Hornachuelos - Cordoba

Si hay algo que nos caracteriza a los locos es eso, que nos vamos por peteneras, que subimos y bajamos por los cerros de Úbeda así porque sí, casi sin darnos cuenta, esto da una libertad que pocos cuerdos se imaginan. Es como un ir y venir de un tema a otro sin venir al cuento, un encender y apagar luces de forma intermitente sin saber porqué, pero bueno, que más da, el cerro está ahí, esperando que subas y bajes cuantas veces quieras.
Hoy por ejemplo, mientras comía veía las noticias y Rajoy en el televisor saludaba unos señores japoneses y de repente sin venir a cuento me acordé de nuestra alcaldesa vestida de flamenca mostrando su arte andaluz ante todos los alcaldes del mundo cuyos terrenos están ocupados por centrales nucleares.Y de repente me he preguntado ¿es que vinieron solo para ver tan exquisito arte?
En el televisor seguía Rajoy, visitando Fukushima para apoyar la zona del desastre, eso sí, mirando desde lejos, mientras pretendía convencer al mundo entero de que en Japón todo está controlado.
Y de nuevo mi cabeza me ha jugado una mala pasada, sin saber porqué recordé los juegos olímpicos del 2020.
Entonces, volví a saltar de un monte a otro y recordé la nueva ampliación del cabril. Pero a veces la memoria me falla y no soy capaz de recordar cuando fue la última ampliación del cabril, ni si quiera recuerdo la extensión que tiene, ni lo que contiene, ni de dónde viene.
Ha sido un shok tan grande que aún no me he recuperado y me temo que esta noche dormiré (si es que puedo) pensando en a qué se deberá tanto correr por los cerros de Úbeda sin venir a cuento.

Jejeje,sabia ironía la tuya,mas razón que un santo.

Leí un relato de un líder de una secta, el líder explicaba a sus fieles;Y ENTRE LOS POBRES ENCONTRÉ EL GRAN MISTERIO DE DIOS. Y me pregunté:¿que gran misterio tendremos los pobres que ni nos damos cuenta?
Subo el cerro y trato de buscar la verdad absoluta y me doy cuenta que en su lugar hay miles de verdades, pero ni rastro de ella. Y río a carcajadas a escondidas por los rincones de casa y alguien me pregunta: ¿de que te ríes? respondo: de nada. Así, como los locos vamos.
Enciendo la tele y miro ¿quien a dicho que la tele no enseña nada? la tele lo enseña todo, lo que ocurre es que los que miramos no aprendemos nada. Hasta de los dibujos animados si sabes aprender aprendes algo. Dicen cosas tan sensatas como: No te preocupes Pepa, a papá Pí no le picará la avispa, él corre mucho, ya podemos merendar.
Y sigo con mi tarea cotidiana y de repente otra carcajada que trato de esconder de quien me mira extrañado, mi carcajada se corta de inmediato.
Lo peor de la mentira no es que la gente la crea o no, lo más importante de una mentira es que quien la crea sea capaz de matar por defenderla. Y de repente veo un gran rebaño de ovejas bajando el cerro, tras ellas un rico pastor y junto al pastor unos fieles perros que obedecen fielmente a su amo ladrando a cualquier oveja que pretenda "descarrilarse". Y encontré el gran misterio de Dios, tanto en los pobres como en los ricos.

mario al papa juan pablo 2
le van a santificar pronto
que buscas que lo hagan con tigo tambien

No llevo yo la vida como para eso jajajajaja.....

Me fui de vacaciones al mar, cerca de la costa y nada más entrar al hotel, digo a mi pareja; No sé porqué pero creo que estamos en un hotel religioso.
Después del almuerzo se me acerca una señora mayor; Que bonita pareja ¿recién casados? esta tarde nos vamos a visitar Puerto Banus ¿os apetece acompañarnos? será muy divertido.
Y bueno, como estamos de vacaciones ¿porqué no? al montarnos en el autobús descubrimos que esa señora mayor que se me había acercado un ratito antes era la guía. Durante el trayecto se dedicó a contar chistes con la peculariedad de que nos contó el mismo chiste tres veces seguidas, sin intermedio ni nada y creo que hubiera seguido si no llega a decir alguien: Que ese ya lo has contado. ¿a sí? dudaba ella.
Llegamos a Marbella y una de las cosas que nos enseñó fue la casa de Jesús Gil y nos contaba maravillada las grandes obras de mármol que se realizaron bajo su mandato en el ayuntamiento.
¿Sabéis quien es ese? (Allí a unos cuantos metros del suelo, sobre una larga columna posaba un ángel). Vosotros deberíais saberlo ese es el arcángel de Córdoba.
Ah, pues no teníamos ni idea.
Y mira por dónde, el otro día por la tele me voy a enterar que aquel arcángel en las alturas de Marbella tiene nombre y apellidos. Se llama Rafael Gomez Sanchez. Y nosotros de Córdoba y sin saberlo, jejeje....
Que misterio.

Y al bajar por un cerro me encontré una cueva.

https://outu.be/NO4LhPxmQJM

y el secreto esta en la istoria jajajaja

Y en el presente está el futuro.

Caminando por aquellos cerros de Úbeda me encontré con la sirenita y pedía unas piernas a la vieja bruja del mar y la bruja le contestó: Sirenita, si quieres tener piernas me tienes que dar tu voz. Y así la sirenita logró sus piernas y yo me pregunté ¿para qué querrá una vieja bruja del mar la voz de la sirenita? y veía como sirenita saltaba, bailaba y corría con sus recién estrenadas piernas y alguien le preguntó:¿sirenita, porque estás tan contenta y aquí en el cerro todos estamos tristes? pero ella entusiasmada aún de tan prestigioso regalo ignoró la preguenta y siguió saltando, bailando y corriendo hasta que de pronto tuvo unas enormes ganas de hablar. Pero temía que si hablaba el hechizo se rompiera y pudiera perder aquellas piernas tan deseadas, así que calló su voz, pero cada día le era más insoportable callar su conciencia. Aún ignorando aquellas voces de su conciencia esos saltos, bailes y carreras que se pegaba no tardaron en ser pequeños pasitos que sirenita cada día daba con más miedo. Hasta que llegó el momento en que sirenita se dio cuenta de que tenía unas piernas inútiles y débiles. Al notar la gran debilidad de sus piernas por primera vez pudo mirar a su alrededor y entonces descubrió que por todas partes había sirenitas y sirenitos mudos y sin piernas en un desierto donde no había ni agua ni tierra. Cayó en cuenta de que la vieja bruja del mar la había engañado y a pesar de haber cayado su voz, también mutiló sus piernas.

Menudo viaje me he pegado ¿a que si?