Casas de Guijarro - Cuenca

Así que vamos a jugar a algo. Al menos, voy a jugar yo y vosotros veréis lo que hacéis. ¡ea!

Es un juego muy tonto, como yo , pero seguro que nos reímos un rato si ponemos cosas que podemos encontrar en un parque. Al principio será sencillo y no tendrá mucha gracia pero esperad a que se vayan terminando las ideas...

Empiezo... En un parque podemos encontrar:

Arboles. (Facilito, ¿a que sí?)

Un banco (de madera)

Un estanque.

Un pato en el estanque de arriba.

Una truca grande, en el mismo estanque porque solo hay uno en este parque.

La truca grande era trucha.
Y ahora, un pececillo de color naranja a quien persigue la trucha.

Otro pato.

Un niño con una bicicleta.

El abuelo del niño.

Ahora tengo que volver a casa, ya pasaré otro rato por el parque.

Una piña en el césped.

Una castaña.

No se quién la ha dejado allí, pero había una castaña, lo juro.

Otro niño... con un balón de fútbol.

Una caca de perro.

Querida,

y una meada de mi vecino no???

Mira que tiene la próstata regular y le han mandado que beba mucha agua.....

Apunta: Una meada de mi vecino.

Una barbacoa de obra.

Sí, el ayuntamiento es que es un irresponsable...

detrás de ella es donde orina mi vecino.

Un operario de limpieza que limpia la meada de tu vecino de detrás de la barbacoa de obra y que, mientras lo hace, manda recuerdos para toda la familia del meón .
También hay una pareja de recién casados posando para el fotógrafo que se siente acosado por la suegra del novio; es que ella quiere salir también en la foto

¿Sabes?

En el parque también está la ardilla de ICE AGE:

Sois unas chicas muy ocurrentes.

Acabo de recordar aquellos ratos primaverales cuando paseaba por esos tan renombrados y bellos jardines franceses con mi amiga Maria Antonieta de Austria. La última vez fué el año pasado.

He de decir que era muy inocentona y muy amante de los pájaros. Pero cada vez que alguno le adornaba el sombrero con sus deposiciones cambiaba de semblante. A pesár de todo, su educación (creo que genética) le impedia mostrár desdén ante tal circunstancia.
Yo, cuando eso ocurría, me hacia el sueco mirando hacia cualquier parte.
Creo que nunca se dió cuenta de que yo me di cuenta de que llevaba el sombrero con sabrosuras tan dignas y ecológicas.

Jolines, tito... no recordaba yo que fuéramos tan mayores... Es verdad, os recuerdo paseando y ver cómo volvías la cara, muerto de risa, cada vez que un pajarito adornaba su sombrero . Yo iba siempre detrás, disimulando... como si no te conociera, porque la abuela me decía que tenía que vigilarte muy de cerca, pero claro, si me acercaba mucho los pajaritos podrían salpicarme. ¿No te acuerdas de aquella niña de trenzas rubias que siempre iba jugando con el diábolo? Pues era yo, pero disimulaba muy bien, para que lo sepas.

Por cierto, he encontrado una oruga en el parque Es asquerosa, os lo advierto. Si pasáis cerca del banco que está roto, tened cuidado. El árbol que le da sombra está llenito de orugas.

Maria Antonieta de Austria,
una oruga,
un banco roto...

Joer, cuatro vueltas al jardín para encontrar una papelera !