La Rambla - Cordoba

El bombo y platillo que Pedro Sánchez le dio el sábado al acto en el que estampó su firma en el Código Ético del PSOE contrasta con el tupido velo que, sin éxito, quiere correr sobre los casi seis años que fue consejero de la Asamblea General de Caja Madrid.

Por más que hace tres semanas el líder de los socialistas le asegurara a Risto Mejide que "nunca" cobró "un euro" como representante en dicho órgano del Grupo Municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid -del que era concejal-, la sombra de la sospecha es alargada.

Ya no porque recibiera dinero contante y sonante, puesto que la dieta de 1.350 euros por reunión que cobraban los miembros de la Asamblea que no eran cargos públicos en su caso era incompatible al ser edil; sino por otro tipo de prebendas. En especial, la hipoteca.

Entre las atenciones que Miguel Blesa tenía para con los asambleístas de Caja Madrid, 320 en total, figuraba "una línea especial de préstamos". Así consta en uno de los correos electrónicos del sumario, revelado por El Mundo. Bien para comprar una vivienda o para "atenciones diversas de índole no empresarial".

Según la declaración de rentas, bienes e intereses que Sánchez colgó en la página web del PSOE la semana pasada, Caja Madrid le concedió un préstamo hipotecario cuando era miembro de su Asamblea (concretamente el 20 de julio de 200 del que le quedaban por pagar 127.220 euros.

La siguiente pregunta era obligada: ¿Se benefició el líder del PSOE de las ventajosas condiciones con las que Blesa engatusaba a los asambleístas de Caja Madrid? Extendida la duda, Pedro Sánchez quiso este lunes disiparla cuanto antes.

No en vano, también sostuvo en el pasado que no recibió "un euro" por su cargo en Caja Madrid pero en paralelo ocultó los regalos que la entidad les hizo a él y al resto de miembros de la Asamblea. Esos sí los cogió. Entre ellos un ordenador y un iPhone.

Por partida doble

Así que Sánchez dio primero una rueda de prensa en la que señaló que suscribió su hipoteca en "las mismas condiciones de financiación del mercado" y se definió como un político "con los bolsillos de cristal". Horas después, en vista de que las dudas persistían, colgó los detalles en la web.

Según la documentación aportada por el socialista, en septiembre 2005 firmó una primera hipoteca por valor de 293.700 euros a un interés de Euribor + 1,75%. Y añade, reconociendo que en algo sí se benefició: "Con una bonificación del 30% sobre el resultante, por ser miembro de la Asamblea (de Caja Madrid). Esta bonificación representó unos 60 euros/mes".

En julio de 2008, todavía siendo asambleísta, amplió ese crédito hasta 318.600 euros y mejoró las condiciones: Euribor + 1,25% en el tipo de interés y una cuota mensual de 1.397, 40 euros durante 25 años. Choca que en la declaración que colgó la semana pasada en Internet la hipoteca que figuraba era de 159.300 euros, no de 318.600, más del doble.

A pesar de que el de las tarjetas black es el escándalo que más ha encendido a la opinión pública -15,5 millones de euros esquilmados por esta vía-, el de los préstamos ventajosos de Caja Madrid es mucho mayor en términos económicos.

Expansión publicó la semana pasada que al menos 34 consejeros y directivos de la Caja recibieron 62 millones de euros en hipotecas, avales, préstamos al consumo o créditos empresariales. Sólo el ex presidente de la CEOE, el ahora encarcelado Gerardo Díaz Ferrán, obtuvo 32.

A Pedro Sánchez le quedan más explicaciones por dar. "Tendrá que explicar para qué estaba allí y hacia donde estaba mirando mientras todo esto se hacía", le trasladó este lunes el diputado de UPyD Toni Cantó. Cuyo partido, que no participó en el saqueo de Caja Madrid, es el que está pidiendo cuentas con más insistencia al líder del PSOE.