Espiel - Cordoba

25 de abril de 2013
“¡Queridos hijos! Orad, orad, y sólo orad, hasta que vuestro corazón se abra a la fe, como una flor se abre a los cálidos rayos del sol. Este es un tiempo de gracia que Dios os da a través de mi presencia, sin embargo, vosotros estáis lejos de mi Corazón, por eso os invito a la conversión personal y a la oración familiar. Que la Sagrada Escritura sea siempre un estímulo para vosotros. Os bendigo a todos con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamada.”


("Si supieras cuánto te amo, llorarías de alegría")

Oremos,como quieres que oremos si no comemos.

Dios no nos envía la desesperación para matarnos, sino para despertar en nosotros una nueva vida.(HERMANN HESSE)

Al abad sanson este le gusta lo de a dios orando y con el mazo dando, eso parece decirnos pues al parecer sus amigos del trio del otro dia que no sabian lo que decian , ni nadie se entero de lo que querian explicar es lo que van terminar por hacer matarnos de hambre mientras ellos rezan y se dan golpecitos de pecho

La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios.



Mahatma Gandhi

El comentario del Padre Ferran J. Carbonell al mensaje del 25 de abril, aquí:

Ni mucho menos soy seguidor de la lectura de aquel inestable novelista suizo/aleman Hermann Hesse y su afan de penetrar de alguna manera en el misticismo de las religiones; pero he encontrado en la red un párrafo de su mejor novela "El lobo estepario" que probablemente viene a cuento con vuestros comentarios.

-Siempre ha sido así y siempre será igual, que el tiempo y el mundo, el dinero y el poder, pertenecen a los mediocres y superficiales, y a los otros, a los verdaderos hombres, no les pertenece nada. Nada más que la muerte.

Creo firmemente que el problema del hombre, siempre me refiero de esta manera al genero humano sin menoscabo del genero femenino, no se resuelve con oraciones repetitiva, ni para uno, ni para los demás hasta perder el sentido, como ni siquiera anteponiendo la figura de Dios para que nos ayude a resolver los problemas que hemos creado nosotros.
Si empezamos por no permitir que nos dirijan tantos mediocres con un bajo límite de incompetecia, ya hemos ganado algo. La muerte puede esperar.


Pido perdon por haberme entrometido en vuestros comentarios sin que nadie me haya llamado.

A.R.M., nos llaman a todos. Medjugorje (sobre todo para los creyentes, claro) es una llamada a todos.

De lo que yo puedo entender de los mensajes, la Virgen no pide una oración repetitiva, sino constante, que no es lo mismo. Y, sobre todo, pide una oración de corazón, es decir, sincera: no (sólo) de palabra, sino con la vida entera, con obras. No se trata de endosarle a Dios nuestros problemas, los que hemos creado nosotros: se trata, como siembre de "a Dios rogando y con el mazo dando". Las cosas que podemos resolver, las debemos resolver nosotros, pero según Dios. Y lo demás es de parte de Dios. En la oración no pedimos caprichos, como si fueramos hijos de papá; en la oración pedimos luz, pedimos el Espíritu Santo. Pedimos la vida de arriba no para huir de ésta de ahora, sino para ser más humanos y mejores personas, de acuerdo con el criterio de Dios que, hoy, sigue preguntándonos: "¿dónde está tu hermano?".

Al cielo (a Dios) sólo se llega por el amor. Y Cristo lo dejó bien claro:
Entonces el rey dirá a los de su derecha: ‘¡Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del reino preparado para vosotros desde el comienzo del mundo! Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel y vinisteis a verme. Entonces los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo y te vestimos?, ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? Y el rey les dirá: en verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mi me lo hicisteis. (MATEO 25, 31-46)

A.R.M., paisano, ¿estaremos de acuerdo en esto?

Lo mismo supongo contigo, Corralito2013.

Después del sermón que ha soltado en la segunda parte de su escrito y para que no lo repitiese sí, pero nó.

Casi todas sus palabras aunque sean de buena fé, son (no me interprete malamente) de una retorica desfasada ya de otros tiempos. Ahora los que visitamos una iglesia y no la Iglesia, aunque sea de tarde en tarde, esperamos otros hechos que esten más cerca de todos en general y que ayuden a resolver los problemas terrenales sin tapujos ni medias tintas; el resto de los evangelios los feligreses lo comprenderan y harán meritos para otra vida, cuando en esta tengan de alguna manera resueltos sus problemas. Por ejemplo: La gente joven.

