Nos dejaremos el pellejo para situar a IU en las mejores condiciones Comentarios Comentarios 26 | Vista impresión | Aumentar fuente | Disminuir fuente Enviar a un amigo | Compartir facebook twitter meneame delicious El coordinador federal de IU, Cayo Lara, y el flamante secretario general del PCE, José Luis Centella, se funden en un abrazo poco antes de la votación de la lista única al Comité Federal. Fue ayer, en el Auditorio Marcelino Camacho de Comisiones Obreras en Madrid. ampliar imagen El coordinador federal de IU, Cayo Lara, y el flamante secretario general del PCE, José Luis Centella, se funden en un abrazo poco antes de la votación de la lista única al Comité Federal. Fue ayer, en el Auditorio Marcelino Camacho de Comisiones Obreras en Madrid. - REYES SEDANO JUANMA ROMERO - Madrid - 09/11/2009 07:30 Suena a triple salto mortal, pero el Partido Comunista de España (PCE), a sus casi 90 años, probó ayer a poner el contador a cero, a reformarse para sobrevivir. Y lo hizo entregando el cetro de mando a José Luis Centella, cordobés, de 51 años. El XVIII Congreso del PCE le eligió ayer domingo, por un 85,29% de los votos, nuevo secretario general. Su primera tarea será despertar a su formación. Llevarla a la calle y que se la vea. “El PCE es necesario para impulsar una gran movilización y hacer frente al capital”, clamó al minuto de ser aupado a los altares (republicanos) de su partido. Centella podrá contar con el pan y la sal que tanto escaseaba en los últimos 20 años: el apoyo interno. El 85,29% de respaldo sepulta, por ahora, crudas tensiones internas y contiendas nada fraternales con su marca electoral desde 1986, Izquierda Unida. Aunque eso no basta. El líder tiene por delante la ingente tarea de reconstruir desde las cenizas un PCE con poco músculo, poca militancia –19.000 afiliados con ficha– y poca visibilidad. Centella dio pistas de cómo va a cimentar su mandato. O cómo pretende hacerlo. La prioridad es la respuesta a la crisis. “Este es el congreso de la movilización, de la calle, para avanzar hacia el socialismo sin complejos. Ésa es la única alternativa a la barbarie del capitalismo”, insistió. Pero la manifestación no es suficiente. Si la izquierda no quiere que la derecha le coma la tostada, habrá que emprender la “batalla ideológica” contra el PP. La revolución “es posible” El PCE, glosó Centella, debe llamar al pan, pan. Hablar de la “revolución del siglo XXI”, hacer ver que “es posible”, que el socialismo “sin idea de venganza” puede comer terreno a la derecha y a la “izquierda acomplejada”, la del PSOE. “Hay que dar la lucha para que los débiles sean los dueños de este país de una vez. La revolución no es algo del pasado”, animó. Tampoco lo es el comunismo. No murió con la caída del Muro de Berlín en 1989. “En un mundo en el que millones de personas mueren de hambre o de enfermedades curables, donde no existe el derecho a una vivienda digna, hablar de comunismo es hablar de presente y de futuro”. El coordinador de IU, Cayo Lara, había esbozado poco antes un comunismo 2.0, inteligible: “Somos comunistas porque creemos que debe haber una ley que prohíba que haya pobres y que haya ricos escandalosamente ricos. Cuantas más injusticias haya, más comunistas seremos”. «Cuantas más injusticias haya, más comunistas seremos», proclama el coordinador de IU Centella no se hizo el ingenuo. Decir comunismo genera sarpullido a parte de la sociedad. Para superarlo, arengó a los suyos a llevar la cabeza alta: “Reivindico el pasado heroico del PCE. No tenemos que avergonzarnos ni pedir perdón por nada. Hay que luchar para que no nos quiten la memoria”. "Que no nos confundan con verdugos, cuando fuimos las víctimas –apuntó unos segundos después–. Fuimos y somos las víctimas de la explotación del fascismo y del neoliberalismo". Jubilar al rey y a su hijo Segundo reto: ganar complicidades entre la clase obrera. Centella pidió a la central hermana, CCOO, que “explique a los trabajadores la importancia de tener un referente político”. Más claro: urge la “implicación del sindicato en las tareas del PCE”. Para eso estaba allí Ramón Górriz, el segundo de Ignacio Fernández Toxo. El partido aún se duele de los conflictos pasados con CCOO, y de que la afiliación al sindicato no se traduzca en votos para IU. Por eso hay que recomponer las relaciones, sobre todo de cara a un paro del país, como dijo Lara: “Cuando consigamos convencer, que no vencer, a los compañeros, seguro que habrá huelga general”. Centella: «Nos dejaremos el pellejo para situar a IU en las mejores condiciones» Tercer cometido: “Acelerar la jubilación de Juan Carlos de Borbón y buscarle una salida laboral a su hijo Felipe”, pinchó Centella. La sala estalló de júbilo: “¡España, mañana, será republicana!”. El secretario general llamó a forjar un “movimiento unitario y fuerte” a favor de la III República. “Lo lograremos. No es una utopía”. El cuarto trabajo afecta a la médula del PCE: IU. Centella cortó por lo sano un problema endémico en el partido, que el sábado cortó el propio congreso por decisión del 81,69% de los delegados: “Termina aquí un debate muy legítimo sobre si IU sí o IU no”. La apuesta por la “apasionante refundación” de la federación es nítida. “Nos dejaremos el pellejo para situar a IU en las mejores condiciones”, aseguró. El líder dejó traslucir, no obstante, la obsesión que recorre al PCE desde la era de Gaspar Llamazares: que se reintegren en IU todos los expulsados (en Asturias, Salamanca y Extremadura). “Todos estaremos en las listas de IU, sin privilegios, pero sin que nadie nos castigue por ser del PCE”. También salvó la cara a la vieja guardia frente a los gasparistas: “Nadie doblará ni doblegará a este partido. Como tampoco pudieron con Paco [Frutos] y Felipe [Alcaraz]”. Los dos, el secretario general y el presidente ejecutivo salientes, seguirán en el Comité Federal, en segunda línea. Quien dejará el máximo órgano de dirección, y por primera vez, será Julio Anguita, ex líder del PCE y de IU. Lo pidió él, para tener más tiempo para sus cosas. El PCE enciende etapa empachado de optimismo. “Se sorprenderan los que nos daban por muertos. Se sorprenderán aún más”, |