Hoz de Anero - Cantabria

Recuerdo que, de chaval, al llegar a Hoz había un kiosko-bar junto a la estación que vendía bocadillos, vino y gaseosas a los viajeros, que se apeaban para tomarse un refrigerio. Cuando el tren iba a salir, el revisor tocaba el silbato y todo el mundo al tren. No se si algún espabilao se fue sin pagarrrrr. Aquello era bonito, y no con las prisas de ahora. Claro que está el transcantábrico, pero eso sale un pastón.
Antonio del Piñal