijarro - Cuenca

Hola. Voy a escribir en esta página, sin esconder nada y para que todos sepáis y os enteréis, de lo que me pasó el día del Niño en mi pueblo, en la misma Iglesia, ya que algunos cogieron frases sueltas y otros se fueron y luego quisieron enterarse de “dicen que dijo” y para los que “les da igual”. Pues aquí os DIGO lo que DIJE y porqué:
El sábado de las fiestas fui a llevar un centro de flores a mi patrón, cosa que hago todos los años. Pude ver que en la túnica que llevaba puesta El Niño había dos hilos desprendidos. Como pude, intenté engancharlos, pero son hilos de oro bordados a mano y es muy difícil enlazarlos. Un poco enfadada de ver la poca delicadeza con que se habían tratado las prendas que vestía mi patrón, me fui.
El domingo, día del Niño, al terminar la Misa, me acerqué a hacerle unas fotos al Niño y vi, que había otro hilo colgando de la túnica. Ya el enfado era algo más. Me dirigí a la persona que, supuestamente “se ocupa de arreglar los Santos porque no hay nadie más en el pueblo para hacerlo”, para preguntarle qué había pasado con la túnica, y que no pasaba nada, me la llevaba a arreglar y ya está; pero cuando me vio acercarme no pude ni terminar la pregunta. Recibí, a cambio, una contestación de desprecio y un “mira, mira, eso se puede haber enganchado poniéndoselo” (Poniéndoselo no se había enganchado porque ya me lo dijeron quienes también lo habían estado vistiendo). No pude decirle que me lo llevaba a arreglar. Con aires de estar a la defensiva, siguió diciéndome que “la túnica se la ponía por hacerme una gracia” “sabes qué te digo que puedes coger cuando quieras la túnica y la capa y te las llevas a tu casa”, “tú no eres nadie para imponer tu voluntad de lo que se le pone al Niño y lo que no”. ESAS FUERON SUS CONTESTACIONES.
A estas contestaciones hay que añadir otro comentario que había hecho sin estar yo presente, a raíz de que mi madre y yo regaláramos al Santo Niño una capa y una túnica. “Quien era yo para poner en la túnica del Niño la insignia de una cofradía de Albacete”.
Pues bien, ya que, con menosprecio sobrado me diste la espalda ese día, porque no quisiste oír lo que decía y porque no soy nadie, te voy a decir, otra vez, lo que te dije y así, de paso se enteran bien quienes se quedaron a medias:
Es verdad, no soy nadie para coger la túnica y la capa que mi madre y yo hemos regalado con muchísimo gusto al Santo Niño y que queríamos que ambas cosas se le pusieran juntas, fuese el día que fuese; pero como la túnica te cayó más en gracia que la capa, que no era roja como tú querías, se la pones el día del patrón y la capa todos los días. Por cierto que la ví doblada de cualquier manera en un perchero de la Sacristía cuando pasé a echarle agua al jarrón en que llevaba el centro de flores.
No soy nadie para imponer mi voluntad de lo que se le pone o no al Niño, pero tú sí parece que eres alguien para ponerle al Niño lo que se te antoje, a pesar de que el Titular de la Iglesia tenga en su agenda cómo debe ir vestido cada mes, para que luzca todos los trajes.
Tú también eres alguien para, después de colocar jarrones y flores en la Iglesia los cambias a tu gusto o quitas algún centro del Altar que, con toda su buena voluntad, ha llevado alguna mujer mayor, para ponerlo debajo del coro donde no se ve porque “eso está feo allí”, por no mencionar la que liaste cuando llevaron unos centros de flores para adornar la Iglesia con motivo de la celebración de las Bodas de Oro de unas personas que tuvieron a bien celebrarlas en la parroquia de mi pueblo por estar la parroquia del pueblo vecino en obras.
Hablando de jarrones, los que yo regalé no “se rompieron hace ya”, como también me dijiste, a menos que vuelvan milagrosamente a la vida, no sé, porque uno lo ví con motivo de un funeral puesto en un Altar. No me extrañaría que se rompiera “descuidadamente”.
Tú si eres alguien para decir que “si por mí fuera no se había hecho obra en la Iglesia”. Pues menos mal, que de no ser por la generosidad desinteresada de buena gente, hasta la cubierta se había caído y no se había movido un dedo, eso sí ahora podemos presumir de lo hermosa que está y enseñarla a los de la tele.
Tú si eres alguien para decir de los niños que ayudan en la Misa que “no se ocupan de poner vino, no saben hacer las cosas, lo dejan todo de cualquier manera y no ponen interés”.
Tú si eres alguien para criticar que “cierta familia del pueblo, con el dinero que tienen, podían regalar un Altar para la Purísima, igual que el del Sagrario” o para decir que “por qué tenían que tener llaves de la Iglesia otra familia del pueblo”.
Tú sí eres alguien, hasta para decir “que los curas del Opus son malísmos, que por donde van no dejan nada, lo dejan todo limpio”
Y, eres alguien, cómo no, para, siempre que puedes, hacer gala de tus conocimientos sobre los bienes de la Iglesia y decir que “siempre ha sido muy pobre”.

