Pozuelo de Calatrava - Ciudad Real

El PP de Pozuelo ha llevado a cabo hace algunas semanas por un proceso democrático interno en el que ha elegido un nuevo comité ejecutivo que comenzará a dirigir sus destinos en un futuro inmediato. Parece que tanto el acto como el sistema elegido para la propia elección de los candidatos más votados ha sido acertado y ha resultado todo un éxito. Pero, ¿sólo lo parece?

Todas las organizaciones o colectivos humanos organizados y que se rijan por normas internas de procedimientos democráticos de elección deben contar con mecanismos y sistemas que garanticen la corrección aséptica de los posibles errores o deformidades del producto acabado. Si no es así, se puede caer en graves riesgos, alguno de los cuales pueden ser:

Involución
Pseudorenovación
Autocomplacencia
Alejamiento de las bases
Escisiones ideológicas y personales
Pérdidas de talento
Designaciones erróneas
…

Todos estos son sólo riesgos posibles o hipotéticos, en ningún caso ciertos y demostrados, aunque las posibilidades de sufrirlos están claramente amparadas por las leyes de la probabilidad matemática y por los usos sociales de los miembros de cualquier comunidad.

Lo peor de todo esto, que suena tan agrio, no es que se produzca, sino que tenga una incidencia, más o menos cuantificable e importante, en pérdida de apoyos… cosa que en este momento no puede permitirse el partido, ni el pueblo.

A colación de los riesgos derivados de este tipo de procesos, me viene a la mente lo que ocurrió en el PSOE nacional en un proceso de elección en el que tres de sus integrantes optaban por liderar el partido: una oscura maniobra de última hora dio como vencedor a nuestro actual Presidente del Gobierno, en detrimento de dos personas claramente más cualificadas y con las que nos hubiese ido mejor o, al menos, menos mal, en estos cinco últimos años (sin duda). Y claro, ¡de aquellos polvos, estos lodos! Las comparaciones son odiosas y, en este caso más, dado el abismo comparacional y supuesto también que electoralmente les ha ido bien, pues han ganado dos elecciones generales con tan ilustre candidato; mas la ciudadanía de nuestro país está sufriendo las consecuencias de aquella opaca treta que montaron algunos barones socialistas imbuidos de oscuros intereses.

Esto es sólo una reflexión, no es ni mucho menos una verdad total; es un alegato al Partido Popular para que unifique ideas y personas y ejerza, desde ya, una verdadera oposición que le permita volver a gobernar en este pueblo … por el bien de todos.