Arenales de San Gregorio - Ciudad Real

TODO QUEDA EN "CASA"

Amelia Bono compró un piso de 600.000 euros con 24 años y sin trabajar

Los problemas del común de los jóvenes mortales no afectan a la prole del presidente del Congreso. Mientras unos trabajan toda la vida para pagar el piso, otros se lo compran sin trabajar.

1 de junio de 2010

Hoy trabaja con su madre, Ana Rodríguez, pero cuando se compró el ático, Amelia no tenía ocupación, ni ingresos aparentes.

Se dice que uno de los principales problemas de los jóvenes de hoy en día (amén de la elevada tasa de paro) es la vivienda. Precios elevadísimos que les obligan a hipotecarse de por vida, residir con sus padres hasta los 40 o más... Sin embargo, este tipo de problemas no afectan a los hijos de José Bono, alias Pepe Pisos.

El huracán mediático-político que hoy azota al presidente del Congreso se desató cuando trascendió que le había "regalado" a su hijo un pisito en el centro de Madrid (en la cotizada zona de los Austrias) por el módico precio de un millón de euros. Mucho tiempo, y muchísimas propiedades inmobiliarias después, este martes La Gaceta sorprendía con la noticia de que otra hija, Amelia, se compró en 2005 un ático de lujo en Madrid por 631.062 euros.

La cosa resulta aún más sorprendente si se tiene en cuenta que la hoy esposa de Manuel Martos (hijo menor de Raphael) contaba con 24 añitos cuando desembolsó 233.919 euros en efectivo en el momento de la venta, y eso que entonces ni siquiera trabajaba, aunque poco después constituyó la sociedad Bluni Toledo SL, dedicada al diseño de moda, sin actividad aparente.

Cabe recordar que en la actualidad, Amelia trabaja con su madre, Ana Rodríguez, en la gestión de tiendas de la conocida firma joyera Tous y es administradora de la sociedad Ópalo 81, que gestiona el local de Albacete que su hermana (de 10 años) posee en la zona comercial más exclusiva de la ciudad natal del padre de ambas.

Mucho antes de todo esto (ahora tiene un hijo y espera otro), Amelia se compró el lujoso ático en 2005 sin disponer de ingresos aparentes. El pago fue repartido y, por un lado, abonó 60.000 euros antes de realizar la escritura, luego 172.991 a los vendedores mediante cheque bancario del que no se conoce el titular de la cuenta, y 928 en efectivo durante la firma de la escritura.

Lo que restaba se financió mediante la subrogación de la nueva propietaria a la hipoteca de los anteriores dueños, y que ascendía a 397.143 euros. Más tarde, Amelia la amplió hasta los 450.759 euros.

Como detalle, destacar que el notario ante el que se firmó el documento era Miguel García Gil, normalmente presente en las transacciones que realiza el constructor Rafael Santamaría, amigo íntimo de la familia Bono. Todo queda en casa.

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