SOLO Sé que en el cielo habitas. Al lado de Dios has de estar. Aguardaré paciente el día en que nos volvamos a encontrar. Entonces será para siempre. Nada ni nadie nos podrá separar. No temeré cuando llegue mi momento pues tu presencia me confortará. Me esforzaré por ganar el cielo para no perderte nunca más. Mientras tanto, guía mis pasos. Ilumina mi senda. Enseñame el camino. Que tu presencia me rodeé siempre hasta que se cumpla mi destino. C.
|