Villanueva del Rey - Cordoba

El sindicalismo obrero surgió en Gran Bretaña, pero pronto se extendió por numerosos países con sus distintas variantes: socialista, comunista, anarquista, cristiano… Los resultados de la acción sindicalista no se harían esperar, y poco a poco fueron creando una conciencia social del problema (explotación) obrero; hasta llegar a intervenir en la actividad económica. El máximo logro del sindicalismo fue la reducción de la jornada laboral hasta las 8 horas.

En España el sindicalismo nació allá por el siglo XIX. En 1888 el empresario de imprenta, Pablo Iglesias, fundador también del PSOE, fundó la UGT. Posteriormente nacería también la CNT (1910), de corte anarquista y contraria a todo tipo de poder y a las elecciones sindicales. Durante el Franquismo los sindicatos fueron prohibidos por el dictador, siendo sustituidos por el Sindicato “Vertical”, creado a imagen y semejanza del Régimen. A las acaballas del franquismo se fundaría (en la clandestinidad) CC.OO. (1960), hoy en día el sindicato por antonomasia en número de afiliados y representatividad, más convertido en un “lobby” que en un verdadero sindicato de trabajadores. En la década de los 80 se funda el CSI-CSIF (Confederación Sindical Independiente y de Funcionarios). Un sindicato de corte muy diferente a los clásicos sindicatos (tildado de amarillista por algunos, con el fin de descalificarlo), contrario al hasta entonces sindicalismo de clase que ejercía CC.OO. y UGT, basado en la profesionalidad e independencia del poder político (Gobierno de turno).

CSI-CSIF nacía con la voluntad de servir especialmente al colectivo de funcionarios y empleados públicos, porque según se afirmaba en sus filas, los restantes sindicatos habían utilizado siempre a los empleados públicos como moneda de cambio, en la negociación con el Gobierno, al que mediante la Ley de Presupuestos Generales del Estado (Capítulo V) se le permitía meter la tijera a los sueldos de los funcionarios (que no tienen derecho a la negociación colectiva), a cambio de mejoras para el resto de trabajadores.

Pero CSI-CSIF se diferenciaba también de los demás por su organización interna. Era una confederación sindical, y su fuerza redundaba precisamente en el auge e independencia interna de los denominados “Sectores” (Justicia, Sanidad, Enseñanza, Prisiones…), los cuales gozaban supuestamente de una cierta autonomía frente al entonces denominado Sector Nacional. Este hecho era lo que lo hacía diferente del resto de sindicatos, sin embargo el Congreso de Valencia, se cargó esa importante diferencia y la CSI-CSIF, pasó de ser Confederación, a llamarse Central Sindical Independiente de Funcionarios.

Para los que lo vivimos desde dentro, aquella estrategia fue un duro mazazo, que representó la muerte, de aquello que nos hacía diferentes y por lo que tanto habíamos luchado, la independencia de los sectores en el seno del sindicato.

Fui delegado sindical de CSI-CSIF durante más de cinco años, delegado en prevención de riesgos laborales, miembro de la Ejecutiva del Sector de Justicia en Cataluña, Presidente Provincial del Sector de Justicia en Gerona y, por consiguiente pude comprobar en propia carne todos esos cambios de “desorientación” orquestados y manejados sabiamente por la cúpula (“el abuelo”) en detrimento de la otrora confederación sindical. Cambios que perjudicaron no sólo a los delegados, afiliados, y simpatizantes, sino también a la sociedad en general, porque ello suponía la caída del sindicalismo independiente como referencia sindical.

En la actualidad, el sindicalismo en general parece haber abandonado el carácter luchador y reivindicativo primigenio, por un lado, mostrándose más proclive a la “paz social” (Gobierno/Patronal/Sindicatos), en terminología gubernamental; y por otro, afectado por la deslocalización empresarial como consecuencia de la globalización, se ha visto obligado a cambiar de rumbo, negociando condiciones de trabajo lesivas para los trabajadores, a la vez que representaban la pérdida de derechos adquiridos. Un claro ejemplo de ello, lo ha constituido la negociación llevada a cabo en NISSAN-Barcelona, entre la representación sindical de los trabajadores y la empresa, mediante la cual se ha aprobó en Asamblea por abrumadora mayoría, la rebaja del salario durante los próximos tres años.