Bueno, pues yo, que no soy Nadie, tengo que decirte que lo único que siento de ese día del Niño es el disgusto que se llevó mi madre, aunque a ti eso te dará igual, claro.
Ya que tanto te preocupa quién soy yo para poner en la túnica del Santo Niño una insignia de una cofradía de Albacete, te voy a explicar, a ti, que te hemos oído siempre que se tercia, presumir de ser “una persona de Iglesia”, lo que significa “esa insignia”:
Esa insignia es la Cruz de Cristo, con los tres clavos, símbolo de la crucifixión y alrededor de ella está la Corona de Espinas, el sufrimiento que une a un cristiano con Jesús. Esa es la “insignia de la cofradía de Albacete”, y de todas las cofradías de cristianos del mundo.
La capa, por cierto, no la mandé hacer con los “dibujos” que lleva por antojo: Es de color verde, no roja. El verde es el color de la alegría, de la esperanza, de la vida; lleva la M Mariana, de María y lleva la Corona de Cristo Rey. ¿ te has enterado ya de lo que significa?. Si no es así, en un libro muy bueno que me leo de vez en cuando lo pone, te lo recomiendo, se llama LA BIBLIA. Ahora me estoy leyendo unos pasajes muy interesantes de Mateo (7:1,2), mejor que Dan Brown.
En cuanto que la Iglesia ha sido pobre, nada más lejos de tus comentarios, era rica, muy rica, que me he documentado muy bien, pero ya se encargó alguno de echar el guante a todo lo que pudo. Lo mismo puedes explicarlo tú mejor que yo.
Y nada de lo que he puesto en esta página me lo han contado. Me lo has dicho a mí. Yo no tengo necesidad de mentir, ni de inventar chismes que no sean; en mi trabajo oigo bastantes, aunque algunos están tan acostumbrados que se creen sus propias mentiras, sin reparar en el daño que hacen o en quien se lleven por delante.
Sólo me queda una cosa que decir, mi nombre. Soy Mari Carmen López Arribas.

Hola Chica, soy tu prima....
Me parece genial que se digan las cosas por su nombre...Ya está bien de hipocresía!!

Hola. Voy a escribir en esta página, sin esconder nada y para que todos sepáis y os enteréis, de lo que me pasó el día del Niño en mi pueblo, en la misma Iglesia, ya que algunos cogieron frases sueltas y otros se fueron y luego quisieron enterarse de “dicen que dijo” y para los que “les da igual”. Pues aquí os DIGO lo que DIJE y porqué:
El sábado de las fiestas fui a llevar un centro de flores a mi patrón, cosa que hago todos los años. Pude ver que en la túnica que llevaba puesta El Niño había dos hilos desprendidos. Como pude, intenté engancharlos, pero son hilos de oro bordados a mano y es muy difícil enlazarlos. Un poco enfadada de ver la poca delicadeza con que se habían tratado las prendas que vestía mi patrón, me fui.
El domingo, día del Niño, al terminar la Misa, me acerqué a hacerle unas fotos al Niño y vi, que había otro hilo colgando de la túnica. Ya el enfado era algo más. Me dirigí a la persona que, supuestamente “se ocupa de arreglar los Santos porque no hay nadie más en el pueblo para hacerlo”, para preguntarle qué había pasado con la túnica, y que no pasaba nada, me la llevaba a arreglar y ya está; pero cuando me vio acercarme no pude ni terminar la pregunta. Recibí, a cambio, una contestación de desprecio y un “mira, mira, eso se puede haber enganchado poniéndoselo” (Poniéndoselo no se había enganchado porque ya me lo dijeron quienes también lo habían estado vistiendo). No pude decirle que me lo llevaba a arreglar. Con aires de estar a la defensiva, siguió diciéndome que “la túnica se la ponía por hacerme una gracia” “sabes qué te digo que puedes coger cuando quieras la túnica y la capa y te las llevas a tu casa”, “tú no eres nadie para imponer tu voluntad de lo que se le pone al Niño y lo que no”. ESAS FUERON SUS CONTESTACIONES.
A estas contestaciones hay que añadir otro comentario que había hecho sin estar yo presente, a raíz de que mi madre y yo regaláramos al Santo Niño una capa y una túnica. “Quien era yo para poner en la túnica del Niño la insignia de una cofradía de Albacete”.
Pues bien, ya que, con menosprecio sobrado me diste la espalda ese día, porque no quisiste oír lo que decía y porque no soy nadie, te voy a decir, otra vez, lo que te dije y así, de paso se enteran bien quienes se quedaron a medias:
Es verdad, no soy nadie para coger la túnica y la capa que mi madre y yo hemos regalado con muchísimo gusto al Santo Niño y que queríamos que ambas cosas se le pusieran juntas, fuese el día que fuese; pero como la túnica te cayó más en gracia que la capa, que no era roja como tú querías, se la pones el día del patrón y la capa todos los días. Por cierto que la ví doblada de cualquier manera en un perchero de la Sacristía cuando pasé a echarle agua al jarrón en que llevaba el centro de flores.
No soy nadie para imponer mi voluntad de lo que se le pone o no al Niño, pero tú sí parece que eres alguien para ponerle al Niño lo que se te antoje, a pesar de que el Titular de la Iglesia tenga en su agenda cómo debe ir vestido cada mes, para que luzca todos los trajes.
Tú también eres alguien para, después de colocar jarrones y flores en la Iglesia los cambias a tu gusto o quitas algún centro del Altar que, con toda su buena voluntad, ha llevado alguna mujer mayor, para ponerlo debajo del coro donde no se ve porque “eso está feo allí”, por no mencionar la que liaste cuando llevaron unos centros de flores para adornar la Iglesia con motivo de la celebración de las Bodas de Oro de unas personas que tuvieron a bien celebrarlas en la parroquia de mi pueblo por estar la parroquia del pueblo vecino en obras.
Hablando de jarrones, los que yo regalé no “se rompieron hace ya”, como también me dijiste, a menos que vuelvan milagrosamente a la vida, no sé, porque uno lo ví con motivo de un funeral puesto en un Altar. No me extrañaría que se rompiera “descuidadamente”.
Tú si eres alguien para decir que “si por mí fuera no se había hecho obra en la Iglesia”. Pues menos mal, que de no ser por la generosidad desinteresada de buena gente, hasta la cubierta se había caído y no se había movido un dedo, eso sí ahora podemos presumir de lo hermosa que está y enseñarla a los de la tele.
Tú si eres alguien para decir de los niños que ayudan en la Misa que “no se ocupan de poner vino, no saben hacer las cosas, lo dejan todo de cualquier manera y no ponen interés”.
Tú si eres alguien para criticar que “cierta familia del pueblo, con el dinero que tienen, podían regalar un Altar para la Purísima, igual que el del Sagrario” o para decir que “por qué tenían que tener llaves de la Iglesia otra familia del pueblo”.
Tú sí eres alguien, hasta para decir “que los curas del Opus son malísmos, que por donde van no dejan nada, lo dejan todo limpio”
Y, eres alguien, cómo no, para, siempre que puedes, hacer gala de tus conocimientos sobre los bienes de la Iglesia y decir que “siempre ha sido muy pobre”.

