Aguas Medicinales en el término de Espiel.

AGUAS MEDICINALES EN EL TÉRMINO DE ESPIEL

Hoy, que tanto se habla del turismo en balnearios, por permitir unos días de tranquilidad y descanso y, a la vez, curar algunas dolencias, o , al menos, mitigarlas; nos encontramos con un balneario, que lo fue, y unas aguas, que lo son, pero abandonadas y olvidadas por quienes pudieran darles una utilidad y llevarlas de nuevo al esplendor que, en tiempos, tuvieron. Me refiero a las llamadas “Aguas de Villaharta”, “Fuenteagria de Villaharta”, “Aguas de Fuenteagria de Villaharta” o simplemente “Fuenteagria”, nombre que le viene , por una parte, de la proximidad a esta población, aunque estén en término de Espiel y, por otra, de las características propias del agua que mana en sus fuentes.

Las aguas siempre han estado allí, como es lógico, mas el balneario nació a finales del siglo XIX cuando fue destinado a Córdoba D. Elías Cervelló y Chinesta (1865) como ayudante facultativo del Cuerpo Nacional de Obras Públicas. Unos días después de su llegada tomaba posesión del cargo y se le encomendaba la dirección de las obras de la carretera Córdoba- Almadén en el tramo El Vacar (Venta del Castillo) hasta el Despeñadero de Espiel. Además de un puente sobre el Guadiato en el lugar de la Angostura. Este trabajo le obligó a fijar su residencia en Villaharta, lo que haría a mediados de agosto del año mencionado.

Cervelló observó que en un lugar próximo a la población, de nombre Fuenteagria, acampaban personas enfermas y de pobre condición que tomaban el agua del lugar para mejorar su salud. Aquel hecho le llevó a la idea de explotación de las aguas; pero para ello había que comprar las tierras, “Dehesa de Nueva Espiel” y que pertenecían a la Casa de Alba, la cual no estaba dispuesta a vender.(1)

Parece ser que el proyecto quedó aparcado, pero, pasados seis años, las tierras salieron a subasta y el Sr. Cervelló vuelve a su idea de explotación, comprando el lugar el 28 de septiembre de 1871.
Inmediatamente se inician las obras para construir un balneario, que en 1873 estaba concluido. (2) Constaba de casitas y un kiosco en el manantial de Fuenteagria al que se fueron añadiendo otras fuentes próximas (San Elías, Malos Pasos, Lastrilla, El Cordel..etc.)

Posteriormente y, aprovechando otros manantiales (San Rafael, La Lastra, El Cura..etc) nacería el balneario de Santa Elisa o Peñas Blancas con numerosos kioscos y un hotel “Peñas Blancas, Gran Hotel Santa Elisa”, construcción lujosa con capacidad para ciento cincuenta personas. (3)

En 1876 el Sr. Cervelló pretende ampliar las instalaciones del balneario de Fuenteagria y solicita (20-8-1876) al Ayuntamiento de Espiel, mediante instancia, se le permita levantar en término de su propiedad una fábrica de yeso con habitaciones para su administrador y operarios, una casa destinada a fonda para enfermos que concurriesen a los baños y aguas minerales, una casa almacén para tienda de comestibles, otra casa para el guarda con cuadra , un horno de pan cocer, una cochera y pozo de agua potable. Pide también que el ingeniero encargado de las obras de la carretera señale el lugar.
El 9 de octubre el Sr. Ingeniero de Obras Públicas informa al Ayuntamiento de que las obras solicitadas están construidas, sin tramitación, en el Km. 35. A la izquierda de la carretera el horno de yeso, y a la derecha las otras dependencia. Aconseja el derribo de todo lo edificado.
Hay consulta al Sr. Gobernador Civil el 17 de octubre y éste contesta el 15 de noviembre que en nada se perjudica al trazado de la carretera y que sólo debe derruirse el horno de yeso. El Alcalde de Espiel en carta de 23 de noviembre comunica al Sr. Cervelló tal decisión, dándole un plazo de 30 días para su cumplimiento. (4) Con estas obras se amplió las primitivas instalaciones del balneario, que, parece ser, nació de forma precaria.

D. Miguel Salcedo Hierro, Cronista de Córdoba, cuenta que el balneario “disponía de carruajes de caballos de su propiedad (carros, galeras, calesas) para trasladar a sus clientes desde la estación de ferrocarril más asequible, que era la de El Vacar(a 29 Km. de Córdoba). Dicha estación de El Vacar estaba a 10 Km. de Villaharta y, aunque había otra más cercana al pueblo que era la de la Alhondiguilla (a 9 Km.) la realidad era que su camino hasta el pueblo estaba francamente intransitable”. (5)

D. Pablo Riera y Sanz nos da algunos datos sobre su situación. Dice que están a 3º y 7º de latitud norte y 1º y 13º de longitud oeste, a 1´5 Km. de Villaharta y a 11 Km. de Espiel, con una altura sobre el nivel del mar de 560 m. (6)

Existen numerosas fuentes repartidas por el lugar, que posiblemente no formasen parte del complejo turístico. Respecto a esto nos dice D. Julian Recuero Calero que en una vía pecuaria, próxima al balneario de Fuenteagria, existe una fuente pública de agua ferruginosa bicarbonatada, llamada “El Infierno” cuyas aguas, aunque sin prescripción facultativa, como los demás manantiales, tiene gran aceptación entre los agüistas. (7)