Cambiando de registro como dirían algunos, las críticas al sindicalismo suelen ser habituales e innumerables, entre otras, quiero referirme a la tergiversada opinión acerca de la falsa subvención a los sindicatos. Dicha afirmación, repito, es rotundamente falsa, no existe resolución, Orden Ministerial, Decreto, ni Ley alguna que corrobore esa infame falsedad. Los sindicatos se “nutren” de las cuotas de sus afiliados como no podía ser de otra manera. A diferencia de los partidos políticos que sí reciben una asignación presupuestaria con cargo al erario público en base a su nivel de representación, a mayor representación mayor subvención (curiosamente nunca criticada por la opinión pública en general). Es más los sindicatos, para conocimiento de algunos, existen gracias a los miles de votantes que participan en las elecciones sindicales y los eligen. Huelga decir que el sindicato que no obtiene el mínimo de votos que exige la Ley, no obtiene representatividad alguna y, por tanto tampoco puede participar en la negociación colectiva. Asimismo su representatividad les viene dada por la CE (art.2 y la Ley de Libertad Sindical (LO 11/1985, de 2 de agosto).

La polémica partida tantas veces cuestionada por tantos (ignorantes y/o manipuladores), es la dedicada a la formación de los trabajadores, a través de los cursillos de formación. Hasta donde yo sé, en la Administración Pública, los sindicatos reciben una asignación presupuestaria para la denominada, “formación continua” de los empleados públicos. Que luego, de esas partidas por parte de algunos se haga un uso fraudulento, sin duda alguna serían hechos moralmente condenables, criminalmente denunciables y punibles.

Por otra parte, recogiendo el “guante” a la pregunta lanzada por mi amigo, Lechecero-81, en su magnífico mensaje del 13-09-10, en este foro: “… si no existieran (los sindicatos) que pasaría…”, he de decir que, los sindicatos no sólo son necesarios, sino imprescindibles diría yo. Sin ellos, los más desfavorecidos/débiles del mundo laboral no tendrían a quién acudir en caso de conflicto; no existiría la negociación colectiva (convenios colectivos), es decir la obligación anual, que tienen patronal/sindicatos de negociar las condiciones de trabajo; la formación de los trabajadores pasaría a ser una facultad/arbitrariedad de los empresarios; y las interminables jornadas a las que se sometió a los trabajadores durante la primera revolución industrial, volverían a convertirse muy probablemente, en hechos consumados en detrimento de los derechos adquiridos que el sindicalismo trata de preservar a toda costa; como así ocurre en países donde no existe implantación y/o conciencia sindical, los denominados “tigres asiáticos” y China…

En definitiva, la desaparición del sindicalismo implicaría un retroceso social, que se materializaría en una vuelta a la esclavitud y a la servidumbre, anteriormente abolidas por las luchas obrero-sindicales.



Utopía.2
BCN

Al hilo de todo lo que brillantemente expones,y estando de acuerdo en todo lo que dices.llevo haciendome un tiempo,la seguiente pregunta.
¿Como el partido de la oposicion cuestiona la honraded de los sindicatos,da a entender que solo sirven para chupar del bote,que el gobierno los tiene comprados con el dinero que les da,y a la vez ellos nombrarse como el autentico partido de los trabajadores?(señora cospedal)
En ningun pais se cuestiona la necesidad de los sindicatos,y en el nuestro,hasta ahi hemos llegado.
Por cierto,baya chorra con el Zaragoza.
un saludo

