Villanueva del Rey - Cordoba

Durante estos pasados días hemos asistido al dantesco y esperpéntico espectáculo protagonizado por 15 de los 27 miembros, que componen la Junta Directiva de la Federación Catalana de Futbol, los cuales presentaron su dimisión al actual Presidente, Jordi Casals, por sus discrepancias acerca de la gestión realizada por éste al frente de la misma. Según los Estatutos de la Federación Catalana de Futbol, al constituir las dimisiones más del 50% de los miembros de la Junta Directiva, deberá nombrarse una gestora que se encargará de convocar elecciones, de las que saldrá un nuevo Presidente en el plazo de tres meses, o quizá el mismo dado que, paradógicamente el Sr. Casals ha prometido que volverá a presentarse a las mismas, en un acto de manifiesto apego al cargo que ocupa interinamente.

Conozco personalmente a Jordi Casals desde que capitaneaba el equipo del Futbol Club Santboià y ya ha llovido bastante, yo por aquel entonces veía los partidos de dicho equipo desde la terraza de la vivienda en la que vivía con mis padres. Igualmente el jefe para el que trabajaba en aquellos tiempos era miembro de la junta directiva del club y, en la sede de dicha empresa se discutían las jugadas, los fichajes, las estrategias, etc. como si del local social del club se tratase.

Desde que Jordi Casals fue jugador del F.C. Santboià su relación con el equipo con sus idas y venidas siempre fueron de mero interés y conveniencia, incluida la conquista de la Presidencia del equipo, la cual le sirvió de rampa de despegue para aterrizar en la Federación Catalana de Futbol gracias, no a su buen hacer, sino a saber trepar como nadie.

No se le conoce oficio alguno y, sí en cambio numerosos beneficios, su familia que procedía de Berga se instaló en Sant Boi de Llobregat y, desde que aterrizaron en la "villa hospitalaria" (título concedido por el franquismo a dicho pueblo por la instalación del hospital mental o siquiátrico) presumieron de ser más santboyanos (a la vez que catalanistas) que ninguno. Regentaron una pequeña empresa familiar, cuya razón social era "Gruas y Transports Casals" que acabó como el "rosario de la Aurora".

Siempre supo granjearse de las amistades que necesitó para trepar y trepar, deporte que desarrolló con enorme éxito, de este modo formó tándem también con el exjugador del FC Barcelona, "Rojo", que era de Sant Boi, para la creación de la "Escuela del Futbol Base del FC Barcelona" en dicha localidad, aventura que duró "tres telediarios", porque aquello significaba tener que arremangarse, cosa que él no ha hecho nunca.

Más tarde lo intentó también con la política, presentándose en las listas municipales por (conveniencia) Convergencia i Unió, candidatura que consiguió logrando formar parte de la Comisión de Gobierno gracias al pacto municipal con el PSC, que hasta entonces habían barrido siempre y desde entonces hasta ahora también. La coalición se rompió y, eso de pasar a la oposición municipal ¡tan duro!, dejó de interesarle también.

Después emprendió la carrera hasta conseguir la Presidencia del FC Santboià, cosa que dudo tuviera oposición alguna, puesto que desde el tiempo que conozco a este equipo y son muchos años, he visto con mis propios ojos las dificultades que ha tenido que salvar para encontrar un Presidente, a pesar de ser un equipo fundado en 1908 y de figurar en Preferente Catalana y en Tercera División, sin dejar de tener en cuenta que es un pueblo que cuenta con una población de unos 80.000 habitantes aproximadamente (2ª población en nº de habitantes del Bajo Llobregat).

Sus ambiciones (nunca satisfechas), le obligaron a dar el último salto a la Presidencia de la Federación Catalana de Futbol, cargo que llegó a conseguir probablemente por ser la marioneta que, a cambio del importante cargo, todos los equipos catalanes necesitaban. Un "don nadie" con aires de grandeza, pero con un currículum que le restaba personalidad para el cargo a desempeñar y, hacerles frente a ninguno de los que le pusieron en él, como así ha ocurrido.

En definitiva Jordi Casals, Presidente de la Federación Catalana de Futbol (en funciones) se ha encontrado con su propia horma; "la puñalada trapera" infringida sobre su persona a la que aludía en declaraciones a los medios de comunicación, se la ha ganado a pulso, por su exacervada politización nacionalista y su nefasta gestión, de la que destacan como únicos objetivos, el ensalzamiento de su ego personal y la consecución del reconocimiento internacional de la Selección Catalana de Futbol, a cuyo último partido sólo acudieron "cuatro" a exaltar la "nació catalana".


Utopia.2
BCN

Vamos una joya no?.
Pero lo malo ¿sabes que es?.que elementos como este hay muchos.
Almenos no tiene apellidos sospechosos,de no ser catalan.

saludos

Amigo Juan:

Tu lo has dicho casos como este hay muchos, y en los no catalanes también.

Es el sistema (con sus filias familiares, políticas, financieras...)el que empuja a la gente con exceso de ambiciones a falta de estas filiaciones a prácticas inmorales. Ya sabes, para algunos "el fin justifica los medios".


Un saludo



Utopía.2
BCN

A migo UTOPIA tu no sabes que se junta más pidiendo que dando? pues eso que personajes como este estan repartidos desgraciadamente por toda España y lo seguiran estando, porque el que lo ha puesto ahí su beneficio le sacará.