Doña Mencía - Cordoba

Dejando a un lado la posibilidad de recibir visitas, para lo que únicamente haría falta un servicio de hospedaje y restauración, con las exigencias normales de estos servicios, yo me estoy refiriendo en este momento a la residencia temporal en este pueblo y en su comarca.

Para atraer a las personas a residir temporalmente en nuestro pueblo no es suficiente la Semana Santa, ni enseñarles el castillo cuando esté abierto al público, ni llevarlos a que vean la casa de los Alcalá Galiano, porque todo eso puede hacerse en un día.

La oferta de residencia temporal necesita contar con personas dedicadas a:

1. Prácticas de vida saludable, utilizando nuestro ambiente libre de contaminación, clima agradable, y entorno social apacible, además de dominar terapias curativas y de rehabilitación. En este sentido, alojamientos con pensión completa, mientras se siguen cursos de rehabilitación o cura de enfermedades, no atendidas por la medicina oficial, impartidos por profesionales de las nuevas tecnologías paramédicas. Como ejemplos precursores tenemos ya a Manolo Jiménez (el Cubano) que consigue atraer a la puerta de su casa a numerosos grupos de personas que esperan dentro de sus coches, hasta que Manolo acaba de explicar el tratamiento que cada uno deberá de seguir en su casa. Otro ejemplo, Manolo Tapia, que igualmente recibe visitas de personas interesadas en someterse a su criterio para curarse de dolencias extrañas, no tratadas por la medicina oficial.

2. Enseñanza privada a nivel de secundaria, especialmente durante los meses de verano, para encargarse de los alumnos que no han superado las pruebas de capacitación escolar. En esta modalidad, solamente contamos con la referencia de las clases particulares, especialmente durante el verano, pero el objetivo debería ser emular al conocidísimo Colegio de Campillos, especializado en adiestrar a los alumnos con escaso interés académico, para remediar su deficiencia educativa.

3. Actividades de ocio, orientadas a pensionistas y personas que trabajan a través de internet, y esto pueden hacerlo en cualquier parte del mundo, y que necesitan ocupar habitaciones de casas, o casas completas, además de disponer del servicio de limpieza y comida, ofrecido por empresas de la localidad. Adicionalmente, se les ofrecería un servicio de custodia para comprobar su seguridad (observarlos por si pudieran estar enfermos, por si fuera necesario llamar a los servicios médicos, por si sufrieran alguna amenaza contra su integridad física ...).

Para fomentar estas modalidades de residencia temporal con servicios de la localidad, sería imprescindible conseguir una mayor higiene en nuestras calles, incluso perder la mala costumbre de torturar con el ruido a las personas que no están habituadas a este sufrimiento.

Al decir mayor higiene por las calles, me refiero a que cuando un perro se caga por la calle, su propietario se comportara como si su perro acabara de cagarse dentro de su casa, en vez de alejarse sin remediar nada, y a que los contenedores de basura deberían estar detrás de fachada, y que recibieran la basura igual que reciben las cartas los buzones de correos, como se hizo hace años en la plaza de Zuheros.

Y por supuesto, descartar completamente que se formen pandillas para quemar contenedores por las calles, desarrolar el arte pintando en las fachadas, y menos aún cometer robos en plena calle ( a esto último no hemos llegado todavía, y es deseable que sigamos así ).

Bueno, esta es mi opinión para empezar.

Un saludo.

Domingo.