Pedroche - Cordoba

Hace casi dos años, en la primavera de 2009, Pedro J. Ramírez decidió contratar a un perito químico para que, ayudado por el vicedirector de El Mundo, Casimiro García-Abadillo, reabriera con su sapiencia la conspiración sobre el 11-M. El perito se llama Antonio Iglesias. Entre él y García-Abadillo escribieron un libro, titulado Titadyn. Fue ése otro monumental fracaso de Ramírez en su afán por demostrar –aunque lo haya negado- que el Gobierno actual pudo estar detrás, en cierto modo, de tales crímenes.

¿Quién se acuerda del perito Iglesias? ¿Para qué sirvió el libro mágico de Iglesias&Casimiro, el que iba a conducirnos a la verdad acerca de los autores de la matanza del 11-M? Todos los esfuerzos de Ramírez por complacer a José María Aznar y a sí mismo han chocado a lo largo de los años –llevamos oyendo la cantinela conspiranoica poco más de siete años- con la realidad. ¿Dónde está el librito de Luis del Pino, otro que tal baila?

¡Pobre Zola!
El libro de Iglesias fue presentado con boato y una ficticia solemnidad. Ramírez se transmutó en Emile Zola [¡Pobre Zola, teniendo que aguantar en la chepa el amarillismo de Pedro Jota!] y volvió a su texto predilecto, al de “Yo acuso…”, que escribiera Zola a finales del siglo XIX, en el periódico Le Fígaro, para defender al capitán del Ejército francés Alfred Dreyfus.

Un nostálgico
Por cierto, Ramírez parece que aún no se ha enterado de que Dreyfus fue respaldado por la sociedad francesa progresista, mientras quienes lo persiguieron con saña eran reaccionarios. Pensar que Ramírez es un paladín del progresismo –sinónimo de izquierdas- sólo se le ocurre a un ignorante. El químico Iglesias –según versiones dignas de crédito- es un nostálgico del franquismo, probablemente asiduo votante del Partido Popular.

Colegio de Químicos
Habría que recordar además que hubo intentos, por parte de Ramírez y/o sus auxiliares, de manipular el Colegio de Químicos de Madrid. Primero consiguieron que esa corporación ensalzara el contenido de lo escrito por Iglesias. Días más tarde, el portavoz oficial del Colegio de Químicos Antonio Zafardiel, preguntado por ELPLURAL.COM, desmintió el montaje mundial.

Unión Foral
Ahora, como hemos revelado en exclusiva desde ELPLURAL.COM, Ramírez da la impresión de que confía mucho en la jueza María del Coro Cillan y García de Iturrospe para que le arregle como sea lo del 11-M. María del Coro, antes de magistrada se dedicó a la política. En las elecciones de 1979 fue número 2 de la lista de Unión Foral en Guipuzcoa y la cifra de sus votos, raquítica. Sus compañeros de viaje olían a naftalina, a viejo régimen o a dictadura franquista. Luego se nos hizo jueza y su historial profesional no es precisamente brillante. Más bien lo contrario, según puede comprobarse en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Capricho o fijación
La cuestión del 11-M no es sólo un capricho o una fijación de Ramírez. La instrumentalizan también con frecuencia los dirigentes del PP, salvo Alberto Ruiz-Gallardón. En Veo 7 -¿la ven ya siete?- los mandamases del PP tratan de congraciarse con Ramírez y le prometen que, si ganan, se sabrá por fin la verdad del 11-M. Lo hicieron María Dolores de Cospedal y también Javier Arenas recientemente. Mariano Rajoy se lavó las manos, que es su especialidad, pero en 2004, el 13-M –el día antes del 14-M- en El Mundo, y en portada, proclamó que él creía que sí, que los autores de la masacre habían sido los terroristas de ETA. Y ahí siguen. Hace unos años el héroe del 11-M llegó a ser para El Mundo un delincuente llamado Trashorras. Ahora la heroína es una jueza. Y, en medio, el químico Iglesias.

Enric Sopena, director del plural.com 15/03/11