En cualquier caso es de alabar su interes y su escrito. Gracias.

Los problemas de la gente (joven o no) son enormes. Nuestros problemas son enormes: yo también los tengo, como cualquiera. Y con hijos a la puerta de la adolescencia, con padres mayores, con familia emigrada, con contratos temporales,... créame que tengo algunos.

La situación del país es calamitosa, no ya por la crisis, sino porque los que nos metieron en esto son los que nos están gobernando y los que están a la espera de gobernar. Y unos y otros son igualmente inútiles cuando ya no puede gastarse a manos llenas.

La situación es mucho peor en muchas familias que pasan verdadera necesidad. Y en familias con enfermos crónicos a los que se les ahora se les niega las ayudas. Y en las familias hipotecadas hasta las cejas y sin trabajo. Y la situación es infinitamente peor en donde se muere de hambre, por dictaduras, por miseria, por esclavitud.

¿Qué dice Dios de todo esto? Lo que le preguntaba a Caín después de lo de Abel: ¿dónde está tu hermano? En palabras de ahora, si es que no se entiende: ¿qué estás haciendo tú (entiéndase, cualquiera de nosotros) por los demás, por tu prójimo, por tu hermano?

De otra manera: la mayor parte de las penas que en el mundo son, las causamos nosotros mismos con nuestros pecados, con nuestros abusos y con nuestro mal ejemplo (los pecados capitales, vamos). Cuando corrijamos esto, corregiremos las consecuencias. A mi me hablaban de "reparación" como una de las condiciones para una confesión bien hecha. Como decía San Juan evangelista: "si no amamos a nuestros hermanos, a quienes vemos, no podemos amar a Dios, a quien no vemos".

Y ahora, A.R.M., dígame: ¿qué parte de todo eso es lo desfasado? ¿Qué hay, de todo eso, que sea inútil?

Sí que le doy la razón en una cosa: la Iglesia (no sólo los obispos y los curas, sino todos, los cristianos de a pie) tenemos que ponernos las pilas. No hubo nunca mejor fraile que Fray Ejemplo.

¡¡¡Pero es que hasta esa necesidad viene en los Evangelios!!! Caemos (yo el primero) en el fariseismo, en las rutinas, en los "teatros"... y nos falta lo principal: "Fariseos, hipócritas, que diezmáis de la menta, del eneldo y del comino y olvidáis lo principal: el amor, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello". (Mateo, 23: 23)

No quiero discutir, paisano. Discúlpeme si lo he hecho. Lo único que quiero es llamar la atención sobre un fenómeno (las apariciones de la Virgen y su mensaje), enormemente importante para los creyentes (y para todos).

El Evangelio de Jesús sigue plenamente vigente: sirve para la situación actual y para lo que venga. Lo que pasa es que lo hemos desfigurado tanto que parece ser cosa inútil, de otro tiempo, de beatos, meapilas y gente de poco espíritu. Y no podemos consentirlo. En la Iglesia, en los creyentes, es necesaria una renovación tan grande o más que la que necesita la vida política y social de España y del mundo. Y esa renovación es la vuelta a los orígenes. Y la coherencia. Y las obras.

Un abrazo.

Ahí está Cáritas. O Manos Unidas. Por citar las de la Iglesia. Colaboremos.

No sólo con dinero, que también. Si nos esforzamos por portarnos bien (la conversión personal que pide la Virgen), habremos empezado el camino por donde vienen algunas soluciones.

Como bien nos quiere decir el abad sanson con toda su bonita retorica y palabreria de tiempos en que España el 90 ciento era analfebeta y obligada a rezar si o si es lo mismo que nos dice la ministra de trabajo, que recemos para que la virgen del Rocio nos consiga un miniyot.
Recordemos que el 80 o el 90 por ciento de lo que reparte caritas es de
donaciones anonimas

Recordemos que lo que no hagamos por nosotros mismos nadie nos lo va ha dar y que niño que no llora leche que no mama.

Corralito, te gustaría el libro "Ésta es nuestra fe" (Teología para Universitarios), de Luis González-Carvajal, en la editorial Sal Terrae.

Los cristianos NO somos hijos de papá, ni siquiera de papá-Dios.

Dios dió libre albedrío al hombre. No justifiquemos los errores de la humanidad por lo que el nos dio.