Alquilan museos para evitar quiebra Alquilan museos para evitar quiebra Para evitar el cierre de espacios culturales, diversos centros italianos alquilan sus salas para cenas o exhibiciones privadas Museos italianos han encontrado la forma de mantener sus finanzas sanas: alquilar sus salas o ser manejados como empresas privadas y no como instituciones culturales, acciones criticadas por muchos países, pero que se defienden por buscar no desaparecer en un futuro inmediato. Después del balance económico de diferentes museos en Europa, y en busca de permanecer sin problemas financieros, los museos italianos han encontrado una forma de garantizar su futuro con ingresos extraordinarios y equilibrar sus balances, por ejemplo, alquilan salas para comidas, cenas o encuentros de empresas; permiten desfiles de moda, rodaje de películas, o presentaciones automotrices; buscan patrocinadores y aprovechan a sus expertos como consultores de bancos o instituciones que son coleccionistas de obras de arte. Estas actividades podrían parecer acciones desesperadas para no perderse del mapa, como le sucedió en Madrid al museo Chillida-Leku, que no pudo mantener sus cuentas y este 2011 cerró sus puertas. O el caso del Philadelphia History Museum, que tuvo que vender diversos cuadros para pagar 6 millones de dólares para una reestructuración. O incluso, la búsqueda de alternativas que permitan el incremento de visitantes; por ejemplo, el Museo del Prado, en España, registró una pérdida de 32 mil visitantes durante 2010, una baja que también pega en las finanzas del museo. En temas de la dirección y administración de los museos italianos, hoy en día se encuentran al frente de dichas instituciones a managers que las gestionan como empresas para evitar la quiebra, atrás quedaron los historiadores del arte que manejaban los recintos culturales. Pero los cambios tienen su lógica; por ejemplo, en la Galería Nacional de Arte Moderno de Roma, los gastos anuales suman 2,5 millones de euros y los ingresos ordinarios, 890 mil; es decir, el ingreso sólo alcanza para pagar las facturas de gas y electricidad que ascienden a 700 mil euros para el gas y 180 mil para electricidad, además de los 50 mil por el impuesto de basura. Lo anterior genera la búsqueda de ingresos extraordinarios, para mantenerse en pie y buscar la mayor convocatoria de asistentes, aunque en ocasiones parezcan salas de entretenimiento y espectáculos más allá de recintos culturales; un ejemplo de ello es que en vísperas navideñas, el Museo dell’Ara Pacis de Roma ofreció su histórico escenario para la exhibición de un par de coches, el modelo utilitario Dany de la Belumbury Auto Tuning que pagó 80 mil euros por tres días de exhibición publicitaria de sus coches en el museo romano. |