Bueno, pues yo, que no soy Nadie, tengo que decirte que lo único que siento de ese día del Niño es el disgusto que se llevó mi madre, aunque a ti eso te dará igual, claro.
Ya que tanto te preocupa quién soy yo para poner en la túnica del Santo Niño una insignia de una cofradía de Albacete, te voy a explicar, a ti, que te hemos oído siempre que se tercia, presumir de ser “una persona de Iglesia”, lo que significa “esa insignia”:
Esa insignia es la Cruz de Cristo, con los tres clavos, símbolo de la crucifixión y alrededor de ella está la Corona de Espinas, el sufrimiento que une a un cristiano con Jesús. Esa es la “insignia de la cofradía de Albacete”, y de todas las cofradías de cristianos del mundo.
La capa, por cierto, no la mandé hacer con los “dibujos” que lleva por antojo: Es de color verde, no roja. El verde es el color de la alegría, de la esperanza, de la vida; lleva la M Mariana, de María y lleva la Corona de Cristo Rey. ¿ te has enterado ya de lo que significa?. Si no es así, en un libro muy bueno que me leo de vez en cuando lo pone, te lo recomiendo, se llama LA BIBLIA. Ahora me estoy leyendo unos pasajes muy interesantes de Mateo (7:1,2), mejor que Dan Brown.
En cuanto que la Iglesia ha sido pobre, nada más lejos de tus comentarios, era rica, muy rica, que me he documentado muy bien, pero ya se encargó alguno de echar el guante a todo lo que pudo. Lo mismo puedes explicarlo tú mejor que yo.
Y nada de lo que he puesto en esta página me lo han contado. Me lo has dicho a mí. Yo no tengo necesidad de mentir, ni de inventar chismes que no sean; en mi trabajo oigo bastantes, aunque algunos están tan acostumbrados que se creen sus propias mentiras, sin reparar en el daño que hacen o en quien se lleven por delante.
Sólo me queda una cosa que decir, mi nombre. Soy Mari Carmen López Arribas.

Mari Carmen, que cargo se necesita para ser la encargada de vestir al niño y decidir que traje se le pone.
Si tu no eres nadie quien es ella para decidir que traje se pone, el motivo la causa y porque

No se el por que de estas quejas, si no fuese por que Luci se encarga de eso irian los santos desnudos, ya es quejarse de vicio y de aburrimiento...............

Totalmente de acuerdo. Después de tantos años preocupándose por mantener la Iglesia limpia, cuidada y sus santos puestos en sus andas, me parece absurdo el parrafón de arriba. Más colaboración y menos rencores.

Hay probrecita de la dichosa Luci,que buena persona que viste los santos los cuida etc etc, ¿pero como lo hace?, sin tener en consideración los demás vecinos que tienen el mismo a más derecho que ella, o esque la Luci es la propietaria de la iglesia y de los snatos y lo viste a su antojo, que se retire y deje a los demas que seguro que lo hacen mucho mejor que ella vale ya de tonterias vete a YA LUCI