Yo estoy a favor de los sindicatos,de todos aquellos que defienden a los trabajadores,sean cuales sean.Cada ramo laboral defiende lo suyo,nos guste a los demas o no,me refiero a los funcionarios que ultimamente estan en boca de todos,ellos defeinde lo suyo y hay que respetarlo,otra cosa es acatarlo,y esto me refiero a los controladores,que si que tendran sus motivos no digo que no pero o yo soy muy torpe(que lo soy)o lo que ellos quieren no esta muy claro.Bueno siguiendo con los sindicatos y sindicalistas,vuelvo a decir que estoy a favor,pero de los que trabajan por los derechos,por los que se presentan a esos puestos para defender a los trabajadores,como aquellos que como bien dice Utopia pelearon por revindicaciones laborales como la jornada de ocho horas,y otros tantos que encarcelaron y murieron por defender sus derechos y los de los demas.Aunque la gente joven no nos lo creamos se que antes se tubo que luchar por muchos derechos,derechos que nosotros los trabajadores disfrutamos,pero que hay que seguir peleando por ellos.No estoy a favor de los que se presentan por sindicalistas y solo quieren disfrutar de las horas que como sindicalistas les paga la empresa,sin luchar por lo que representan,estos solo luchan por ellos,se venden,y a los demas que representan" que les den".Creo que ser sindicalista es como ser politico,(alcalde,ministro,presidente etc)hay que luchar por aquello a lo que se representa no por la cartera de uno mismo.Repito que estoy y estare a favor de todos aquellos que lucharon por los derechos laborales ,pero que lo hicieron y hacen por que lo sienten no por que les engorda las carteras.

Pero EGS,lo que yo digo es que,¿se puede estar contra los sindicatos y autoproclamarse defensor de los trabajadores?.
Es una incongruencia ¿no crees?.pues esto tenemos que oirlo con tal de arañar unos cuantos votos,si es que los arañan,claro.

Amigo, EGS;

Comparar las retribuciones de los sindicalistas, con las de los Alcaldes, Ministros y Presidentes de Gobierno, es un insulto a la inteligencia. Dado que, estos últimos se asignan los sueldos que cobran (sólo tienen que proponerlo al Pleno del Ayuntamiento o al Congreso de los Diputados y, si gozan de mayoría absoluta o llegan a pactos, que siempre encuentran para ello, asunto resuelto), mientras muchos sindicalistas tienen que soportar “contratos basura” como el resto de sus compañeros, o es que acaso crees que los sindicalistas cobran una retribución extra por realizar la honrosa defensa de los trabajadores. Pues no, y además de eso, a menudo se tienen que enfrentar a los empresarios, para defender las condiciones de trabajo de sus compañeros y también las suyas, por supuesto; negociar convenios colectivos a la baja porque no hay más remedio, para evitar el cierre de la empresa; permanecer en la cuerda floja y en el punto de mira del empresario y, además recibir las críticas y la incomprensión de muchos compañeros, cuestión esta última que va anexa al digno cargo que se desempeña, aunque no en el sueldo, vuelvo a repetir.

En cuanto a la dedicación a la que haces mención, obviamente si son sindicalistas tendrán que dedicar parte de la jornada laboral a ello, digo yo, no pretenderás que hagan horas extraordinarias a cuenta de su bolsillo y de su tiempo. Los sindicalistas no tienen porqué verse penalizados por la realización de una actividad tan digna como es la realización de la actividad sindical, ni tampoco deben tener menos derechos que los demás trabajadores, si es eso lo que propones.

Finalmente y como aseguras, no he conocido a ningún sindicalista que se haya vendido, aunque evidentemente y minoritariamente la traición también forma parte de la condición humana.


Un saludo, amigo


Utopía.2
BCN

Utopia,creo que me has entendido bien lo que he dicho,yo defiendo a esos sindicalistas que mencionas , pues en realidad ellos son los que defienden los derechos.Pero te puedo asegurar y los he conocido que se venden al empresario,entran al despacho diciendote no te preocupes que se soluciona todo y salen poniendote escusas,te repito que no lo se de oidas sino en realidad.Lo de las horas,que les pertenecen para solucionar problemas ,cosa que estoy de acuerdo y por supuesto que nadie lo va a poner de su bolsillo.He visto a algunos que se piden esas horas sindicales para asuntos propios,te repito que no me lo han contado lo he visto.Y vuelvo a repetir que estoy a favor de los sindicatos y de los sindicalistas.Y lo que me queria referir cuando he comparado a politicos y alcaldes con sindicalistas no es que cobren ellos o no. Se que un sindicalista cobra como un trabajador,me referia a que para ser politico y sindicalista hay que sentir lo que haces,no presentarte por presentarte.Y otra cosa se que no soy muy inteligente pero no suelo insultar a la inteligencia.No todos podemos ser tan inteligentes y saber tanto de todo.

