Solana del Pino - Ciudad Real

Dice Alicia Sánchez-Camacho, que el cambio político en España empieza hoy, que contento están los chicos del PP ganado en Cataluña, no sabía que CIU es su partido.

¿pero que ven mis ojos? Los peperos celebrando la victoria de los nacionalistas catalanes, voy a dejar la bebida.

No hombre no, de lo que estamos contentos los peperos es del repaso que le han dado al PSC en Cataluña, y más contentos aún de comprobar como la gente no es tonta, y para captar votos al PSOE en general va a tener que buscarse otros argumentos más allá de meter miedo con el ya manido "que viene la derecha". De eso estamos algunos contentos; es evidente que el PP aunque a obtenido su mejor resultado en Cataluña no ha ganado las elecciones, pero sí una cosa, la convicción de que la política del miedo ya ha pasado a la historia, y que ahora la mayor parte de la gente valora la gestión por encima de los idealismos.

Si buena gestión es la del alcalde de Madrid con el Ayuntamiento más endeudado de España o la comunidad e Madrid o La Valenciano la gente les va a votar. Porque la derecha vota a su partido lo haga bien o mal, y el electorado de Izquierda no. Pasa en España y en Alemania toda parte del mundo.

La prensa afín a la derecha española está que levita de entusiasmo. Parecería –leyendo su desbordante entusiasmo tras los resultados del domingo por la noche- que el vencedor de las elecciones catalanes no fue Artur Mas, sino Mariano Rajoy. Pero, eso sí, le ríen desde esa prensa a CiU todas sus gracias. En cualquier momento nos enteraremos de que Rajoy también habla catalán -y no sólo en la intimidad como dijera en TV3 José María Aznar- y que, si preciso fuere, se haría socio del Barça. Victoria Prego, en El Mundo de ayer adelantaba a sus lectores, quizá para tranquilizarlos ante el nacionalismo triunfante, todo género de maravillas a cargo de Mas y, por supuesto, de Rajoy.