Puebla del Príncipe - Ciudad Real

Bien abrigado, llegaba al colegio
En la década de los sesentas, hace tanto tiempo
Formados frente a una cruz y a ciertos retratos
Entre bostezo y bostezo, gloriosos himnos pesados.

Un año fui al colegio en la plaza, que estaba encima del antiguo ayuntamiento, los demás ya fui a las escuelas del calar que las hicieron nuevas, yo fui uno de los que me toco estrenarlas. Con mi gorrada hule con lana por dentro de aquellas que cuando hacia frío se le bajaban las orejeras y el cogote y cuando no se le subían y se abrochaban encima, mi cartera con la enciclopedia, cuaderno, el plumier, el tintero y el cazo de hojalata para la leche en polvo, todos los días por la mañana y por las tardes el colegio era cita obligada. Entrábamos y antes de sentarnos, el Cara al sol y Prietas las filas, con la mano derecha levantada salía no sin cierta desganas de nuestras jóvenes gargantas. Canciones dedicadas a un Cristo de metal dotado en una cruz de madera oscura y a ambos lado unos retratos grandes en blanco y negro de Franco y José Antonio.

Despertamos en pupitres, de dos en dos
Aun recuerdo el estrecho bigote, de Don Ramón
Y la estufa de carbón frente al profesor
La dichosa estufa, que no calienta ni a Dios.

Después de las canciones, el maestro en el invierno encendía la estufa, (esta no era de carbón sino de petróleo) se la colocaba entre las piernas y empezaban las clases.

Suena el timbre, ¡al fin!
Bocadillos, recreo, evasión
Y una tortura más antes del juego,
La leche en polvo y el queso, Americano.

Un poco antes del recreo el maestro mandaba a dos de los mayores que preparasen la leche en polvo y en un “lebrillo” con la leche en polvo y agua preparaban suficiente líquido para que todos nos tomásemos nuestro correspondiente cazo. Alguna vez alguno de los preparadores de la leche las pasó moradas (y nunca mejor dicho) ya que los polvos de la leche están muy buenos pero son muy secos y se pegan en el paladar y si comes mucho de un vez, se te forma una bola en la boca que se pega de tal manera que te impide respirar y es muy difícil quitártela. Lo sé por experiencia.

¡Sal tú y el gordo después!
Te cambio los cromos, te juego al capón
¡Sal tú, la ligo yo!
Apuremos el tiempo, que ya nos meten dentro.

Sin lugar a dudas el recreo era lo mejor, peleas, carreras, caponeras, juegos, bendita diversión.

Dos horas de catecismo, y en Mayo la comunión
La letra con sangre entra, otro capón
Tarea para mañana y puesto el abrigo
Otra copla a los del cuadro y hasta mañana Don Ramón.

Que tortura la religión y cuantos palos en las manos con la maldita tabla del maestro por su culpa nos llevábamos. Había asignaturas mas divertidas, pero la religión costaba sangre, sudor y lágrimas, además del miedo que nos metían con eso de estar en pecado mortal y el ir al infierno. Los Sábados por la mañana tocaba leer el catecismo, Formábamos un corro alrededor del maestro todos de pie y con el catecismo en las manos, el maestro con la regla de pegar y otro catecismo mandaba a uno que leyese, este empezaba a leer y cuando al maestro se le antojaba mandaba al azar a otro continuase leyendo desde donde este lo había dejado. Como normalmente casi nadie prestaba atención cuando te mandaba continuar no sabias por donde había dejado la lectura el anterior alumno, y entonces la famosa tabla de tortura hacia su aparición, y doy fe de que todos alguna vez la probamos.

Y ahora tu que pensaras, si cuanto mas me oprimían
Más amé la libertad
Y es a ti ha quien canto hoy
Enseña a tu hijo, enseña a tu hijo
A amar la libertad.


Saludos .JOSA.

P. D. La poesía es de Asfalto.

Bastante bien descrita la situación y yo diría que es un retrato de aquella época que nos tocó vivir(A unos un poco antes que a otros)y de la que no debemos avergonzarnos para nada.Era lo que había y nosotros cumplíamos con nuestra obligación haciendo eso que se nos pedía.Yo recuerdo con muchicomo variño aquellos maravillosos años y soy consciente de que podrían haber sido infinitamente mejor, pero la realidad era aquella.
Las penurias, los escasos medios económicos,la mentalidad política, la religión,la educación(mejor la no educación)sesual que nos enseñaban..uffffffff,un montón de tabués que se han desmoronado con el pasar de los años y parece como si, al recordar aquellos tiempo, estuviesemos hablando de hace mucho mucho tiempo y está ahí a la vuelta de la esquina.
Lo de la leche y el queso de los americanos merece una mención epecial,jajajaja.No sé si esos "señores" lo hacían con la mejor intención del mundo, pero para nosotros era todo un suplicio bebernos y comernos aquello.Para colomo el queso lo guardabamos en un armario de las escuelas que había encima del ayuntamiento, sin fior ni nada, por supuesto(Si aún no había ningún frigorifico en el pueblo)y los ratones descubrieron aquello que a nosotros no nos gustaba mucho y que a ellos les encantaba.Para que no dudasemos de que así era dejaban su tarjeta de visita en forma de excrementos,jajajaja, al lado del queso.Debían creer que ellos también tenían derecho a comer.
UN saludo y a disfrutar de este día, os lo mereceis.

HOLA OTRA VEZ EN EL DIA DE HOY, JOSA DESCRIBES A LA PERFECCION LA LA SITUACION ESCOLAR QUE VIVISTE, YO QUE LA VIVI MUCHO ANTES QUE TÚ TE PUEDO ASEGURAR QUE ERÁ DRAMATICA LA EDUCACIÓN QUE NOS DABAN, ENTIENDO QUE ERAN LAS CIRCUSTANCIAS DEL MOMENTO POLITICO, PERO TE ASEGURO QUE FUÉ POSTERIORMENTE DESTRUCTIVO PARA NUESTRA EDUCACION, PERO FUÉ ESE TIEMPO QUE NOS TOCÓ VIVIR, HOY AFORTUNADAMENTE, TODO HA CAMBIADO POR EL BIEN DE LOS HIJOS, Y FELICIDADES DESCRIBES COMO NADIE CUALQUIER SITUACIÓN VIVIDA UN ABRAZO.