Juan yo digo lo mismo que tu,pero que le vamos a hacer,si estos señores de la oposicion se alzan en defensa de los trabajadores,pues vale luego les creera quien les crea,yo al menos no,pues nunca lo han hecho.Si en sus mandatos no ha habido tanto paro no ha sido por que hayan defendido a los trabajadores,sino por que los grandes empresarios han invertido mas ya que la politica de esos señores les ha favorecido a los grandes empresarios.Y repito y que no haya equivocaciones "grandes empresarios"

EGS,yo estoy de acuerdo contigo en el tema de los sindicalistas,a veces valmisa,creo que peca de inocente,y como en todos los cargos publicos,por asi decirlo,la traicion,aunque no deje de ser minoritaria,no es tan infrecuente como el cree.
Es como la corrupcion,siempre se ha dicho que era de la izquierda,pues en la derecha,la mayoria de sus militantes eran personas de posicion deashogada y no necesitaban enriquecerse,depues la vida te demuestra que da igual,el que no tiene,quiere tener,el que tiene,quiere mas.
¿esto es para todos?no,hay gente,que cuando entra o se presenta a un puesto de publico,ya lleva la idea de obtener poder(que debe ser como una droga)vistas las reacines que proboca en algunas personas y una vez obtenido creen que estan al margen del bien o del mal,por eso cometen esa cantidad de tropelias.
menos mal que son minoria,y mira la que arman,imaginaos que fueran aun mas.

Amigo, EGS;


En contestación a tu atento mensaje he de manifestarte lo siguiente:

1º) Pedirte mis más sinceras disculpas por la frase: “es un insulto a la inteligencia”. Naturalmente la frase no iba dirigida contra ti, sino que es una frase hecha, utilizada habitualmente como exclamación contra una opinión con la que se está en total desacuerdo, y aunque reconozco que no es muy afortunada, ni mucho menos mi intención era utilizarla como arma arrojadiza contra tu persona.
No puedo presumir de inteligente porque no lo soy, lo poco que sé, lo he obtenido gracias a la colaboración de los/las personas y familiares que me han apoyado y, al sacrificio y esfuerzo personal.

2º) En lo referente a que algunos utilizan las horas sindicales para cuestiones personales, es verosímil, aunque eso no implica que luego en su casa, no dediquen parte de su tiempo a cuestiones sindicales (leer leyes, convenios, jurisprudencia,etc.). Porque de otro modo, si los sindicalistas no emplearan ninguna hora en adquirir conocimientos sobre el cargo que desempeñan, cómo van a desempeñar el cargo, se presentarán a las mesas de negociación con el empresario y/o la Administración, únicamente para hablar del partido de fútbol de turno o no abrirán boca. No dudo que no haya casos como los que apuntas, pero créeme son “rara avis”.

3º) Me ha tocado prepararme mucho, como al resto de compañeros sindicalistas, para asistir personalmente a las duras mesas de negociación con la Administración de Justicia catalana (un ente, sin cara ni ojos), a las que se nos convocaba porque la Ley les obliga, cuya estrategia consistía a menudo, en poner el listón bien alto (con propuestas inaceptables) para que “ningún” sindicato las firmara (aunque a veces alguno lo hiciera), para así, de esta forma, imponerlas porque tienen facultad legal para ello. Como es sabido los funcionarios no tienen derecho a la negociación colectiva, ni tampoco derecho a la cláusula de revisión salarial anual.

4º) Durante los más de cinco años en los que fui liberado sindical con dedicación absoluta, nunca recibí un plus retributivo, ni dietas por acudir al puesto de trabajo, ni tampoco observé que ocurriera lo contrario con el resto de compañeros sindicalistas. Y eso, que durante más un año, me vi “obligado” a desplazarme diariamente desde Barcelona a Gerona y, viceversa, con el coste económico que ello conlleva.


Lo dicho, te pido nuevamente disculpas, amigo, EGS


Un saludo


Utopía.2
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