Pedroche - Cordoba

Los carteles adhesivos que han sido distribuidos por Intereconomía –proclamando a voz en grito que Zapatero y Rubalcaba “perjudican seriamente la libertad”- reflejan con exactitud hasta dónde está dispuesta a llegar en sus desvaríos la neoextrema derecha española. El aspirante a magnate del Grupo aludido, Julio Ariza, escribió el pasado 9 de enero en La Gaceta: “Rubalcaba y Zapatero son ya expresión del talante opresor y la mentira de una forma de gobernar que pisotea sistemáticamente hasta los mismísimos derechos fundamentales.”

“El uso abusivo de nuestro dinero [subrayó este magnate de vía estrecha con sintaxis manifiestamente mejorable] para que vagos y aprovechados vivan sin dar palo al agua, mientras los demás gastamos nuestros días en un esfuerzo denodado por llegar a fin de mes. Las mayorías silenciosas pueden dejar de serlo cuando el nivel de corrupción de los que administran lo público no deja espacio para respirar y la injusticia se apodera del sistema”.

Efecto simplemente diarreico
Esto no es una crítica argumentada. Es una especie de efecto simplemente diarreico. Naturalmente, quien fuera diputado por el PP en el Parlamento de Cataluña se permite adentrarse ahora en el capítulo de la corrupción, eludiendo el caso Gürtel, el asunto más grave que afecta en su paternidad al Partido Popular.

Uno de los nuestros
Pero Ariza sigue siendo -en Génova 13- uno de los nuestros, aunque con frecuencia sus productos mediáticos desborden al PP por la derecha, lo que ya tiene mérito. Intereconomía –conviene no despreciar el dato- se ha erigido en uno de los pilares hispanos que admira el Tea Party, lo defiende y trata de asemejarse a este fenómeno neofascista made in USA. No es el primero. Evoquemos el Ku Klux Klan, la caza de brujas del macartismo, los asesinatos de John F. Kennedy, Robert F. Kennedy y Martin Luther King-, la llamada coalición cristiana o los neocon de Bush.

El asesino de Kennedy
Por cierto, el 16 de enero, Ariza procuró sostener en su Gaceta que la derecha no tiene el “monopolio de la violencia pública.” Y puntualizó que el asesinato del presidente Kennedy –“ocultado, en realidad”- lo perpetró “Lee Harvey Oswald” que “era un comunista”. Le recomendamos a Ariza que lea el libro Oficial y confidencial del periodista Anthony Summers o La vida secreta de J. Edgar Hoover, perpetuo director del FBI. Un amigo de Hoover le preguntó sobre la autoría del magnicidio de Kennedy. La respuesta fue: “Si te dijera lo que realmente sé, sería muy peligroso para este país. Todo nuestro sistema político podría resultar trastornado”.

Estolidez monumental
En todo caso, expandir el slogan de que “Zapatero y Rubalcaba perjudican seriamente la libertad” no es más que una exhibición de estolidez monumental. Muy propia del Toro Party y…olé.

Enric Sopena ELPLURAL.COM