La Rambla - Cordoba

Hoy estamos a 25 de Noviembre, Día Internacional contra la violencia de género, y un estudio de la Federación de Mujeres Progresistas dado a conocer ayer, sigue dando como resultado algo escalofriante: España sigue siendo machista.
Este machismo se manifiesta en la desigualdad de roles que la juventud de nuestro pañis asigna al hombre y a la mujer, siendo un caldo de cultivo para que siga dándose la violencia de género.-
Si se analiza el estudio a que hago referencia se desprende que más del 80% de los jóvenes varones piensan que sus novias, sus parejas, “tienen el deber de complacerles sexualmente”, y que más del 70% de las jóvenes féminas, siguen este pensamiento. Además ellas piensan que los celos son un ejemplo de que el “machito” se interesa por ellas. ¿Es esto normal? Este pensamiento de nuestra juventud nos retrotrae a generaciones de más de 75 años, por lo que estamos andando hacia atrás en la libertad, igualdad y dignidad personal de hombres y mujeres.-

Si tenemos en cuenta que el trasfondo de la violencia de género es el sentimiento de posesión machista y esos celos que hacen pensar en la mujer como algo propiedad privada, el caldo de cultivo necesario no se ha erradicado de nuestra sociedad de hoy en día, más al contrario lo estamos acrecentando, porque nuestro futuro, nuestra juventud crece en la insensibilidad más absoluta, y en un sentimiento de desigualdad respecto al género más evidente que jamás se haya dado en la sociedad española.

¿Qué estamos construyendo? ¿nos hemos parado a pensar en la educación que los padres y madres les estamos trasladando a nuestros jóvenes? Los padres y madres deben estar atentos y desmontar cualquier actitud en los hijos que supongan control por parte de ellos hacia sus parejas, y cualquier actitud de sumisión de ellas respecto de ellos. Solo así, en una educación en igualdad podremos cambiar esta lacra social.
Solo desde la familia podremos construir una sociedad con valores como igualdad de género, tan importante y tan decisivo para ahuyentar esta violencia de género machista y dominadora del hombre hacia la mujer.
Hay que desterrar del comportamiento materno que los roles domésticos corresponden a las hijas, y que ésta actividad es una vía para que niños y niñas se miren en un plano de igualdad. No es malo que un niño haga su cama, ni que friegue planos, ni que barra, ni que friegue la casa, eso no son tareas encomendadas solamente a la mujer. Y ahí está el error. Las madres tienen en sus manos la erradicación de estos comportamientos machistas y violentos de nuestra juventud.
Todos somos responsables de esta lacra, familia, escuela, medios de comunicación, y sociedad en general, y tenemos que aprender a enseñar en igualdad porque nuestra sociedad está dando señales de alarma preocupante en este sentido, porque estamos construyendo una sociedad coja en derechos hacia la mujer, porque estamos construyendo unos jóvenes más preocupados de marcar músculo, porque unas niñas lo ven de machitos, cuando deben saber que el músculo mejor desarrollado es el cerebro.-
Por tanto, tenemos herramientas para hacer una sociedad más igualitaria, más justa y hacernos nosotros mismos más dignos.
No debemos equivocarnos, y una cosa es el sexo con el que uno nace, y otra bien distinta es el género que se enseña, se educa, se aprende, y puede ser incluso manipulado. Se entiende por género la construcción social y cultural que define las diferentes características emocionales, afectivas e intelectuales, y asimismo el comportamiento que la sociedad asigna como propios y naturales a hombres y mujeres.
Si la sociedad asigna a la mujer el ser habladoras, cariñosas, y organizadas; y al hombre ser activos, y fuertes, podemos afirmar que el género es la construcción social del sexo.- Pero como toda construcción puede ser cambiada, modificada y enunciada nuevamente hasta que la sociedad asuma como suyos otros valores que introduzcan más igualdad entre los dos géneros.
Por lo que he expuesto antes, nadie podría afirmar que las mujeres son diferentes de los hombres por razón de naturaleza, más allá del puro sexo diferencial.- Por lo tanto toda diferencia de trato es EDUCACIONAL y por lo tanto enseñada a lo largo del tiempo en nuestra sociedad.-
Según esto, otro tipo de educación, de comportamientos, incluso de relaciones de poder, harían que nuestros jóvenes no diferenciaran entre género y tuvieran un comportamiento esencialmente igualitario, dándose unas relaciones de pareja en igualdad, y solidaridad, atemperando e incluso excluyendo toda violencia de género de nuestra sociedad.

Me gustaría que esta post fuese un toque de atención para padres y madres, y que supieran que solo con una educación diferente, menos sexista, menos diferenciadora de géneros, y donde impere una educación en torno al valor igualdad, podremos construir una sociedad diferente en este sentido, porque lo que estamos construyendo es un desconsuelo total, y una juventud machista, trasnochada y que camina para atrás.Un saludo.-

la encuesta del 70 porciento no es cierta yo veo alos jovenes menos machistas y como ento los hai buenos y malos y creo ke buenos lo son la malloria