Bujalance - Cordoba

La banca ha vuelto a hablar,a través de la ministra portavoz del gobierno,"Zorraya saenz de santamaria",y este es el "raton hipotecario" que han parido:

No toca la ley. Las medidas no suponen ninguna modificación de las leyes que hoy regulan las ejecuciones hipotecarias, las que los jueces consideran "abusivas" para los deudores. Lo que hace este decreto es establecer una moratoria en el efecto último de esas leyes, (el desalojo de sus casas), por un plazo de dos años, para las familias más vulnerables.


Moratoria de dos años para los más vulnerables. Las familias que no ingresen entre todos los miembros más de 1.597 euros al mes (3 veces el IPREM, el indicador público de renta de efectos múltiples, que son 19.200 euros al año contabilizado con doce pagas), cuando la casa de la que van a desalojarles sea su única vivienda en propiedad, y cuando tuvieran que pagar una cuota de la hipoteca de más de un 50% de sus ingresos netos, no serán desahuciadas durante dos años si cumplen además alguno de los siguientes requisitos:

ser familia numerosa,

familia monoparental con dos hijos a su cargo,

familias con personas con más del 33% de discapacidad o dependientes,
familias en las que los deudores estén en paro y hayan agotado la prestación,

víctimas de violencia de género.

Parque de viviendas en alquiler para desahuciados. El Ejecutivo crea "un parque de viviendas destinadas al alquiler", con una renta "baja y razonable", según ha dicho la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para personas que se han quedado sin vivienda. El Gobierno no ha aclarado quiénes podrán beneficiarse de esos pisos, ni cuántos serán ni cuándo estarán disponibles.

No son medidas retroactivas. Es decir, los que ya hayan perdido su casa, aunque cumplan los requisitos antes expuestos, no la recuperarán. Lo que sí podrían hacer, según ha explicado la número dos del Gobierno, es acogerse a una de las viviendas de alquiler bajo.

No hay dación en pago. El Ejecutivo no incluye la posibilidad generalizada de que con la entrega de la casa se salde la deuda, como reclaman los colectivos de afectados.

No se tocan los intereses de demora. Tampoco se fija un límite máximo para estos intereses que comienzan a aumentar la deuda cuando las familias dejan de pagar la cuota hipotecaria. El PSOE quería que no pudieran ser superiores en más de dos puntos a los intereses remuneratorios (lo habitual ahora es que sean diez puntos superiores).

No se toca el valor de tasación. Era otro de los puntos calientes de la ley que denunciaron los jueces y que el PSOE quería modificar. Los socialistas proponían que el valor de tasación a efectos de subasta no pudiera ser inferior al valor de tasación sobre el que se concedió el préstamo.