En 1886 se elaboró un reglamento con 29 artículos donde se fija todo lo referente a su apertura ( desde el 1 de mayo al 30 de junio y del 1 de septiembre al 31 de octubre), dirección, visitas médicas, tarifas, alimentación, baños, exportación de aguas etc. (8)

Aguas:
El agua de estos manantiales es clara y transparente, inodora, de sabor eptítico y picante, desprendiendo burbujas gaseosas abundantes, al parecer de ácido carbónico , con una temperatura de 15 grados centígrados.(9) Veamos mejor su composición por los resultados obtenidos en un análisis practicado en 1873: las aguas tenían en su mayor parte ácido carbónico libre y procedente de bicarbonatos, ácido sulfúrico, cloro, bicarbonato sódico, bicarbonato cálcico, bicarbonato magnésico, potasa y pequeños indicios de materia orgánica. (10) Estas agua “ contienen más ácido carbónico que todas las de igual clase que en España existen y más que las de Vichy (Francia), Porla (Suecia), Spa (Bélgica), que ocupa el primer lugar entre las del extranjero”.En cuanto a las españolas superaban a las de Marmolejo, Puertollano y Lanjarón en óxidos de hierro, bicarbonato de sosa, sal y manganeso.

Elías Cervelló las envasó en botellas de color topacio y las comercializó bajo la marca “Aguas de Villaharta”, exportándose a La Habana, Montevideo, Puerto Rico, México, Nueva York...y, por supuesto, se distribuían por toda España.
En la Exposición Farmacéutica de Madrid de 1882 y en la Universal de Barcelona de 1888 obtuvo medalla de bronce y plata respectivamente. (11)

Tratamientos:
Diabetes, clorosis, anemias, enfermedades por falta de plasticidad en la sangre, afecciones propias de la mujer, gota, enfermedades de riñón...etc. (12)

Las aguas de este balneario fueron muy aceptadas en su tiempo, tanto es así que vinieron a tomarlas asiduamente el Presidente de Gobierno Silvela, el General Cabanellas, Fray. Albino, el Conde de Romanones, entre otros.

Este balneario, de tanta fama y prestigio durante los años finales del s. XIX y primeros del XX, por diversos motivos según los estudiosos del tema (falta de modernización, poca rentabilidad, escaso caudal para hacer una explotación masiva...) quedó abandonado y arruinado poco a poco. Yo pienso que otra de las causas fue la llamada “Guerra de Liberación”. Allí se estableció el ejercito republicano en 1936, que al abandonar el lugar “destrozo bienes muebles y parte de los edificios”. Posteriormente fue ocupado por la 34 División del Ejercito del Sur hasta final de la Guerra (13), utilizando el Hotel de Santa Elisa como lugar de descanso y hospital ( aún se puede apreciar los rótulos de aquellas habitaciones usadas como botiquín, quirófano, rayos etc.).Después se necesitaba una gran inversión para ser rehabilitado y quedó expuesto al pillaje y a la fuerza del tiempo que ha destrozado kioscos y alojamientos.
Hubo un intento en los años cincuenta, por parte de una empresa de Córdoba, para dar vida al establecimiento de Fuenteagria. Construyeron “un hotel con habitaciones individuales, esmerado comedor, dependencia para fiestas y reuniones familiares”, pero el proyecto no alcanzó los objetivos que se habían trazado sus dueños. (14)

En la actualidad, kioscos, hotel de Santa Elisa, casitas... están en ruina total, esperando la voz que les diga “levántate y anda” como aquel judío del que nos hablaron ¡un empresario capaz de hacer el milagro!

Son muchas las personas que con sus escritos o actuaciones han propuesto la recuperación de fuentes y balneario (Rosario Reyes, Miguel Salcedo, Victoriano Ojeda, Julián Recuero, alcaldes de Villaharta, por señalar algunos), incluso pidiendo a la Administración la creación de un “Parque Natural de las Fuentes Agrias” (José Cosano), pero nada... de nada. Todo sigue igual..desolación... ruina... y fracaso.

Antonio Giménez Azcona. Cronista Oficial de Espiel.


Documentación:

1.- J.C.M. Artículo: Fuenteagria, las aguas del olvido”
2.- Ibidem.
3.- Dña. Rosario Reyes. Artículo: “Esplendor y Ocaso de Fuente Agria”. Diario Córdoba de 8 de septiembre de 1992.
4.- A.M.E. Doc. 5, Leg. 97.
5.- D. Miguel Salcedo Hierro. Artículo: De Cercadillas a Fuente Agria” Diario Córdoba de 24 de febrero de 1993.
6.- D. Pablo Riera Sanz. “Diccionario Geográfico, Estadístico, Histórico, Postal, Militar y Municipal de España” 1882.
7.- D. Julián Recuero Calero. Escritos Inéditos. 1950.
8.- J.C.M. Artículo citado.
9.- D. Pablo Riera y Sanz. Obra citada.
10.- Dña. Rosario Reyes. Artículo citado.
11.- Ibidem. y J.C.M. Artículo citado.
12.- D. Pablo Riera y Sanz. Obra citada.
13.- A.M.E. Doc. 89, Leg. 106.
14.- D. Julián Recuero Calero. Escritos citados.