Santa Cruz de Mudela - Ciudad Real

Bono recupera parte de su "memoria inmobiliaria"

Ahora reconoce que es propietario del apartamento que la semana pasada iba a comprar para cuando se jubilara.

REDACCIÓN HO.- Hasta ahora el presidente del Congreso de los Diputados se empeñaba en afirmar que sus propiedades son modestas, e insistía en limitarlas a una casa heredada de sus padres, su actual residencia y 80 participaciones en la hípica más famosa de España. Las cosas han cambiado en las últimas horas.

A medida que La Gaceta iba publicando informaciones sobre los fastuosos bienes inmobiliarios de José Bono, la férrea insistencia del ex presidente manchego se iba debilitando: parece que había olvidado un apartamento en Alicante. La semana pasada el apartamento era tan solo un sueño, que El Mundo recogía de esta manera:

“Bono asegura que tiene intención de comprarse otro piso cuando se retire. Su deseo es adquirirlo en la localidad alicantina de El Campello.”

Hoy sabemos que la familia Bono ya disponía de las llaves de este apartamentito de 360.000 euros cuando hizo estas declaraciones. La pasada Semana Santa la dedicó este socialista que hasta hace poco tenía aspiraciones a suceder a Zapatero (pasando por encima de Blanco) a supervisar la decoración.

La Gaceta le recuerda hoy a José Bono que todavía tiene que recuperar mucha memoria inmobiliaria:

“’No me arrepiento de que cuanto tengo esté en el Registro de la Propiedad, en la Fiscalía, en el Congreso de los Diputados y se haya publicado varias veces en el ‘Diario Oficial de Castilla-La Mancha…’ José Bono persevera con este razonamiento en la idea de que no tiene más patrimonio inmobiliario que “la casa en la que nací, 2,5 hectáreas herencia de mis padres, la casa en la que vivo y 80 participaciones de la sociedad hípica”.

Sin embargo y mediante las correspondientes notas del Registro de la Propiedad, este periódico ha encontrado hasta siete propiedades inmobiliarias más en la familia Bono. En 2006, la sociedad patrimonial Ahorros Familiares SAJA adquiría dos áticos contiguos en una lujosa urbanización de Estepona, cuyo promotor era Reyal Urbis.

Su valor de mercado sumaba 850.000 euros. Fueron adquiridos por título de permuta; lo que presupone la propiedad previa de algún otro bien inmobiliario de semejante precio. José Bono ha negado la existencia de uno de ellos pese a la evidencia de las dos inscripciones registrales, en tanto que explica haberlo permutado por uno que poseía en Madrid; piso que, por otro lado, no dijo poseer en su declaración de bienes de 2004 publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.

En 2008, su hijo José Bono Rodríguez compraba un chalé en Bargas, Toledo, a través de una empresa sin actividad de la que es apoderado, Attack 84; el chalé está hipotecado con 120.000 euros. El constructor de la urbanización es Aurelio González Villarejo. La única profesión conocida del hijo del presidente del Congreso es la competición hípica. Bono asegura: “Mis tres hijos mayores son independientes y trabajan (…) y como cualquier padre les ayudo en lo que puedo”.

Un año después, a finales de 2009, la familia Bono parecía estar capacitada para desembolsar dos millones de euros más en tan sólo dos meses de diferencia. En octubre, la empresa SAJA adquiría un ático en el barrio de Salamanca de Madrid, valorado en un millón de euros; estableció en él el nuevo domicilio social de la empresa y, de momento, está deshabitado. Bono no ha reconocido que este piso forme parte del patrimonio familiar. En diciembre José Bono le regalaba a su hijo de 25 años un piso de 160 metros cuadrados en pleno barrio de los Austrias; los vecinos valoraron el precio de venta en 1.800.000 euros.

Entre 2007 y 2009, el presidente del Congreso y su familia también han comprado el apartamento de la playa de El Campello antes citado y han convertido a la más pequeña del clan, Sofía Bono Rodríguez, en propietaria de un local en Albacete mediante donación, hoy alquilado a Tous. Su valor de mercado es de 350.000 euros.
Sin dividendos

En su pretensión de justificar la disponibilidad de liquidez suficiente para hacer frente a tanta compra inmobiliaria, Bono valora sus ingresos familiares en más de un millón de euros al año, resultado de la suma de su sueldo –169.000 euros netos anuales–, los beneficios de la Hípica Almenara –“en tres años ha ganado cerca de un millón de euros”, según la filtración a El Mundo–, y los ingresos de su mujer de Tous –“450.000 euros en 2008”–.

Ayer José Bono ahondaba en esta explicación y razonaba sobre su mujer que “tengo separación absoluta de bienes y ella tiene su propia empresa, de la que yo no formo parte, que obtiene beneficios (…) y se los gasta en lo que quiere”.
Por lo que respecta a Hípica Almenara, José Bono posee el 80% del accionariado y cada uno de sus hijos un 5%. En tres años obtuvo unos resultados de más de un millón doscientos mil euros. Pero en ninguno de sus ejercicios se han repartido dividendos entre los accionistas; desde la creación de la sociedad en 2001, hasta el último ejercicio contable registrado, el de 2008, todos los beneficios se han reinvertido en el centro hípico. Así consta en las cuentas presentadas al Registro Mercantil, a las que tuvo acceso este periódico. Por lo tanto, es irrelevante respecto a su capacidad económica de compra qué resultados obtuviese esta empresa.
En lo concerniente a los ingresos de su mujer, Ana Rodríguez Mosquera, ésta consiguió en 2005 una nueva relación laboral con Tous: abandonó las franquicias que poseía de la firma y que daban pérdidas, y se convirtió en la administradora de todas las franquicias, siete en total, de Castilla-La Mancha. Cobra un fijo anual que ronda los 109.000 euros, más un porcentaje sobre las ventas. Su sueldo baila en torno a los 450.000 euros al año.

Pero sucede que es la empresa familiar SAJA la que aglutina los ingresos que recibe Ana Rodríguez Mosquera de Tous. Ella posee el 80% de las acciones de esta sociedad; sus cuatro hijos tienen cada uno el 5% de los títulos de la empresa. Al margen de que su sueldo sea facturado a través de SAJA, esta patrimonial nunca ha repartido dividendos entre los accionistas, salvo en 2007; el reparto fue de 456.936 euros. El resto de los años fiscales, al igual que hace Hípica Almenara, los beneficios se destinan a reservas voluntarias o a compensar pérdidas de ejercicios anteriores.
En total, ambas empresas del matrimonio Bono –junto al dinero prestado al hijo del presidente del Congreso para su casa y su chalé– han sido capaces de adquirir bienes inmuebles por valor de 3.690.000 euros desde 2006; de los que sólo hay hipotecas inscritas en el Registro de la Propiedad por valor total de 670.000 euros. Sin contar una hipoteca de importe algo inferior que soporta la Hípica Almenara.
El último apunte sobre su liquidez lo vuelve a apoyar en el cobro de un anticipo por la futura publicación de su libro de memorias firmado con la editorial Planeta. Este anticipo ha sido cobrado en 2010; dado que las compras de bienes inmobiliarios se han producido entre los años 2006 y 2009, de poco sirve este dato. ”

https://azteoir.org/node/29644