Chóvar - Castellon

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fue raptado por el dueño de un circo “de cosas raras” a los pocos meses de comenzar la actual legislatura, según se desprende de un cable de Wikileaks que hasta ahora había pasado inadvertido y como confesó ayer en rueda de prensa, entre sollozos, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

Eso explicaría las reiteradas ausencias de Rajoy en el parlamento y en los medios de comunicación españoles, así como la costumbre de hacer declaraciones por televisores plasma.

“Conseguimos un doble que pensamos que nos funcionaría, porque parecer se le parece mucho”, asegura la vicepresidenta. El problema, al parecer, es que se le parecía hasta demasiado y no era capaz de memorizar más de dos frases seguidas. Por eso sus apariciones “en vivo y en directo” consisten en escapar de la prensa por los pasillos o en decir que llueve mucho. “No da para más”.

Aunque miembros destacados del Partido Popular admiten off the record que “tal vez, en el fondo, nos vaya mejor sin el Rajoy verdadero”, siguen buscándolo con empeño por todo el mundo, porque ya le habían cogido cariño. “Como a un osito de peluche”, concluye unos de esos miembros, sin caer en la cuenta de que tal vez el verdadero presidente esté compartiendo ahora pista con un oso que baila, una mujer barbuda, un enano gigante o un elefante volador.