Rute - Cordoba

Rechazamos rotundamente la ratificación del acuerdo entre Marruecos y la UE para la introducción de productos agrícolas marroquíes en Europa sin aranceles, por socialmente injusto y por desleal. Este acuerdo sólo interesa a las grandes multinacionales apátridas y los grandes perjudicados son, una vez más, los agricultores españoles, el campo español y nuestra producción de aceite de oliva, hortalizas, frutas y verduras. Pero también los pequeños y medianos agricultores marroquíes, a los que condena a depender de las multinacionales. En definitiva, la agricultura tradicional no capitalista.

El campo español, raíz de nuestra cultura e identidad, se muere y despuebla a causa de décadas de gobiernos y políticas neoliberales. El campo productor español, matriz del principal activo económico estratégico de una nación (sus productos alimenticios), está secuestrado. El campo español, garantía primera de nuestra independencia nacional, está herido de muerte desde que España entró en pésimas condiciones en la CEE (hoy UE) a mediados de los años 80, y cada año que pasa va a peor, da igual que tengamos gobiernos del PSOE o del PP, todos se demuestran incapaces porque son co-responsables. Hace unos meses, paradójicamente, fue el fin del acuerdo con Marruecos lo que perjudicó a nuestro sector pesquero, entonces con el gobierno socialista de Zapatero. Ahora, con el gobierno pepero de Rajoy, le toca a nuestra agricultura perder. Casualmente, España siempre pierde en esta Unión Europea hecha a la medida de las multinacionales y de los países del norte de Europa. El verdadero mal es exactamente ése: que España sea una mera colonia de la Unión Europea, que España, que tan grande ha sido en la historia, haya devenido hoy en una nación en vías de extinción ocupada por los burócratas de Bruselas, al servicio no de Europa, sino de la alta finanza capitalista internacional.

Así, este desastroso acuerdo liberalizador ahorrará a la burocratizada UE un 70% de los aranceles que hasta ahora tenía con Marruecos, pero amenaza directamente el empleo de 500.000 agricultores españoles de todas las regiones. Regiones españolas que deberían unirse bajo la bandera nacional y reivindicar juntos nuestra soberanía e independencia españolas. Un acuerdo, en suma, que supone una competencia desleal a nuestros productos y una deslealtad total hacia España, y la introducción de productos que además no cumplen ni de lejos los controles de calidad españoles.

Nos parece bien que hayan votado en contra todos los "eurodiputados" españoles, más otros no españoles de izquierda y Los Verdes europeos, significativamente encabezados por el activista francés antiglobalización José Bové. Pero al mismo tiempo denunciamos, como lo venimos haciendo desde hace décadas, que la causa de estos graves errores (como otros del pasado, especialmente la entrada en el Euro) está en la terrible cesión de soberanía por parte de España ante la Unión Europea, de la que son especialmente responsables el PSOE y el PP, que demuestra mucho cinismo oponiéndose ahora a este acuerdo, de cara a la galería.


Y es que no habrá solución posible para todo este panorama hasta que el pueblo español no tome conciencia de quiénes son los causantes de todos estos desastres, y se levante para liberarse, asumiendo así su propio destino.