Montemayor - Cordoba

Susana Díaz convoca nuevas elecciones, según ella, para darle la palabra al pueblo debido a la inestabilidad del pacto de gobierno entre su partido e IU. Y como siempre sucede en estos casos, la decisión se basa en una necesidad objetiva, se busca solamente los intereses del pueblo.

Nuestros políticos apelan constantemente a la opinión del pueblo de una manera muy peculiar, porque por lo visto el pueblo solo tiene que hablar en el acto de depositar su voto en las urnas, antes y después su palabra no cuenta. O la Señora Díaz es sorda como una tapia o es descaradamente hipócrita. Basta salir a la calle para oír la ensordecedora palabra del pueblo: Delphi, Hepatitis C, AYESA, estudiantes, sector público, pequeños agricultores, miles de trabajadores andaluces que no cobran desde hace meses, más de un millón de parados, braceros ocupando fincas…. Pero la expresión popular en las calles, fuera de las elecciones no es seria, no es válida, porque es la obra de unos desalmados que quieren pervertir y subvertir el sistema. Eso sí cuando llega el día y la hora que los políticos y la banca han señalado para que decidamos a qué Mesías elegimos, entonces sí, entonces nos comportamos como seres civilizados.

En esta hora crucial para los trabajadores debemos reflexionar sobre el momento político que se caracteriza por el encadenamiento de hechos que vienen a sofocar las iras, la indignación de las clases populares desguarnecidas y desorientadas que se hallan a merced de políticos de nuevo y viejo cuño que coinciden en lo mismo, en su destreza para manejar la sensibilidad popular.

La salida a la palestra política de nuevos líderes, ha servido para prolongar la vida al capitalismo, un capitalismo putrefacto, que destila podredumbre, corrupción y por ende pobreza mortal y desigualdad como nunca la hemos vivido. Recordemos que hasta hace poco se cuestionaban todas las instituciones, había luchas todos los días, manifestaciones callejeras incontrolables. Nadie tenía fe en los políticos, nadie confiaba en las elecciones porque siempre ganaban los mismos, porque estos estaban controlados por los bancos. Una situación así era peligrosa para el régimen. La llegada de PODEMOS, frena el desarrollo de esas luchas y revive las ilusiones del pueblo en las nuevas elecciones.

Era tal el temor de los capitalistas que un sector de éste se dedicó a fabricar nuevos líderes de “izquierda” y de derecha que canalizasen el descontento popular, para que todo quedase dentro de unos márgenes controlables, que no cuestionase la pervivencia del sistema explotador, de ahí la aparición de Pablo Iglesias, Alberto Garzón y Albert Rivera.

Las discordias entre ellos y los dirigentes del PP-PSOE, no es lucha ideológica, no es una confrontación antagónica, aunque sea contraria o distinta y lo veremos tras las sucesivas elecciones que vienen. En ellas no se votará entre izquierda (contra el sistema) o derecha (a favor del sistema), por el contrario, una vez más el pueblo será sometido al dictado de los poderosos y no tendrá “más remedio” que elegir entre lo viejo o lo nuevo del sistema, entre una fracción capitalista que tiene una forma distinta de ver la política actual, contra otra fracción que se aferra al continuismo. Es decir, una vez más en nuestra historia, el pueblo va a ser manejado para que ellos no se desangren.

¿Qué partido va en contra de la pertenencia a la UE, al Euro? Por tanto seguiremos bajo la férula de los monopolios europeos. ¿Qué partido reivindica la entrega de las tierras a los braceros? Ninguno, por consiguiente, la materia prima que se produzca en Andalucía, acabará como hasta ahora, convirtiéndose en producto fuera de nuestras fronteras, donde los terratenientes andaluces tienen sus industrias.

Se nos puede tachar de extremistas y lo somos con relación a nuestros enemigos de clase. Acaso no es extremista la pobreza, el hambre, los casos de suicidios, la negación a enfermos terminales de las medicinas que les salvarían sus vidas, mientras los ricos se enriquecen cada vez más. Estas cosas no se producen por la casualidad sino por la existencia de una clase social que solo sabe y puede vivir a costa de la miseria y de la explotación del pueblo trabajador. Y mientras esta clase exista, continuará el capitalismo con sus crisis, que pagaremos los que trabajamos. Así ha sido el sistema desde que surgió hasta ahora y así seguirá mientras no acabemos con él, porque no tiene otra forma de existir.

Querer acabar con la corrupción por medio de leyes, es como prohibir la lluvia por decreto. La corrupción es consubstancial al sistema, mientras éste exista gobernará la corrupción. ¿Acaso no es corrupción de primera magnitud, que señores con nuestros dineros depositados en los bancos, construyan empresas para enriquecerse a costa de succionar cada vez más plus valía generada por el trabajador?

Querer acabar con las desigualdades, mientras unos sean los dueños de las fábricas, de los campos, de los mares y otros tengamos que suplicarles para que nos den trabajo, es una quimera. En esta situación no hay término medio o se está con el pueblo o se está a favor de los capitalistas, es decir, contra el pueblo. Por esta razón el FRENTE UNICO DEL PUEBLO llama a los trabajadores para que no hagan caso de los cantos de sirenas, su libertad y su pan está en sus propias manos en coger lo que les pertenece, lo que producen con sus esfuerzos e inteligencia.

TRABAJADOR ÚNETE A LA ASAMBLEA DE COMITES, DELEGADOS Y TRABAJADORES (ACDT) Y AL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO.

FRENTE UNICO DEL PUEBLO SEVILLA .

Hay que responder a estos ataques con la unidad en torno al Frente Unico que sea los sepultureros de los cinicos y criminales gobernantes antipopulares .

https://www.youtube.com/watch?v=8USuZrYemjk

que no los pongas tan largosssssssssssssssssssssssssss que esto no es una clase de literatura ni el quijoteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.

niñooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

que tus posts son mas largos que una meá en el barruelo