Arañuel - Castellon

El alcalde de Valladolid compara las delaciones que pide Pajín con el nazismo

León de la Riva, hace unos días, en la presentación del autobús turístico. | J. M. Lostau
Lamenta que Pajín anime a los ciudadanos a denunciar a los fumadores
M. J. Melgar | Valladolid
Actualizado martes 04/01/2011 15:20 horasDisminuye el tamaño del textoAumenta el tamaño del textoComentarios 93 El alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, ha lamentado este martes que la ministra de Sanidad, Leire Pajín, anime a los ciudadanos a denunciar a los fumadores que incumplan la ley. "Así empezaron cosas muy terribles en la historia de la humanidad, con denuncias de unos a otros", aseveró el regidor.

León de la Riva recordó la frase que se ha atribuido popularmente a Bertol Brecht, aunque es del pastor luterano Martin Niemöller, de 'primero cogieron a los comunistas, y yo no dije nada porque yo no era un comunista. Luego se llevaron a los judíos, y no dije nada porque yo no era un judío'. "Aquí empezamos por denunciar a los fumadores", sentenció.

El alcalde del PP vuelve así a criticar con polémica a la ministra de Sanidad por su comparación con el nazismo a raíz de la invitación de Pajín a denunciar a quienes incumplan la ley. Las alusiones de León de la Riva a la ministra se han repetido en los últimos meses después de la gran polvareda política que se levantó cuando rechazó su nombramiento como titular de Sanidad hablando de su aspecto físico: "Tengo que decir que cada vez que le veo la cara y esos morritos... pienso lo mismo, pero no lo voy a decir aquí".

Aunque después se disculpó, la sombra de estas declaraciones le han ido persiguiendo desde entonces. Hace 10 días, el primer edil de Valladolid volvió a reconocer su "exceso", pero apuntó que el trato recibido -con "iras furibundas" y "a punto de ser quemado en la hoguera"- tendría un "efecto bumerán". Así, esas críticas, a su juicio exageradas, podrían darle más votos porque la polémica "se sacó de quicio".

Entretanto, la ley que prohíbe fumar en los espacios públicos cerrados continúa aplicándose con aparente normalidad desde su entrada en vigor el 2 de enero. Los españoles poco a poco se van adaptando a los nuevos hábitos y los fumadores, con más o menos resignación, se encienden el cigarrillo a las puertas de los bares y restaurantes
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