San Roque - Cadiz

¿El fin de la bisagra?
Alberto Grimaldi | Actualizado 23.03.2014

LA escenificación de la integración de PP y Unidad por San Roque, que tuvo ayer su acto principal, supone un cambio importante en la política local de la ciudad en la que reside la de Gibraltar.

En los últimos mandatos, el partido bisagra que creó José Antonio Ledesma, ha condicionado de una u otra forma la vida política del municipio. Y siempre en el mismo sentido para el que se creó la formación, servir a su interés personal y el de su patrimonio.

Supongo que en la Agencia Tributaria se harán preguntas como las que se hace un informador. O la Guardia Civil o la Fiscalía. Porque yo no encuentro respuesta -me faltarán datos, seguramente- al interrogante de cómo vive un funcionario en excedencia de la nada tras ser concejal de Urbanismo unos pocos años. Confío en que alguna de estas instituciones, u otra, responda alguna vez.

El acuerdo entre PP y USR que fue anunciado ayer parece positivo en primera instancia: desaparece del mapa político el partido bisagra y el PP confía su cartel electoral al único activo político que le quedaba a áquel, Marina García.

Pero siguen quedando nebulosas que sólo el tiempo permitirá despejar. La primera es ver si ésta es una alianza electoral que usará la marca más potente de las dos formaciones o si es una liquidación de USR y su política, con todos sus tics y defectos.

Y laprueba de fuego es, a mi juicio, saber qué papel jugará Ledesma. Si éste es su fin en política, la operación valdría la pena. Si por el contrario, es sólo el paraguas de un gran partido -que busca hace tiempo tanto con populares como con socialistas- para seguir con sus métodos de gestión, el experimento es una trampa mortal para el PP.

Y este partido asume, con la decisión, que tiene una enorme crisis de liderazgo y que nadie en sus filas daba la talla para relevar a Fernando Palma como alcaldable.

Está por ver si la opción de Marina García es positiva para el PP. A priori, a mí me lo parece, aunque tiene que demostrar cómo encaja con la militancia y el electorado popular. Opino que si García asume su rol de líder del segundo partido de la ciudad, que lleva años en empate técnico con el PSOE -las elecciones se deciden en San Roque por un puñado de votos- y se desliga de su pasado en USR tendrá muchas más opciones de éxito.

Finalmente, serán los sanroqueños que voten quienes dictaminen el resultado de esta operación, partiendo de la idea de que la ausencia de USR no equivale a sumar automáticamente sus sufragios a los que el PP es capaz de aglutinar en las urnas.


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